El 15 de abril de
1884, en la parroquia de Chillogallo de la ciudad de Quito, nace Luis Telmo Paz
y Miño Estrella. Sus padres, don Rafael Paz y Miño y doña Victoria Estrella.
Perdió a su padre en edad muy temprana, y su madre le inculcó un especial amor
por los libros.
En 1899, es decir,
a los 15 años de edad, ingresa al reabierto Colegio Militar de la Revolución
liberal, para una permanencia de siete años, dividido en un Curso General de
cuatro y uno Especial de tres; sin
embargo, en 1902 se rebaja a cinco años y medio, y en 1904 a tres años.
Parecería que Telmo Paz y Miño se gradúa de subteniente del Ejército en 1904,
con la especialidad de Artillería.
Contrajo matrimonio
con doña Celia María Salas Cerón, con quien procreó ocho hijos, a quienes supo
brindar una vida de calidad e insertarles en la vida social y cultural de la
ciudad, que buscaba abrirse un espacio a la modernidad de inicios del siglo XX.
En 1915 asume la sub-jefatura
de la Sección de Geodesia, Topografía, Geografía y Cartografía del Estado Mayor
General del Ejército. En mayo de 1916, siendo capitán, se inicia en la
enseñanza técnica y elabora textos para el primer curso de dibujo militar y
lectura de cartas. En 1917 organiza el primer curso de topografía. En 1920 se
hace cargo de la Subdirección de la Escuela Militar, en donde permanece hasta
finales de 1921. Posiblemente en esta fecha, junto al mayor Alberto Inzani y al
capitán Umberto Ravazzoni, miembros de la Misión Militar Italiana contratada
por el presidente Luis Tamayo, trabaja
muy cercanamente en la organización y funcionamiento de la Escuela de Oficiales
Ingenieros, la misma que abre sus puertas en junio de 1922, iniciándose de esta
manera, la educación técnica en el Ejército. El teniente coronel Telmo Paz y
Miño consta como comandante del curso y profesor de topografía, dibujo, física y química. A este
curso pertenecen, entre otros, el
capitán Idelfonso Mendoza, el capitán Julio Pareja, el teniente Federico
Struve; y, el subteniente Luis Sierra,
que constan junto a Paz y Miño como impulsadores de la Revolución
juliana.
En 1923 es nombrado
primer jefe del batallón No 3 “Pichincha”, en donde permanece hasta el día en
que se constituye la Junta Suprema Militar, de la cual es su Presidente,
iniciándose la primera fase del proceso juliano de 1925. Entregado el poder a
Isidro Ayora, es nombrado jefe de la Segunda Zona Militar en diciembre de 1925.
En este mismo año asume el cargo de subsecretario del ministerio de Guerra, desde
donde, mediante Decreto Ejecutivo expedido por Isidro Ayora pasa a presidir la Comisión Técnica de Levantamiento de la
Carta Topográfica Nacional, en la cual se incluye al mayor italiano Giacomo
Rocca. Esta comisión se encarga de organizar el Servicio Geográfico Militar, el
mismo que es fundado el 11 de abril de 1928.En sus instalaciones se elabora y
publica la primera carta topográfica, el 3 de junio de 1930. “…ha levantado
extensas zonas del territorio nacional, con procedimientos, que aún no siendo
regulares, pueden estimarse bastante exactos en consideración de que el coronel
Paz y Miño ha trabajado con instrumentos de suficiente precisión”, afirma Rocca
en su discurso de orden.
En 1929 le
encontramos en la Asamblea Constituyente en su calidad de diputado por Pichincha. Al reintegrarse a la vida militar,
es nombrado Inspector General del Ejército en 1931 y Jefe del Estado Mayor
General, en el mismo año, con lo cual culminaría su carrera militar.
Entre otras
funciones importantes, una vez retirado del Ejército, le encontramos como
rector del colegio Normal “Juan Montalvo”, miembro de la Comisión especial
investigadora de la Guerra de 1941, vocal del Consejo Superior de la Caja de
Pensiones.
El desarrollo del
espacio geográfico fue el tema que con mayor profundidad estudio Paz y Miño,
aparte de interesarse y mucho, en el derecho territorial; sus herramientas de
trabajo fueron la geografía, la historia, la lingüística, entre otras. . Es
considerado el fundador de la geografía social ecuatoriana.
Entre sus
principales obras se encuentran: cartografía quiteña: Apuntes para una
geografía urbana de Quito (1960); Monografía ilustrada de la provincia de
Pichincha (1922); La población del Ecuador (1942); Contribución al estudio de
las lenguas indígenas del Ecuador (1936); Estudios sobre prehistoria
ecuatoriana (1961).
Su valioso aporte
al país le valió ser miembro de diversos núcleos científicos nacionales e
internacionales: Miembro titular de la Sociedad Geográfica de Quito; Miembro de
la National Geographic Society de Washington; Miembro del Comité Nacional de
Geodesia y Geofísica; Miembro correspondiente de la Academia Nacional de
Historia; Miembro del Instituto Panamericano de Geografía e Historia.
Con mucho
éxito incursionó en el campo literario,
sus obras trascendentes son: Los aventureros (1919); la novela Farinango (obra
inédita 1957), la misma que de acuerdo a Jaime Breilh Paz y Miño, su nieto, es “la expresión de sus frustraciones como
militar ante el fracaso de la Revolución juliana para dignificar su raza
indígena, sobre la base de una justicia social auténtica, y el dolor de la
traición de sectores de la clase política dominante en los aciagos días de la
Guerra del 41”[1];
finalmente, su obra poética El último centauro, una apología al valor de las
artes (1924). Un total de 48 obras constituyen su aporte a la Geografía, a la
Demografía, a la Historia y a la Lingüística del país.
Numerosas fueron
las condecoraciones recibidas en la carrera militar; entre las más importantes:
Corona de Italia en el Grado de Comendador; Cruz de la Orden de Lafayette, Grado
de Caballero, Cruz de Boyacá de Primera Clase, Colombia; Al Merito en el Grado
de Comendador, Ecuador; Legión de Honor en el Grado de Caballero, Francia.
Luis Telmo Paz y
Miño fue, a decir de Breilh, un hombre “de espíritu austero y pausado, no
equivalente a la intensidad de su vida intelectual ni a su incansable trabajo
de investigación de la realidad nacional”.
Boletín No 4 de la Academia nacional de Historia Militar
[1] El proceso juliano. Jaime Breilh Paz y Miño y Fanny Herrera.
Universidad Andina Simón Bolívar. Corporación Editora nacional. 2011
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