General Patricio Lloret Orellana
El entorno mundial
Durante el siglo XX, el
siglo de las luces, hubo 31 años de guerra, en un conflicto mundial que arranca
el 28 de julio de 1914, con la declaración austriaca de guerra contra Serbia y
la rendición del Japón en 1945. La crisis económica de los años 20 instaló en
el poder, tanto en Alemania como en el Japón, a las fuerzas políticas del
militarismo y la extrema derecha, dispuestos a romper el statuo quo de la I
Guerra mundial.
El 1 de septiembre de 1939,
44 divisiones alemanas se desbordaron sobre la frontera polaca. Un millón
doscientos mil hombres se enfrentaron en el inicio de lo que sería la II Guerra
Mundial, una guerra que se inició como un conflicto exclusivamente de Europa.
Ese mismo día el Soviet Supremo movilizaba a la juventud rusa y maniobraba
políticamente para que las potencias occidentales declaren la guerra a
Alemania. El 3 de septiembre, Inglaterra y Francia le declaraban la guerra al
III Reich.
El
pueblo polaco sufría los rigores de la guerra, sin entender que habían sido
manipulados por secretas y malévolas maniobras internacionales. La campaña
polaca terminó en 27 días, producto de un doble envolvimiento de los flancos
enemigos, y Alemania empezaba a prepararse para una guerra que no quería con
Occidente y una que si quería con Oriente. No pudo evitar pelear en dos grandes
y difíciles frentes.
La década de los cuarenta fue de grandes
realizaciones bélicas, de descubrimientos tecnológicos para facilitar el
movimiento de los ejércitos, de un enorme adelanto de la aviación militar en
apoyo de las fuerzas terrestres, de un gran apoyo de fuego con los obuses de la artillería; y, la velocidad de
las divisiones blindadas. En mayo de 1940 tenía lugar el paso de las Ardenas, que para muchos de los estrategas les parecía imposible de ser ejecutado. El sistema fortificado de
Eben Emael, en Bélgica, considerado infranqueable, era vulnerado por 78
ingenieros paracaidistas que descendieron al corazón de las fortificaciones. Cuatro mil paracaidistas descendían cerca a la capital de Holanda y la
obligaban a capitular.
La guerra de envolvimiento había llegado a su máxima
expresión en la batalla de Flandes; 945.000 aliados estaban siendo cercados.
Dunkerque fue el escenario en donde los ingleses pudieron, precipitadamente,
salvar sus vidas, dejando abandonado casi todo el equipamiento de su ejército.
Cálculo político de Hitler para no enardecer más a los ingleses-dicen algunos
autores- la orden de alto a sus blindados frente a Dunkerque. París cayó en
manos de los alemanes a pesar de armas y pertrechos entregados por los Estados Unidos.
A partir de junio de 1940,
Alemania emprende la movilización de más de dos millones de soldados hacia el
frente oriental. Era el inicio de la guerra con Rusia. Se inicia la operación Seelowe (León Marino) para efectuar un desembarco en
Inglaterra, que nunca se dio. En diciembre de este año, Roosevelt presionaba al
Congreso para aumentar la manufactura de armas y enviarlas a los aliados,
rompiendo de esta forma la neutralidad que había anunciado el gobierno
americano. El año terminó victoriosamente para Alemania que se preparaba para atacar a Rusia con una disminución de su potencial bélico
en cerca de un millón de hombres destinados a vigilar más de un millón de
kilómetros cuadrados de territorio hostil.
El 22 de junio de 1941, la operación "Barbarroja" de Alemania contra Rusia marcaría el inicio de la derrota alemana en la II Guerra Mundial. El año culmina con el ataque japones a Pearl Harbor, el 7 de diciembre de 1941, ataque que constituyó una sorpresa para los alemanes,una salvación para los ingleses y el involucramiento de los americanos en la guerra. La alianza de los Estados Unidos con Rusia, para derrotar a Hitler, constituye posiblemente lo más importante y decisivo de la II Guerra Mundial,comunismo y capitalismo juntos.
Entre 1942 y 1944 se dieron grandes batallas: las del Atlántico que mandó al fondo del mar, siete millones de toneladas en barcos; la del Alamein que conllevó la derrota de Rommel frente a Montgómery, cuya superioridad numérica era apabullante en el campo de batalla; el cerco de Leningrado y la batalla de Stalingrado que estuvieron a punto de caer en manos alemanas, a no ser por la presencia del general "invierno"; la campaña de Birmania, una de las más notables dentro de la guerra de posiciones; el desembarco en Marruecos y en Argelia, con bases de partida en los Estados Unidos y 10 mil kilómetros de aproximación marítima; el desembarco de Normandía con el cual prácticamente se inicia el fin de la guerra.
Enero de 1945 encuentra a los aliados en franca contraofensiva en el frente occidental, obligando a los alemanes a retirarse detrás del Sarre. Los americanos llegan a Dusseldorf, los ingleses cruzan el Mosa. Toda la Renania pasa a manos de los aliados. Se iniciaba la liberación de los prisioneros desde los campos de concentración, en medio de un delirante júbilo de los sobrevivientes. La gran ofensiva rusa de invierno aísla la Prusia Oriental del resto de Alemania, se apoderan de Eslovaquia, ocupan Varsovia y Viena. Berlín queda aislado y cae en manos aliadas a finales de abril. Mussolini es ejecutado, Hitler se suicida. El día 8 de mayo de 1945, a las 23 horas y un minuto Alemania se rinde.
El 6 y 8 de agosto de 1945, la destrucción de Hiroshima y Nagasaki, y la amenaza sobre Tokio de correr igual suerte con el lanzamiento de otra bomba atómica, lleva a la rendición del orgulloso ejército y pueblo japones, cuya defensa de su patria constituye un ejemplo de dignidad y patriotismo. Al término de la guerra, el mundo fue el más grande perdedor, en todos los ordenes.
El escenario mundial tuvo importantes cambios luego de culminar la II Guerra Mundial. Fue el inicio del final del sistema colonial, Siria y Líbano se independizaron en 1945, la India y Pakistán en 1947, Birmania, Ceilán, Palestina y las Indias Orientales holandesas en 1948. Desapareció el fascismo, el nacionalsocialismo, y la derecha política sufrió un serio deterioro.
En el campo militar se inventa el radar, el motor a reacción. Se dan los primeros pasos para utilizar la electrónica en su empeño por acceder a la información dela postguerra. La empresa civil hace uso de la tecnología militar para mejorar sus procesos comerciales.
El arma resolutoria de las batallas fue la blindada, especialmente en el ejército alemán. La aviación de alguna manera reemplazó a la Artillería en la preparación, ruptura y apoyo de las grandes ofensivas. La caballería desapareció de la contienda bélica. La infantería consolidó su poder de ocupación, acortando sus largas marchas de aproximación, embarcados en medios mecánicos. La fortificación permanente fracasó, no así la fortificación de campaña que logró éxitos en Leningrado, Stalingrado, Moscú. Los cohetes antitanques se convirtieron en un dolor de cabeza de las unidades blindadas. Las bombas atómicas fueron resolutorias de la guerra, por su enorme poder explosivo. El paracaidismo tuvo su mayor esplendor con sus operaciones a la retaguardia del enemigo.
El escenario nacional
La democracia en los años cuarenta fue menos turbulenta que la de los años treinta, en la cual pasaron por Carondelet , nada menos que 17 gobiernos de diferente matiz político, y cuyas consecuencias se sintieron especialmente al inicio de 1941, con la invasión peruana, y posteriormente, con la firma del Protocolo de Río de Janeiro en el año de 1942.
El gobierno de Arroyo del Río fue el resultado del mayor fraude electoral de la historia nacional. Desde el inicio de su mandato, las libertades ciudadanas se vieron conculcadas, gobernó a través de facultades omnímodas entregadas por el Congreso Nacional, en el cual, la gran mayoría de sus miembros, pertenecientes al partido liberal, también accedieron a sus curules por medio del fraude. Confinó, expatrió, encarceló y torturó a los ciudadanos a fin de gobernar conforme al estilo que siempre lo manifestó: "con mano de hierro". Durante la invasión peruana y luego de ella, se endurecieron las persecuciones y la prensa permaneció amordazada.
El objetivo fundamental del gobierno de Arroyo fue el de impedir que el Ejército siguiera interviniendo en la política nacional, como si esta Institución por resolución propia lo hubiese hecho en el pasado. Fortaleció el Cuerpo de Carabineros, creado por el general Alberto Enríquez Gallo, el 2 de marzo de 1938, y lo equipó con armamento propio de las Fuerzas Armadas. Incentivó una pugna permanente entre las dos instituciones de la fuerza pública, la misma que provocó enfrentamientos con resultados funestos para la República.
La"Gloriosa" del 28 de mayo de 1944, iniciada en Guayaquil y respaldada en todo el país, por los ciudadanos y las Fuerzas Armadas, desconoció al gobierno que traicionó a su patria, al no disponer el empleo de las unidades militares en defensa del país. La presencia de Velasco Ibarra, cuyos antecedentes como gobernante no eran de los mejores, calmó los ánimos exaltados del pueblo ecuatoriano, reprimidos durante la permanencia del gobierno traidor.
El segundo periodo velasquista se vio interrumpido por dos hechos políticos que le llevaron a la renuncia de su cargo: un auto golpe de Estado con el fin de promulgar una nueva Constitución, la misma que fue elaborada por una Asamblea Constituyente, y que además, volvió al país al cause democrático al nombrarle Presidente Constitucional y, una aventura sin beneficio de inventario propiciada por su ministro de Defensa, coronel Carlos Mancheno, producto de disputas personales. El resultado, un nuevo enfrentamiento armado entre unidades del Ejército, en el sitio denominado "El Socavón", en las cercanías de Ambato. Se hizo cargo del poder el presidente del Congreso, Mariano Suárez, el mismo que días más tarde entregó el mando del país a Carlos Julio Arosemena Tola.
Los dos primeros años del gobierno de Galo Plaza Lasso dan término a esta década, la misma que será recordada como la más trágica del país, al haber perdido una guerra que no combatió, y que le costó al Ecuador una gran parte de su territorio.
En el campo militar, las Fuerzas Armadas no pudieron recuperarse del estigma de una guerra en la cual sus unidades que estuvieron preparadas(1), no pudieron ser empleadas en el cumplimiento de su misión fundamental, la defensa del territorio nacional. Un presidente que creyó ciegamente que los Estados Unidos no iban a permitir un conflicto bélico en América , y un mando militar sumiso al gobernante dieron como resultado la tragedia del año de 1941.
El Ejército sufrió durante el mandato velasquista, la permanente decapitación de sus mandos, lo que influyó decisivamente en la administración de la fuerza. Los gobiernos dela década de los cuarenta, no se preocuparon por la rehabilitación moral y técnica de los miembros delas Fuerzas Armadas,excepto el empeño puesto por el gobierno de Plaza, con la colaboración de la misión militar de los Estados Unidos, en la especialización de los oficiales en diferentes países, especialmente en las instalaciones militares de los Estados Unidos en Panamá.
En el campo económico, los productos de exportación no pudieron mantener, peor mejorar las condiciones del país, a más de que, las consecuencias de la II Guerra Mundial se hicieron sentir con fuerza en todo el mundo.
El inicio de la década.
A partir de la firma del
Acta de Lima en julio de 1936, las guarniciones peruanas
fueron infiltrándose en la región oriental, especialmente a los puntos en los
cuales los ríos comienzan a ser navegables. En el año 1938 se incrementa esta
actividad y llegan desde teniente Pingle
y la guarnición de Soplin en el Santiago, hasta Vargas Guerra en el río Morona. En septiembre
de 1940 el destacamento peruano de Cabo Reyes estacionado en Numpatacaime
avanza hasta el río Zamora y se ubica frente al destacamento ecuatoriano de
Cumbaratza. Estos hechos, entre otros, fueron destacados por la prensa; “...ha llegado la hora de que se realice un cambio de rumbo en los
organismos encargados de estos problemas, a fin de que, por medios más eficaces
y más encuadrados en la época actual, se ponga un término decoroso a nuestra
cuestión limítrofe”[2]
En el mes de diciembre, se destaca la presencia de tropas peruanas en la cercanía de
Zamora. Se inicia la conformación de Juntas Patrióticas en diferentes ciudades del país,
especialmente en Loja. Se conforma la Junta Patriótica Nacional
Interina, y se realizan manifestaciones populares en Quito, pidiendo al
gobierno nacional la toma de decisiones ante el inminente ataque peruano.
El inicio de la guerra en
Europa fue determinante para que la Misión Militar italiana que fue contratada en el gobierno de José Luis Tamayo, en enero de 1922, iniciara el
proceso de retorno a su país. Con toda seguridad, la influencia de los Estados
Unidos respecto de la permanencia en Ecuador, de una misión militar de un país
aliado a Alemania, debe haber agilitado su salida, la misma que se dio
oficialmente en agosto de 1940, conforme el anuncio realizado por el ministro
de Defensa Nacional Galo Plazo Lasso, dando por terminado el contrato “por
razones de carácter internacional”.
Al asumir el cargo de presidente, Arroyo del
Río inició contactos con Estados Unidos para traer al país una nueva misión
militar que asesore, inicialmente, a la Fuerza Aérea y a la Marina, asunto
este, que sería determinante respecto a la posición del gobierno ecuatoriano en la defensa nacional y en el conflicto internacional. La ubicación de las islas Galápagos cercana al canal de Panamá
resultaba de especial importancia para los Estados Unidos en su empeño de
defender la “seguridad continental”, mediante bases militares ubicadas en el
Archipiélago.
En el mes de octubre se
nombra como Comandante Superior del Ejército al coronel Francisco Urrutia[4], y en el cargo de Jefe del
Estado Mayor General, al coronel Cristóbal Espinosa[5]. Acto seguido, esto es, el
2 de octubre viaja a los Estados Unidos, invitado por el jefe del Estado Mayor,
con el objeto de visitar institutos y unidades militares; en otras palabras, a
concretar oficialmente, la presencia de una Misión Militar estadounidense en el
Ecuador. Por datos de prensa, el país conocía en noviembre de este año, de la
firma de un acuerdo entre el Secretario de Estado Cordell Hull y el embajador
ecuatoriano Colón Alfaro.[6] En este
acuerdo publicado en la prensa, se hacía conocer que ha pedido del gobierno
ecuatoriano, vendrían al país una misión naval y una misión de aviación militar,
por un periodo de cuatro años.
Las noticias que diariamente
publicaba la prensa, los informes que remitía el cónsul del Ecuador en Paita , teniente
coronel Víctor M. Naranjo, los partes militares que
se remitían desde el escalón de seguridad ecuatoriano, las manifestaciones
patrióticas en las diferentes ciudades del país, deben haber sido motivo de análisis del comandante del Ejército y de su Estado Mayor, como parte de un proceso de toma de decisiones que es normal en la carrera militar. Estos documentos por su carácter de reservados, posiblemente, no tuvieron la difusión necesaria que se requiere para comentar sobre sus conclusiones; de allí que,tengamos que echar mano de "Apuntes para la Historia"[7], cuya autoría es del coronel Urrutia, y con los cuales quiere justificar su cargo.
Publica en su libro algunos oficios remitidos al ministro de Defensa Nacional, entre los cuales se destaca:
“…mientras de nuestra parte mantenemos solo una débil y discontinua sucesión de
destacamentos militares que solo representan soberanía ecuatoriana y visos de seguridad
armada, detrás de la cual no hay una cobertura estratégica propiamente dicha”.
Si eso había sido detectado por el mando, la solución no lo tenía el ministro
de Defensa, era su obligación tomar los correctivos necesarios, disponiendo un
ajuste del dispositivo con las unidades que si estaban preparadas para asumir
la defensa del territorio.
En otra parte de este oficio se lee, “…para salvar así
la responsabilidad de omisiones que pudieran imputarse a
este Comando, presento a la ilustrada consideración del señor Ministro las
sugerencias siguientes”. Entre las sugerencias, destaco aquellas que eran de su
personal responsabilidad y de inmediato cumplimiento:
- - Completar las unidades de la frontera sur
occidental, elevando sus efectivos al orgánico de movilización.
- - Establecer almacenes de aprovisionamiento
para las tropas de cobertura en las provincias de El Oro y Loja.
- - Proceder a la distribución técnica del
material de guerra, equipo, etc., en los centros de movilización adscritos a
cada Comando de Zona Militar.
- - Mejorar la red de enlaces con hilos y sin
hilos.
- - Realizar con oficiales superiores viajes de
reconocimiento y estudio de la frontera.
Las otras recomendaciones a
las cuales hace referencia son de responsabilidad del Gobierno, al cual debía
exigirle su cumplimiento. Si estas recomendaciones se hacían a finales de 1940,
había un tiempo, aunque pequeño, para realizarlas y enfrentar el conflicto de
una manera más digna y menos traumática para el país.
Con decreto 145 de 26 de
diciembre de 1940 se dispone la reiniciación de la instrucción pre-militar en
los colegios de enseñanza secundaria y primaria, a partir del 9 de enero del
siguiente año, conforme lo establece la ley de 2 de diciembre de 1936. Se
designa a las Escuelas de Artillería e Ingenieros, de Infantería y Caballería
para que sean las encargadas de su ejecución, en Quito, los días jueves de 8 a
11 de la mañana. Se incluyen en esta instrucción a los alumnos de sexto y
séptimo cursos de las universidades. Las Escuelas de Perfeccionamiento estaban dedicadas a mejorar la
preparación de los oficiales, en sus
diferentes especialidades, entonces, llama la atención tan poco sentido común
para disponer a estas escuelas, tareas que son de responsabilidad de
las unidades de combate, en las diferentes ciudades del país.
Un siguiente
decreto, el 146, reforma el reglamento de las Guardias Nacionales y dispone que
su instrucción se reinicie el 12 de enero y que se efectúe los días domingos de
8 a 12 del día. Posiblemente, la inminente llegada de la Misión Militar de los
Estados Unidos, lleva a disponer como obligatorio en las Fuerzas Armadas, el
estudio del inglés.[8]
Al finalizar el año
cuarenta, la amenaza peruana estaba claramente identificada por todos los
organismos civiles y militares del país, excepto por el Presidente de la
República. No quiso ver en los informes militares, en la prensa, en los
servicios de información del exterior, la preparación bélica del Perú. Creyó
que los países “amigos” (lease Estados Unidos)iban a anteponer sus buenos oficios para impedir una
invasión militar peruana.
Tuvo miedo de que el pueblo ecuatoriano lo vote del
poder, por ello mantuvo a las unidades militares en la Zona del Interior, para
generar con “mano de hierro” lo que él denominaba el respeto a la democracia, a
esa democracia a la cual llegó a través
del fraude electoral, como la única vía por la cual, su impopular figura podía
acceder a la Presidencia de la República.Sus disposiciones estaban respaldadas por una élite política empeñada en recuperar el poder perdido a raíz de la revolución Juliana.
Un año trágico para las Fuerzas Armadas y para el País.
El 1 de enero de 1941 el Presidente
de la República despierta a los ecuatorianos con el siguiente mensaje: “…El
país debe tener fe en el gobierno. Todo
problema internacional requiere de una base indispensable para su solución: que
el Estado al cual afecte se presente unificado. Tenemos que preparar al país”.[9]
Inconsecuente con su
discurso, dispone el licenciamiento de los conscriptos de las siguientes
unidades: en la I Zona Militar los batallones “Eloy Alfaro”, “Esmeraldas”,
“Atahualpa” y “Yaguachi”; en la II Zona Militar, los batallones “Vencedores”,
“Pichincha” y “Dávalos”; en la III Zona
Militar, el “Jaramijó” y el “Tarqui”; y, en la IV Zona Militar, el “Guayas” y
el “Imbabura”, en un calendario que iba del 1 al 22 de enero.[10] Con su firma dejó al país
sin elemento humano preparado para enfrentar la agresión peruana. Lo que llama la atención no es la firma del decreto, sino el cumplimiento de la orden por parte del mando militar, conociendo la situación militar que se avecinaba.
Y en el mismo informe de año nuevo reitera: “Estoy
absolutamente resuelto a no tolerar que alguien pretenda aprovechar el sagrado
sentimiento del patriotismo ecuatoriano para fines de política interna”[11]. “Dadme paz sólida y yo os daré un buen gobierno. El Ecuador debe
presentarse siempre de pié, unido, sereno y altivo y hace votos por la perennidad
de gloria y grandeza nacional”.[12] En lo
que corresponde a la Defensa Nacional, solo dice ““Para la defensa nacional,
aspiramos a darle eficiencia, a fin de que responda a su alta finalidad”[13]. Da a conocer la
contratación de una misión aérea y naval en los Estados Unidos, la contratación
de Panagra para la construcción y adecuación de aeródromos, y algunas
actividades para el mejoramiento del Ejército. En el Presupuesto General del
Estado se asigna al ministerio de Defensa Nacional, para el año de 1941, la
suma de $ 24.676.930 sucres, que en porcentaje resultaba el 22%.
El año más difícil de la
historia nacional había comenzado, requería más que nunca, la presencia de
líderes en al ámbito civil y militar para enfrentar la agresión peruana. Los
interinazgos de los años treinta habían dejado un Ecuador lleno de dudas en su
ámbito político. Quienes ocuparon la primera magistratura no pudieron
administrar el país, tuvieron que dedicarse a atemperar los ánimos de los
políticos en el afán de conformar un gobierno constitucional. Cuando su actuación no iba orientada en ese
sentido, la intriga es la que ocupaba la opinión nacional y de ella nacía la
desorganización en todos los órdenes de la nación.
Así empezó el año de 1941 y
por ello se convirtió en el calendario nacional, como el año más trágico de la
Patria. Su preámbulo fue, sin lugar a dudas, el mayor fraude electoral de la
historia a favor de Arroyo. Posteriormente se produjo el levantamiento militar de la Base Aérea de
Guayaquil y la cárcel para sus mentores. Se nombró un mando militar que no supo liderar la defensa de la patria, y se eligió un presidente
de excepcional oratoria pero vacío de liderazgo que creyó a pie juntillas que,
la solidaridad continental liderada por los Estados Unidos, no iba a permitir
jamás que nuestra patria sea ultrajada.
El 2 de enero la prensa ya
daba a conocer de reconocimientos aéreos realizados por la aviación peruana
sobre la frontera. El Comandante Superior del Ejército en el saludo protocolar
de inicio de año solamente dijo “que esperaba que el nuevo año traiga nuevos
horizontes de felicidad para el país, en estos momentos en que el mundo se
debate en la lucha”. En los días subsiguientes la prensa se encarga de informar que Nangaritza se encuentra en manos
del Perú, que han sido tomados prisioneros 19 colonos del sector, que fue
repelido un ataque peruano en la frontera sur, que había sido atacado el
destacamento de Corral Viejo, que la Academia de Guerra del Perú realiza gira
de estudios en la frontera con Ecuador, viajando en las naves de guerra de la
Armada. El Gobierno envía a través de Cancillería, tibias notas de protesta y
afirma que no enajenará los bienes del país para compra de armamento.
El 12 de enero, fecha que
debe ser recordada, se congregan en Quito, 20 mil ciudadanos llenos de civismo,
para formar la primera brigada de Guardias Nacionales. En su organización
estaba el coronel Rafael Borja, jefe de la I Zona Militar, con la ayuda de las
unidades de la plaza de Quito y de Tulcán. Los oficiales en servicio pasivo, al
igual que la tropa formaban al mando del general Ángel Isaac Chiriboga. “La
patria está sobre todo” dijo el mandatario en su discurso. Grupos de ciudadanos interrumpieron el acto pidiendo la libertad de
los aviadores. El Presidente abandonó el lugar. Se interrumpió el acto,
hicieron presencia los Carabineros. Se atacó el cuartel y la Escuela del mismo nombre, se produjeron disturbios
en toda la ciudad. Hubo muertos y heridos. La unidad nacional hecho pedazos.
En
respuesta, el Consejo de Estado le concede facultades extraordinarias al
Ejecutivo para declarar al Ejército en Campaña, aumentar sus efectivos y, como
no podía faltar, en honor a la unidad nacional, apresar a aquellos que cometan
actos revolucionarios. Por otro lado se suspenden los ejercicios militares y se
moviliza al batallón “Córdova” a Puerto Bolívar, al mando del mayor Octavio
Montaño.
El 24 de enero se firma un tratado de no agresión entre Perú y Chile. El
primero se apresura en confirmarlo, Chile lo niega; en todo caso, se firma un
acta, al finalizar la visita del canciller chileno Miguel Bianchi a Lima,
primer funcionario de esa categoría que visita el Perú desde la guerra del
Pacífico. En esta acta, si bien no se especifica que es un Tratado de no
agresión, se manifiesta que cualquier asunto controversial entre los dos países
se solucionará por medios pacíficos. Se reafirma los principios de no
reconocimiento de adquisiciones territoriales por la fuerza. Los indicios de la
agresión eran absolutamente claros.
En Washington se posesiona
Franklin Delano Roosevelt como Presidente de los Estados Unidos y se da inicio
al compromiso firmado con este país para el asesoramiento militar al Ecuador.
El coronel Walter Burguess es nombrado como jefe de misión en el campo de la
aviación, y el comandante Joseph Bárbara en la parte naval. Bajo su supervisión
se aprueban los planes para la organización y funcionamiento de las dos
fuerzas. Se inicia la organización de la reserva aérea.
A finales del mes el
Comandante Superior del Ejército pide la disponibilidad, la misma que fue
rechazada en el gobierno por “falta de motivo justificado”. La prensa se
reserva el derecho de publicar los motivos de su pedido. Nunca lo hicieron. La prensa empezaba a sentir la prohibición de publicar noticias relacionadas con la institución militar. El 23 de enero se
dispone el acuartelamiento de la primera leva de 1921; es decir, las once
unidades que licenciaron sus conscriptos deben iniciar su preparación con la
instrucción formal.[14] Los ciudadanos ingresan a
las unidades el domingo 2 de febrero.
Carlos Manuel Larrea es
nombrado ministro Plenipotenciario del Ecuador en Lima. Las persecuciones políticas a la
oposición se incrementan a través de confinamientos de ciudadanos en diferentes
ciudades del país. Los coletazos del 12 de enero se hacen sentir con mayor
frecuencia. La prensa destaca la
presencia de Japón, Alemania e Italia en el territorio peruano. Se habla de
30.000 japoneses conformando un ejército civil al servicio del imperio, con
mucha influencia en los mandos militares del Perú. Es el inicio de una serie de
artículos orientados a demostrar la presencia y actuación de japoneses en el
conflicto con el Ecuador.
Durante el mes de abril no
se encuentra en los registros oficiales ningún movimiento en las filas de las
Fuerzas Armadas, apenas se publica la concesión de pensiones jubilares a los
oficiales y tropa que se retiran de la profesión. Se intensifica la censura de noticias militares impuesta por los funcionarios del gobierno. Se refuerzan las unidades militares peruanas en la frontera, se establece una misión religiosa peruana, en la orilla
derecha del río Santiago; es decir, a menos de 100 kilómetros de Cuenca, junto
al destacamento peruano de Chinganaza.
Las insinuaciones de países
como Estados Unidos y Brasil para que no fructifique el conflicto
ecuatoriano-peruano, llevan a cartas y pronunciamientos de las Cancillerías.
Ecuador pide “lealtad en la negociación”, lo que genera protestas peruanas y
desazón en los diplomáticos. El Perú no acepta disculpas de ningún género y más
bien genera nuevos incidentes fronterizos; esta vez, soldados son atacados en
el río Zarumilla e intentan adueñarse de la isla Alto Matapalo. Movilizan una
brigada a Túmbez. En el país, tres aviones Curtis, de la fuerza aérea
ecuatoriana se movilizan desde Guayaquil a Quito. Se inaugura el aeropuerto de
Cuenca y se suspende por “las elecciones”, la instrucción de la reserva aérea.
.
En el mes de mayo, a pesar
de las noticias alarmantes provenientes del Perú, el Gobierno arremete contra
la oposición, secuestra una imprenta en la cual dice haberse elaborado hojas
subversivas destinadas a los militares. Denuncian un complot a favor de Velasco
Ibarra en Manabí, niegan la detención del general Enríquez Gallo.
Se acusa a
Juan Isaac Lovato de ser el principal instigador de un golpe de Estado. La
mayor parte de comprometidos pertenecen a Vanguardia Revolucionaria, al
Velasquismo y al Socialismo; mientras tanto, Argentina, Brasil y los Estados
Unidos ofrecen formalmente su mediación en la disputa fronteriza. Piden
finalizar el conflicto en beneficio de la defensa continental, ante el
inminente peligro de que América se involucre en la guerra. “Debe reconocerse que actualmente la
controversia presenta serias posibilidades de peligrosos desenvolvimientos.
Otros componentes están inflamados por el odio y la violencia. El teatro de la
guerra se extiende cada día a más anchos horizontes.”[15] El pronunciamiento del gobierno argentino no
pudo ser más claro para el país entero; solo el Gobierno con Arroyo a la cabeza
no quiso entenderlo. La Cancillería ecuatoriana acepta la mediación. Perú
guarda silencio. El Gobierno nacional persigue a los políticos con su policía secreta. La prensa peruana comenta, “El Perú no debe abandonar su tesis de que
el problema fronterizo es puramente un arreglo de la línea divisoria”[…]
“Resulta que la amenaza contra la paz- si ésta realmente existe-es motivada
únicamente por la política intemperante e irreconciliable del Ecuador”.[16]
Finalmente, Perú acepta los “buenos
oficios” de los tres países. “Está dispuesto a resolver su cuestión limítrofe
pero no a admitir una controversia sobre la nacionalidad de las provincias que
lo integran desde hace 120 años”. “El Gobierno peruano no puede aceptar que se
ponga en discusión su derecho soberano sobre Túmbez, Jaén y Mainas”.[17] Expresa enérgica protesta
por pretensiones segregadoras de Ecuador. “No permitiremos que se discuta la
soberanía de Túmbez, Jaén y Mainas. Así sabrán mejor los mediadores que no
aceptaremos ninguna intervención extraña en el asunto”.[18]
La respuesta peruana era una
demostración clara de que no quería ninguna participación de países en el
conflicto; además, manifestaciones de todo tipo realizadas en el Perú aplaudían
su respuesta.
El Perú, en las décadas de
discusión limítrofe, tuvo facilidades para aplicar un método eficaz en la
disputa, la de ir avanzando en los terrenos materia de la controversia. “El Perú tendría que responder como Leonidas a
Jerjes si cualquier juez intentara entregar al Ecuador territorios invadidos
por el Perú”.[19] El Ecuador ha sido la eterna
víctima de su política propia, en primer término, y de su confiada actitud de
que se llegaría alguna vez al convencimiento de que las diferencias no pueden
ser resueltas en la actualidad por la fuerza en América;[20] y diría yo, el convencimiento de Arroyo de que los Estados
Unidos no lo permitirían.
El 15 de mayo, seguramente
como efecto del acuerdo para la presencia de una misión militar de los Estados
Unidos, se consiguió de este país, la entrega de dos buques guardacostas. El
inadvertido ministro de Defensa Nacional declaró a la prensa que los buques de
guerra adquiridos a Estados Unidos, están siendo preparados para su viaje desde
Panamá, asimismo, indicó que aviones contratados irán llegando poco a poco a
Ecuador. Su mero anuncio fue objeto de protesta del Perú y hasta allí llego la
negociación de las naves y los aviones. Argentina dice que no apoyara a ninguna
iniciativa que el Perú pueda considerar inamistosa. Estados Unidos aclara sobre
el traspaso de los buques. Perú se siente satisfecho y no tiene recelo de los
mediadores.
En la víspera de la
celebración del 24 de mayo, queriendo quedar bien con las Fuerzas Armadas y la
oposición, el Dr. Arroyo, en magnánimo desprendimiento indulta a tres militares
de tropa presos por el levantamiento de la Base Aérea de Guayaquil, el 12 de
enero de 1940. El alto mando militar con Urrutia a la cabeza
ofrece su adhesión al gobierno respecto al problema de límites. “Las Fuerzas
Armadas en servicio activo no son sino un escalón avanzado de las que en el
momento necesario estarán integradas por todos los ecuatorianos capaces de
empuñar las armas para asegurar la efectividad de sus derechos territoriales”.[21] Nunca supieron cuando era
el momento necesario, y si lo supieron, jamás pudieron exigir del gobernante el
cumplimiento de su obligación de defender la Patria.
“Es la intención de los tres
Gobiernos ofrecer en el futuro inmediato a los Gobiernos del Ecuador y del
Perú, sugestiones acerca del método más práctico para que se efectúen
conversaciones entre los representantes de las partes en disputa y
representantes de los tres Gobiernos oferentes de sus servicios amistosos a fin
de que se llegue a un pronto arreglo para el final y equitativo ajuste de la
controversia”- dice el comunicado oficial del Secretario de Estado Cordell
Hull.[22]
“Perú no juzga oportuno el
momento para arreglar litigio limítrofe. Rechaza las propuestas conversaciones
de representantes de naciones amigas y de países interesados. Estas serían
características de una mediación que el Perú no ha aceptado. Perú estaría
dispuesto a suscribir un instrumento político que garantice la paz entre las
dos naciones. Así dice el comunicado de la Cancillería peruana en respuesta a
los Gobiernos.[23] Se anuncia que tanques y carros blindados han sido
desembarcados en el puerto de Talara.
Los titulares de la prensa
nacional informaban el 3 de junio que grandes contingentes de tropas y
armamentos concentra el Perú en la frontera con Ecuador. Que los buques de
guerra están situados en puertos cercanos a Jambelí y Guayaquil. Que la fuerza
aérea del vecino país vuela en actitud agresiva sobre las poblaciones
ecuatorianas. El Comercio de Quito incluso hace conocer el nombre de unidades y
de comandantes que se encontraban en la frontera.
Por nuestra parte, todas las
unidades operativas y logísticas que si existían, estaban en sus guarniciones
de paz. Tan fuerte fue la sumisión de los mandos ante el gobernante, que no
fueron capaces de movilizar las unidades?. El político, aquel que miraba solo
sus intereses particulares y que buscaba únicamente mantenerse en el puesto al
que accedió mediante el más grande fraude electoral de la historia seguía
pensando que su mejor aliado, los Estados Unidos, nunca permitiría que el Perú lleve a cabo su
planificada invasión.
Aprovechó la fecha del 5 de junio para nuevamente
congraciarse con los militares y sus opositores para indultar a los oficiales
que propiciaron el levantamiento de la Base Aérea de Guayaquil, lo
hacía-dijo- en honor al día del
liberalismo ecuatoriano. Los liberales por su parte, me refiero a aquellos que
también fraudulentamente llegaron a las curules legislativas, expresaban su
ponencia como Asamblea liberal en el sentido de que “es imperativo que el
Ecuador de su más amplia cooperación en el Continente para la supervivencia de
la democracia”. Vaya, que manera de
entender la democracia cuando el país estaba al borde de la guerra. ¡Que
caretucos en palabras del actual Presidente!
Las noticias del cable
hacían conocer las opiniones internacionales: “El Perú no puede discutir con el
Ecuador los términos en que éste presenta la cuestión limítrofe”.[24] En otras palabras, una declaración de guerra.
“La guerra entre Ecuador y Perú, finalidad del Eje, se asegura. En Argentina se
dice que la intervención de los Estados Unidos evitó a tiempo que se
produjera”. “La guerra Ecuador-Perú instigada por agentes nazis”. Así se revela
en los Estados Unidos después del apresamiento de un diplomático germano
conocido como nazi uno. En el ámbito mundial, Alemania declaraba la guerra a
Rusia el 21 de junio de 1941.
En este mismo mes, el
Colegio Militar mandaba delegaciones de básquet a que jueguen partidos en Loja
y El Oro, y en Quito se enfrentaban a la delegación de Costa Rica. En el centro
de formación de oficiales no pasaba nada.
Todo estaba perfectamente
planificado por el Perú. Los Estados Unidos, nuestro vecino en el norte y el
resto de países americanos sabían que la
invasión peruana estaba en marcha, y que era cuestión de días para que esta se
produzca. Sólo el gobierno de Arroyo del
Río lo ignoraba. Una vez más el Perú arremetía contra sus vecinos.
“A
diferencia de las demás naciones indo- españolas, en efecto, el Perú no es
solamente desordenado en su suelo, sino insolente, desleal, injusto y violento
con los extraños, en especial con sus colindantes. Lo diga el Ecuador, su mayor
víctima, para el que valen todas las camorras buscadas a la Gran Colombia en el
primer tercio del siglo pasado…..lo diga Bolivia, haciendo memoria de los
antecedentes del Tratado de 1831…. De la invitación a Chile a hacerle la guerra
en 1840; sobre todo la contienda Perú-boliviana de 1841, cuando el vecino
traicionero invadió sus tierras sin previo aviso de guerra…..que lo diga Chile
con la guerra del Pacífico en 1879 y finalmente que lo diga Colombia, que
siendo parte de la Gran Colombia lo enfrento en Tarqui”[25].
Julio de 1941: la invasión peruana se concreta
En los inicios del mes, la
prensa nacional destina su mayor espacio a informar y comentar el desarrollo de
la guerra en Europa. El editorial de El Comercio concluye que los graves
acontecimientos de esta guerra han dejado en un segundo plano los
acontecimientos relacionados con el conflicto sudamericano, y recaba de los
ciudadanos ecuatorianos un mayor fervor y más entusiasmo, para conseguir nuestros
derechos ante la conciencia de América. Destaca la importancia de la mediación
en el conflicto.
Ni siquiera las noticias de la guerra pudieron levantar el
espíritu combativo de la nación. En
grandes titulares se publica las declaraciones de Stalin cuando dice: “Que no
quede piedra sobre piedra, ni una libra de trigo, ni un tambor de gasolina. Que
en las zonas ocupadas se organicen unidades para una guerra de guerrillas” No
hubo en el país un líder que conduzca a la nación. El gobierno estaba empeñado
en develar los golpes de Estado. El general Enríquez Gallo fue acusado de este
intento, no faltó su intervención para desmentirlo. El 5 de julio se denuncia
una nueva agresión peruana en la provincia de El Oro. Se informa que se ha
abierto fuego sobre la guarnición de Huaquillas y luego se amplió a Chacras,
Carcabón y Quebrada Seca. El ataque fue apoyado por aviación y artillería.
“Esta acción de las Fuerzas
Armadas peruanas, por la forma como ha sido realizada, no puede tener el
aspecto de un mero incidente de frontera, sino el de una agresión en el aspecto
político y el de un ataque preparado desde el punto de vista militar. El
gobierno ha tomado las medidas aconsejadas por las circunstancias y las seguirá
tomando con la decisión que el patriotismo impone”[26]
“El gobierno cumplirá su
deber y lo ha de cumplir sin debilidades” (…)”El Ejército nacional respalda al
gobierno”. “Hemos sido grandes en los campos de batalla y en la conquista de
nuestros derechos. El gobierno será digno del pueblo al cual representa.”[27] Oratoria de barricada. Inicio de una traición ala patria.
Cuando el Perú inició las
operaciones militares que configuraban
una invasión al territorio ecuatoriano, las unidades del Ejército se mantenían
en sus guarniciones de paz, de las cuales nunca salieron. En la provincia de El
Oro se había organizado un Escalón de Seguridad, que en ese momento estaba al
mando del teniente coronel Octavio Ochoa Ochoa,[28]
El Escalón de Seguridad estaba conformado por el
batallón de Andinos “Cayambe”[29], batallón de Andinos “Montecristi”,
compañía de carabineros del batallón “Machala”, el batallón de Ingenieros
“General Córdova”, batería de Artillería “Sucre”. Los efectivos eran de 6
jefes, 35 oficiales y 868 de tropa. En el sector oriental, los efectivos
ecuatorianos estaban constituidos por
tres batallones dependientes del ministerio de Defensa Nacional:
“Patria”, “Ecuador” y “Oriente”, con sus respectivos
destacamentos; así, en Rocafuerte: Redondo-Cocha, Lagartococha, Arcadia, Yasuní
y Jibarías. En Putumayo: Puerto Montúfar, Cuyabeno y Jibarías. En Huachi:
Andoas, Tonegrama. En Yaupi: Santiago y Morona. En Limón: Indanza, Unión. En Zamora:
Nangaritza, Chaguar, Chito y Zumba. Se dispone la contratación de médicos para
las jurisdicciones.[30]
“Pido al pueblo del Ecuador
que tenga confianza en el gobierno, ya que aquí en el Palacio de Gobierno hay
un grupo de hombres patriotas, de hombres resueltos a hacer que la dignidad
nacional no sufra mengua y que el territorio patrio no sea jamás hollado”[31], dice entonces el presidente. Mentiroso: la dignidad nacional
estaba por los suelos y el territorio venía siendo invadido desde meses atrás. Se refiere también al
servicio pasivo: “El Ecuador necesita de vuestros importante servicios, de
vuestra presencia, para que cuando llegue el momento oportuno sepáis refrescar
las filas del ejército activo….”[32].
El Presidente aún no
conocía cual era el momento oportuno; sin embargo, la provincia de El Oro
estaba siendo bombardeada. Las Guardias Nacionales estaban conformadas y pedían
su traslado al frente de batalla, pero claro, no era el momento oportuno. Así
lo confirma la comunicación dirigida al embajador peruano en Quito, por parte
del Canciller Julio Tobar Donoso, el 9 de julio de 1941: “…No pudo ni puede ser agresor un país como el nuestro que, poseído
de intima convicción, contrajo con los gobiernos de Argentina, Brasil y Estados
Unidos, el compromiso formal de no dar paso alguno que perjudicara las
relaciones existentes entre los dos países; que llevado de su espíritu pacífico
y de su confianza en el Derecho, no ha querido aumentar los elementos que de
ordinario conserva en la Provincia de El Oro, para la defensa local; y que se
ha negado a corresponder a la acumulación de fuerzas hechas por el Perú, antes
y después de ese compromiso, a lo largo de la frontera”. El espíritu pacífico y la confianza en el derecho le mutilaron al país.
A pesar de que todas las
fuerzas políticas, económicas, laborales, estudiantiles y de todo orden se
presentaron unidas en defensa del país, como se puede observar en las noticias
de prensa de este año, el gobierno no fue capaz de canalizar el fervor cívico en
defensa de la patria. “Los pueblos están pidiendo al Gobierno que despliegue su
actitud de firmeza y por eso se agrupan, en unánime anhelo y en una sola
voluntad”[….]“Es preciso organizar la nación contándose con todos los buenos
elementos, lo que no se hace posible cuando prevalecen las distancias,
originadas todas o casi todas en el azar de la política…..”[33]
En el país las marchas de
adhesión al gobierno y el pedido de formar unidades de reserva se multiplican;
incluso se pide conformar batallones de mujeres. La marcha cívica del 9 de
julio fue la mayor exposición de patriotismo y solidaridad jamás vista en el
país. “única en la historia ecuatoriana, fecunda en brotes de entusiasmo, en
desbordamiento cívico, de nobleza de aspiraciones, en sentimiento de dignidad y
de justicia”.[34]
La prensa americana dedico
extraordinaria atención a las noticias referentes a los choques ocurridos entre
Ecuador y Perú, destacando en sus comentarios una evidente inquietud acerca de
las posibles influencias no americanas en la situación (se refiere al posible
manejo de Hitler para iniciar un conflicto que afecte la unión americana ante
la guerra mundial). Se insinúa desde Guayaquil la necesidad de formar un
gobierno de concentración nacional para enfrentar la invasión peruana.
Se presenta la propuesta
tripartita de mediación, con fecha 10 de julio por parte de E.U., Brasil,
Argentina, orientada a que las fuerzas de los dos países se retiren 15
kilómetros de la línea del statu quo. Como observadores se propone a los
agregados militares de los países en conflicto. A criterio del Gobierno esta
propuesta no llena las expectativas pacifistas del Ecuador, por cuanto no
consulta la solución global del problema. El Perú se complacía con la demora.
Se publica un manifiesto del partido conservador pidiendo a sus miembros
trabajar junto al gobierno para ir a la victoria. Al final la propuesta fue en
el sentido de crear una zona neutral de 30 kilómetros; 15 a cada lado.
Las noticias de la prensa
eran las únicas que mantenían informados a los ecuatorianos sobre la situación
del país. De parte del ministerio de Defensa había un silencio total; de parte
del gobierno, de vez en cuando la oratoria untuosa defendiendo el derecho que
le asiste al Ecuador y su permanente apego hacia la paz. Los mandos militares
haciendo coro al presidente. “La actitud de los soldados ecuatorianos debe
encuadrarse en la actitud pacífica de América” afirma el coronel Luis Rodríguez
al felicitar a sus soldados.
El 12 de julio, mientras los aviones peruanos
volaban en la frontera, el Perú aceptaba con reservas la mediación de los tres
países. En este mismo día, el gobierno de Arroyo establece mediante decreto “La
Junta Patriótica de Cooperación para la Defensa Nacional”. La componen entre
otros: Presidente del Congreso, Presidentes de los partidos políticos,
Arzobispo de Quito, Presidente de la Junta Consultiva de RR.EE., Comandante
Superior de las FF.AA (Urrutia), Gral. Angel Chiriboga Presidente de los
militares en Servicio Pasivo, coronel Carlos Guerrero, presidente de la Cámara
de Industriales, Directores de los diarios.
La función de la Junta, asesorar al Gobierno en
temas de defensa, recaudación, custodia e inversión de las erogaciones
realizadas y elaboración de reglamentos. En el campo de la defensa, el comandante del Ejército era juez y parte del problema. En los otros campos, que asesoramiento podían dar si la decisión del gobierno era permanecer con los brazos cruzados hasta que su aliado y amigo, los
Estados Unidos, le resuelva los problemas en aras de la defensa continental.
Posiblemente la presencia
del general Chiriboga debe haber influido en el mando militar para que
“solicite” la creación de una brigada de Infantería que pueda emplearse en la
provincia de El Oro. La solicitud aceptada por el gobierno se transforma en
orden telegráfica remitida por el Comandante Superior del Ejército: “Ante
situación Gobierno decide crear V brigada que comandará coronel Luis Rodríguez”[35].
En el telegrama se
dispone la conformación de la brigada, con un batallón de carabineros tomado de
Guayaquil, dos batallones de infantería que marcharán desde Quito, el grupo de artillería “Mariscal Sucre”. Además, se subordinan a la brigada, los escalones
de seguridad de El Oro y Loja. Se nominan en este telegrama los mandos de las
diferentes unidades. En realidad,esta brigada no llegó a materializarse nunca. El resto de unidades estaban en el interior del país; es
decir, el 30% combatiendo y el 70% cuidando que el Presidente de la República
no se caiga del puesto. ¡Qué ironía! La conformación de la V brigada fue un
fracaso del mando militar, al igual que la conducción del conflicto y la
absoluta subordinación al mando político del país que les llevó al
incumplimiento de su deber para con la Patria.
Al hablar del cumplimiento
del deber, El Comercio decía: “En un Estado que reconoce una organización que
tiene un sentido político y social, las fuerzas no pueden marchar dispersas; es
el Estado que tiene su representante legítimo, el Gobierno, el que asumirá, la
grave responsabilidad de la hora, pero también la necesaria unificación del
deber”.[36]
Armarnos: No es un grito de
guerra, es una voz de previsión- dice el editorial de El Comercio de 13 de
julio: “Hasta ahora hemos confiado demasiado en que la justicia que nos asiste
sea suficiente argumentación para defender la causa y el derecho del Ecuador”…”
Debemos percatarnos de que la necesidad que tenemos de que el enemigo nos encuentre
preparados”…” Tenemos que armarnos, tenemos que recibir la agresión sin la
desproporción de que han querido abusar ahora los peruanos y que ha encontrado
su justo castigo en la valentía de nuestras tropas.” “Entonces una consecuencia
se desprende de todo lo acontecido y es la de que no es un gobierno ni es un
régimen, sino una nación que tiene que tomar medidas para su defensa. Termina
diciendo “Armarnos debe ser la divisa de los ecuatorianos ahora”.
En el campo internacional,
Chile, un país históricamente identificado con el Ecuador, aprobaba , en algún
momento, los puntos de vista peruanos.
El resentimiento nacía del hecho de no haber sido tomado en cuenta por los
Estados Unidos en la conformación de los países mediadores. “El Imparcial” de Chile decía: “Nada pudo
impedir que nuestro país hubiera, siquiera, merecido el honor de ser
consultado, como lo ha sido en toda ocasión, circunstancia esta que hubiera
dejado a salvo su prestigio en el continente”.
Posiblemente la posición
chilena puesta de manifiesto por la prensa hace que desde Brasil se ponga en
conocimiento de Chile la propuesta de los países para prestar sus amistosos
servicios. El gobierno chileno manifiesta que antes de proponer a los dos
gobiernos, el retiro de sus tropas a 15 kilómetros de la línea del statuo quo,
se recomiende la adopción de medidas adecuadas para evitar la reiteración de
actos hostiles circunstanciales como los que se han cometido. En definitiva,
propone la utilización de los acuerdos interamericanos ya existentes para este
tipo de situaciones, entre ellas, la Convención de Mayo de Santiago de Chile,
la Convención Interamericana de Conciliación y Arbitraje de enero de 1929 de
Washington, la Conferencia de Paz de Buenos Aires de 1936.
La prensa insiste en la
necesidad de armar inmediatamente al Ejército. “Los grandes acontecimientos no
se hacen solamente a base de entusiasmo, ni siquiera de deber, sino con la
preparación conveniente que debe anteceder a toda acción que sea resultado
también de la inteligencia”.[37] Sobre el comportamiento
del país y la entrega total del pueblo a su causa, sin la respuesta del
mandatario, Benjamín Carrión decía en una de sus cartas que se publican en El Comercio: “Esta lección urgente, imperativa, importa una
correlación de deberes, que vaya un poco más allá de la palabra sonora, del
discurso numeroso, con periodos prolongados en tres rebotes líricos, que se
extienden como los círculos de la piedra en el lago, como los temas musicales
en la fuga.”
El círculo de la información
se cierra mucho más, la censura de toda actividad militar se pone de moda en la
política del Gobierno. “El pueblo ecuatoriano, este pueblo que lo da todo,
quisiera que no se le oculte sistemáticamente, todo lo que ocurre en torno a su
existencia, como en una logia masónica o una organización de Ku Klus Klan, el
pueblo intuye que para nada le sirve el secretismo. Además, lo ha comprobado
ya. El pueblo adivina que, tras el secretismo, siempre hay algo inconfesable y
turbio. Que esta inmensa puesta de pie del pueblo, sirva para algo más que para
tener auditorio propicio- no conseguido antes- para pronunciar discursos,
sabidos antes de escuchado. El pueblo está listo para el sacrificio, listo para
la salvación de la patria. Entréguensela verdades, dénsele confianza. Y en la hora,
dénsele armas.”[38]
Se incorpora a la Junta Patriótica el general Telmo Paz y Miño, el mismo que,
junto al general Ángel Chiriboga, lideraron el Ejército en las décadas del 20 y
30. Se hace público el procedimiento propuesto por los mediadores para el
retiro de las tropas, en tanto que el Perú sigue acumulando fuerzas. En el
ámbito internacional, el Perú había logrado crear un ambiente adverso al
Ecuador, consolidando la idea de que la justicia estaba de su lado; nuestra
Cancillería acumulaba notas de protesta.
Se acepta por parte del Perú el retiro
de tropas, por cuanto-dice en su comunicado-
este se refiere simplemente a fuerzas militares acumuladas en las
fronteras de Zarumilla y Cazaderos. Entre líneas, el Perú quería fijar la
frontera oriental, por ello solo habla de Loja y el Oro, y quería anular por
completo cualquier intención de mediación de los tres países americanos. Trata
de suplantar al Ejército presente en la frontera bajo el disfraz de una Guardia
Civil, con el fin de mantener sus mismos efectivos.
El Perú busca conseguir que
la zona neutral propuesta por los mediadores este delimitada por líneas
ocupadas en 1936, refiriéndose de esta manera al Acta de Lima de dicho año,
según la cual los dos países se comprometían a respetar sus posiciones, es
decir, la ubicación de los puestos avanzados que habían alcanzado las
incursiones en la región oriental. Piden que las posiciones para el retiro de
las tropas lo fijen comisiones de los dos países, lo cual, en otros términos era
imposible. Por su parte la Cancillería ecuatoriana con demasiada ingenuidad (o
disposiciones del presidente) acepta dar
todas las facilidades del caso para que se realice la separación de las
fuerzas. El 20 de julio, el Perú pretende la indefinida postergación del
arreglo limítrofe, para lo cual, busca eliminar toda intervención de los
mediadores.
Recién el 22 de julio se
reúne por primera ocasión la Junta Patriótica para la Defensa Nacional. Se
conforman algunas comisiones: Información y Propaganda, en la cual se incluye
el coronel Francisco Urrutia Suárez; es decir, el Comandante Superior del
Ejército en una comisión que no podía ser cumplida, debido a la prohibición
expresa del gobierno de entregar información de carácter militar sobre el
conflicto. Y, propaganda, de qué?. En la comisión de defensa constan: general
Telmo Paz y Miño, coronel Carlos Guerrero y nuevamente el coronel Urrutia. En
la comisión de Relaciones Exteriores el general Chiriboga.
La Provincia de El Oro en manos de los peruanos.
El 23 de julio a las 02 y 30
de la madrugada se reinician los fuegos en la frontera, haciendo caso omiso de
cualquier presencia mediadora. Al día siguiente se emite el primer comunicado
oficial de la Cancillería ecuatoriana informando “que ya tenía conocimiento
sobre los preparativos de un nuevo ataque de artillería y aviación,
consumándose éste con un ataque repentino y simultaneo, sin motivo ni pretexto
alguno”. Efectivamente, el gobierno conocía desde hace tiempo que el Perú
preparaba la agresión. La prensa nacional y extranjera lo hicieron público, el
Cónsul del Ecuador en Paita hacía conocer pormenorizadamente, día a día, los movimientos de las tropas peruanas; sin
embargo, el gobierno siguió creyendo en el apoyo de los Estados Unidos y los
mandos militares no movilizaron unidad alguna desde el interior de la
república.
A Loja llegó el batallón “Carchi” recién el día jueves 24 de julio,
con personal acuartelado hace cuatro meses atrás. Desde Argentina, país
comprometido en la mediación, se envía un telegrama pidiendo al Ecuador que "cese sus hostilidades". Definitivamente, la información del conflicto, desde el
Perú, estaba adecuadamente canalizada. En nuestro país, “la critica convertida
en sistema político, hace del problema limítrofe tema de conversación
callejera, que no se detiene en el comentario que implicaría el entusiasmo del
ciudadano por las cuestiones que le atañen tan íntimamente, sino que se
convierten en comidilla y hasta en intriga política de la peor especie cuando
no en calculo estratégico que confina en lo ridículo.”[39]
Para respaldar su ataque al
Ecuador, el Perú, oficialmente informa que en un frente de 50 kilómetros, las
tropas ecuatorianas han atacado, produciendo numerosas bajas en las tropas de
su país. El corresponsal de guerra de El Comercio hace conocer telegráficamente
de la muerte del mayor Galo Molina[40] en Quebrada Seca y
advierte la presencia de tropas japonesas en el frente. Oficialmente no hay
información, en su defecto, el gobierno dispone a la policía que controle los
precios especulativos del mercado
.
El 25 de julio, la prensa
informa sobre el llamamiento al servicio activo a los ciudadanos nacidos entre
1916 y 1919. El decreto ejecutivo no se publica en el registro oficial, en su
contenido se dice que el llamamiento es para fines de instrucción. El subsecretario
de Defensa, coronel Heliodoro Sáenz, lee el decreto a través de radio Quito y
manifiesta “que el gobierno ha tenido que hacer una labor callada, una labor
que por el bien del país, no debía pregonarse a los cuatro vientos….”[41]
La cohesión es un imperativo
en estos momentos. La vida civil ecuatoriana es en tiempo ordinario,
demagógica, arbitraria y desorganizada. Cada ciudadano es un caudillo y cada
partido un elemento de desorden. Ha llegado la hora de tomar conciencia del
deber ciudadano[42].
El New York Times decía: “la guerra entre dos naciones americanas es una
amenaza para todas. Y de hecho-decía- hay fundados motivos para creer que los
nazis esparcieron las chispas del conflicto”.
El 26 de julio, la esposa
del presidente Arroyo (Elena) es nombrada “madrina de guerra”. Había
que celebrar el acontecimiento bélico. El cañonero “Calderón” fue atacado por
buques peruanos a la altura de Jambelí. Se inicia el éxodo de la población
fronteriza por disposición del mando militar.
El sábado 26 de julio, a las
seis de la tarde, el jefe de la V Zona Militar recibió la disposición de cesar
el fuego en todo el frente, así lo disponían los países mediadores. El mensaje telegráfico
del coronel Urrutia al comandante de la Zona Militar, coronel Rodríguez: “Ahora
que usted tiene relativa tregua, quiero expresarle mi cordial admiración a
usted, sus oficiales y tropa que se han portado fieles hasta último momento.
Serán citados con honor en Orden General. Las angustias del mando las hemos
compartido, sin poder improvisar lo que el Ecuador en 120 años dejo de hacer
para capacitarse para la defensa armada de su territorio. En mis órdenes fui
tenaz en exigir sacrificios para salvar el honor del Ejército….”[43]
Desparpajo del comandante: Cuales fueron sus ordenes? Acaso no se capacitó para la defensa del país? Acaso
no conoció la historia del Ejército
antes de mandar a la Institución? Acaso no se acordó de la movilización de
14.000 hombres realizada por Alfaro en 1910?.
¿A dónde hemos ido con esta
política de imprevisión eterna empujada por las pasiones mas malsanas de la
vida cívica de un pueblo?, se pregunta la prensa, y se responde, “a
presentarnos hoy en el campo de combate adonde nos ha llevado arteramente la
astucia de nuestros enemigos, en manifiesta inferioridad de condiciones que
hacen más admirable el espíritu de sacrificio de nuestros bravos soldados……
Traición a la Patria han sido las continuas alteraciones del orden público que
no nos ha dejado tiempo para armarnos, organizarnos, prepararnos. Las
“reivindicaciones” patrióticas han desparramado los fondos de la nación en
gastos que han ido a producir la riqueza de unos cuantos logreros políticos que
abusaron de la candorosidad de este público nuestro, mientras la nación quedaba
cada vez más escueta, más desamparada y a merced por lo mismo de todas las
audacias.[44] Clara radiografía de la realidad del país.
En una crónica de episodios
nacionales se dice sobre Arroyo: “Desde Córdova, pasando por el 9 de julio,
hasta Martínez Mera, la personalidad de Arroyo del Río queda desdibujada.
Permaneció cubierto de su escafandra. Alguna vez ponía el dedo en el tapete y
lo retiraba tan pronto como empezaba la estridencia del cubileteo, ora
acelerando, ora deteniendo el espíritu, sin arriesgar ni exponer la cabeza
hacia adelante o hacia atrás. Con recelo, con marcada desconfianza, como
pensando que, en la vida de la humanidad no se realiza nunca la finalidad que
el hombre se propone en sí mismo, se espera en el auxilio de los demás. Por eso
el Dr. Arroyo no ha sido nunca el personaje de su propia fantasía”.[45]
Se publica la muerte de dos
oficiales carabineros en Quebrada Seca: subtenientes Antonio Gómez y Héctor
Cordovez. El 30 de julio volvían a
bombardear las ciudades de Machala, Pasaje y Puerto Bolívar. Sobre Guayaquil
sobrevuelan aviones peruanos realizando actividades de operaciones psicológicas
a través de hojas volantes que incitaban al pueblo a que se levante contra el gobierno
constituido (a esta altura del conflicto, ya no era necesario). “La aviación
fue tomada por los ecuatorianos como una adquisición útil que serviría para
aligerar las comunicaciones y disminuir distancias; no había de ser instrumento
para la destrucción. Pacifistas candorosos hemos comprendido dolorosamente y
tardíamente el error en que nos encontrábamos”…[46]
“…No es tampoco totalmente
culpable un país por haber depositado su confianza en los ideales americanos de
paz, en las resoluciones firmadas por las 21 naciones americanas en las
diferentes conferencias realizadas últimamente, en las palabras de amistad y
fraternidad americanas que tantas veces se han escuchado en los últimos años,
en los últimos meses, en estos días. Reconozcamos que todos hemos pecado contra
la Patria en una u otra forma, por comisión u omisión.[47]
El Presidente del Brasil
Getulio Vargas lamenta los acontecimientos. Edward Tomilson historiador americano escribe: “Ecuador, Colombia y
Venezuela son para el canal de Panamá, lo que Egipto es para el Canal de Suez.
Cualquier influencia política o económica que afecte a estos países, de
cualquier parte hostil a los E.U. será un puñal que amenace el corazón del Tío Sam” Se complace porque las misiones militares de Italia hayan sido
reemplazadas por los americanos.
Sin lugar a dudas, la campaña de información
diplomática, militar y de la prensa peruana estaba destinada a convencer al
mundo de que el Ecuador era el país agresor
y vaya que lo lograron. Recién, el 30 de julio se acuartelan los
ciudadanos de acuerdo a decreto ejecutivo. Cuántas de estas levas fueron
movilizadas a la frontera?.
Pero había que guardar la imagen de país amante de la paz: “El Ecuador consecuente con su conducta
internacional, agotó los medios pacíficos y puso fe en la gestión de los países
amigos que ofrecieron sus amistosos servicios, y, en el afán de cumplir la
palabra dada a dichos países de no hacer
nada que agravara la situación internacional, no ha realizado hasta ahora
la movilización, pues, para el servicio de seguridad de frontera destacó
unidades del Ejército permanente que antes del 5 de julio no llegaban a mil hombres”..
“con dolor debo declarar que hemos perdido aproximadamente, unos cien hombres,
entre muertos, heridos y desaparecidos frente a un número muchas veces mayor de
bajas en las filas enemigas”.[48] Vergonzoso comunicado.
La información militar que
debía ser puesta en conocimiento del país había desaparecido; la censura de
prensa es un hecho por parte del gobierno, quien afirmaba que las
comunicaciones con la frontera se habían cortado. La traición a la patria
estaba consumada. Así lo confirma el Congreso Nacional al autorizar al
Ejecutivo para que expida los acuerdos, ordenes y decretos de carácter militar y económico que las circunstancias
exijan, para que tome todas las medidas preventivas y coercitivas en el control
de las publicaciones y noticias emitidas en cualquier forma y para el
mantenimiento del orden público, para remover, nombrar empleados y funcionarios
de cualquier orden o naturaleza, sin consideración al periodo de su duración
que fijare la ley.[49]
Pero claro, el Congreso,
políticamente no puede quedar mal con el país. “Acuerda rendir a nombre del
pueblo ecuatoriano un tributo de gratitud y admiración para esos patriotas y
valerosos conciudadanos que han dado prueba elocuente de amor a la patria”.
Igual acuerdo en homenaje a las provincias de El Oro y Loja y protesta ante los hombres libres demócratas
del mundo por la injusta agresión peruana, por los bombardeos, cañoneos y
ametrallamientos a ciudades abiertas del litoral ecuatoriano y por la ocupación
militar de la provincia de El Oro.- Protesta por el ataque a la Cruz Roja,
ultraje a prisioneros de guerra, incendio de Macará. Asigna 50 mil para los
huérfanos y viudas de los soldados. Decide lanzar un manifiesto a la nación y a
América. Abrir un libro de oro en el Ministerio de Defensa para que consten los donativos realizados para
la defensa nacional; y, ponerse unos instantes de pie en memoria de los
muertos, a más de repatriar los restos del subteniente de reserva Gustavo
Ledesma, fallecido en Talara, por heridas de guerra”[50] . Pura polítiquería,
nunca fueron capaces de exigir al Ejecutivo que se defienda la patria. Gustavo
Ledesma fue ascendido pos-morten a teniente de la Guardia Nacional.
Se coloca en disponibilidad
al coronel Francisco Urrutia[51], Comandante Superior del
Ejército, el 4 de agosto de 1941. Nunca estuvo a la altura de las
circunstancias, no fue capaz de movilizar las unidades a la frontera, al haber
adoptado una actitud totalmente sumisa al Presidente de la República. El 6 de
agosto se nombra ministro de Defensa Nacional al coronel Carlos Guerrero[52]. El 8 de agosto se
reintegra al servicio activo a los coroneles Alberto Romero, César Maldonado y
José Suárez[53].
Al primero se le nombra Comandante Superior del Ejército, con fecha 11 de
agosto.
Se reincorpora al coronel Ing. Ricardo Astudillo y se le nombra
comandante de la IV Zona Militar. Se organiza la V Zona Militar con asiento en
Loja al mando del coronel Heliodoro Sáenz, quien se desempeñaba como
subsecretario en el ministerio de Defensa. El nuevo mando militar logró
conseguir que las unidades militares inmovilizadas por el Gobierno, se
desplieguen con algún sentido de empleo militar. En Guayaquil se elaboraba un
plan de defensa de la ciudad.
Se nombra una comisión especial investigadora compuesta por el general Juan Francisco Orellana, general Luis
Telmo Paz y Miño, y doctor Luis Fernando Montalvo. La frontera seguía ocupada
por tropas peruanas.[54] No conozco de ningún
informe de dicha "comisión especial", posiblemente estén en los documentos reservados. La frontera seguía ocupada por tropas peruanas.
En el mes de agosto, con
mediadores y todo, son atacadas las guarniciones orientales. En Nuevo
Rocafuerte son tomados prisioneros y trasladados al Perú los médicos de la unidad
Héctor Fabara y Luis Cartagenova, los tenientes Washington
Baquero, Ignacio Aguirre, Luis Acosta, Víctor Freire; subtenientes: Alberto
Vinueza, Alfonso Lituma y alférez Galo Andrade. “Por sobre aquellos coroneles,
o prescindiendo de ellos, las hostilidades continúan. Lo único que obtuvieron
fue que el Ecuador desmovilizara sus reservas, con las cuales por lo menos
hubiera defendido varias posiciones sobre las que avanzan las tropas peruanas.”[55]
En la provincia de El
Oro, ocupan la población del Guabo e intentan incursionar sobre Cuenca.
Porotillos, como antes el Portete de Tarqui, fue el cementerio de los peruanos,
“26 muertos peruanos victimados a mansalva en plena tregua, son la más
flagrante acusación de la alevosía ecuatoriana que tantas veces ha denunciado
el Perú”[56]
México plantea la reunión de
una Conferencia Interamericana para
tratar el asunto limítrofe. Colombia apoya la moción. Perú protesta y
llama a sus reservas, decreta la movilización de ciudadanos entre 20 y 25 años.
Ecuador calla.
Se nombran delegados de los
dos países para establecer una zona desmilitarizada. Por Ecuador viaja a Talara
el teniente coronel Cristóbal Toledo. Se entiende por desmilitarizada, la ausencia de fuerzas de
aire, mar y tierra en esta zona, excepto la Policía Civil vigilada por los
observadores. La definición de la zona no implica reconocimiento presente ni
futuro de título alguno de soberanía o justificativo ulterior para derechos de
posesión. El Acuerdo entra en vigencia a partir de las 12 horas del 5 de
octubre de 1941. La zona desmilitarizada será administrada por autoridades
civiles ecuatorianas, bajo un régimen especial supervisado por los observadores
militares. El acuerdo fue firmado el 2 de octubre.
El límite en el lado
ecuatoriano quedó así: Punta Mandinga-Balao-Tenguel- río
Tenguel-Pucará-hacienda Abañin- Guanazán-Buena Aventura- Celica-
Guayacán-Zosoranga-Cariamanga- Amaluza-Zumba-Chito. La invasión peruana había
conseguido sus objetivos, la firma de un Tratado de Paz sería cuestión de
meses. El Comercio de Lima titula “La iniciativa de México y los buenos oficios
de Argentina, Brasil y los Estados Unidos tienen el pecado original de la
parcialidad”.[57]
Se asciende pos-morten al
inmediato grado superior, por merito de guerra, al capitán Galo Molina, teniente
César Chiriboga, subteniente Hugo Ortíz y subteniente Maximiliano Rodríguez.[58] 289 ciudadanos
ecuatorianos tomados prisioneros por el Perú regresan al país. Observadores
militares de los tres países supervisan la zona. La prensa destaca la
incautación de 18 aviones bombarderos que el Perú compró a Noruega en 1939, por
parte de los Estados Unidos, a fin de mandarlos a Rusia. Protestas airadas de
los peruanos. Al día siguiente afirman que la compra se realizó en agosto del
41. Alemania apoya la protesta de Perú por los aviones bombarderos. Publican en
la prensa peruana a oficiales ecuatorianos recibiendo instrucción técnica en
los Estados Unidos.[59]
En la parte administrativa de Fuerzas Armadas, que prácticamente pasa desapercibida en los
registros oficiales, se reincorpora al servicio
activo el capitán de navío Juan F. Anda y se le nombra Comandante General de
Marina.[60] Se convierte en reparto
militar al Servicio Geográfico Militar y se asimila a la categoría de oficiales
y tropa a todos los empleados civiles.[61]
Por
sobresaliente actuación en la guerra se asciende al inmediato grado superior a
los siguientes oficiales: mayor Miguel
A. Estrella, capitán Gabriel Mogrovejo, capitán Moisés Oliva, capitán Nelson
Chiriboga, capitán Julio Cabrera, teniente Jorge Gortaire, teniente Leonidas
Plaza, teniente Ángel Zurita, subteniente Alfredo Zurita y teniente Víctor Aulestia.[62] El teniente Plaza que
pasó toda su carrera militar en el exterior, realiza declaraciones en las
cuales afirma que el Ejército “estaba totalmente armado y equipado y que ha
ganado todos los combates”. Sus declaraciones fueron publicadas con la
aprobación de la censura que manejaba el Gobierno.[63]
Surgen otras prioridades.
El 26 de noviembre fallece
en Santiago el Presidente de Chile Dr. Pedro Aguirre Cerda. Días antes, los
Cancilleres de Argentina y Brasil le habían pedido que su país se una al grupo
de mediadores del conflicto, a fin de tratar el tema en la Conferencia
Americana prevista reunirse en Buenos Aires. Ecuador acepta la mediación. La
posibilidad de que el tema limítrofe se trate en una Conferencia de países
americanos le lleva al Perú a movilizar grandes contingentes de hombres y armas
a Túmbez. En la ocupada provincia de El Oro se dedican a construir una
carretera entre el Guabo y Sabalucal, a 10 kilómetros de Tendales.
El 8 de diciembre Japón
declara la guerra a los Estados Unidos y Gran Bretaña, luego del ataque a Pearl
Harbor. El conflicto limítrofe pasó a un segundo plano. La prensa informa que
las fuerzas militares del Ecuador darán seguridad a las terminales aéreas de
Panagra(compañía aérea americana). Todos los gobiernos de América respaldan a los Estados Unidos.
El
Gobierno ecuatoriano afirma que está decidido a cumplir todos los deberes de
cooperación Panamericana; sin embargo, el litigio con el Perú-se dice- podría
no ser tratado en la Conferencia, la misma que ya no se realizaría en Buenos
Aires, sino en Río de Janeiro, bajo la presidencia del Canciller Arhana. “Estoy
bien informado de las diversas pruebas por las que se ha manifestado la
resolución ecuatoriana de fortalecer a base de los compromisos existentes la
solidaridad entre las repúblicas americanas en la comunidad de sus propósitos,
lo que probará ser uno de los más
fuertes pilares de la defensa de nuestra libertad”- dice Roosevelt al contestar
la carta de adhesión del presidente ecuatoriano.
Una evidencia se pone en
claro, a Estados Unidos le urge la reunión de los países de América, la guerra
con el Japón es una guerra contra América. Perú se complace con el retardo para
tratar su tema. La opinión pública, a través de la prensa pide a la Cancillería
que actúe. Es necesario que culmine el conflicto entre Ecuador y Perú afirma el
candidato a la Presidencia de Chile. Se planifica la Conferencia de Río sin
incluir en ella ningún aspecto relacionado con la agresión peruana. La Cancillería hizo mutis por el foro.
A finales de diciembre, sin
importar lo que venía sucediendo en El Oro, en donde los peruanos se dedicaban
a incendiar instalaciones en Guabo y Pasaje, los partidos políticos buscaban enfrentar a policías y militares. Pedro Saad
es detenido. Con mucho acierto se ha dicho, que la democracia es la doctrina
más expuesta a la inestabilidad, que es la conductora de los mayores males que
pueden sufrir los pueblos. Se aprueba el presupuesto del Estado para 1942, en
el rubro Ministerio de Defensa se asigna un monto similar al del año de 1941;
es decir, 24,6 millones. Para el estadista Arroyo, en este campo no había
pasado nada.
El año de 1941 estaba
terminando, la tragedia política del país a lo largo de la historia, y muy
especialmente a partir de 1930, le había conducido a que su suelo sea invadido,
ultrajado y desmembrado. La falta de concatenación de deberes y
responsabilidades entre quienes se preciaban de dirigentes, la presencia de
partidos que proclamaban la exaltación patriótica, pero que buscaban la
revuelta que les diera réditos, la absoluta sumisión y el temor de los mandos
militares al Gobierno de turno, un Congreso elegido fraudulentamente, fueron
entre otras, las causas que precedieron a la impunidad de la invasión peruana.
Si bien es cierto que América se sorprendió por la forma en que el Ejército
peruano procedió con la población civil y con los bienes de los habitantes de
El Oro, no fue nunca contundente para intervenir en apoyo de un país, cuyo
gobernante creyó, con ceguera absoluta, que su “amigo”, la primera potencia del
mundo, impediría la agresión peruana; lo que es más, establecido el choque
armado en la frontera, la invasión formal se efectuó cuando los países “amigos”
convinieron en la cesación de hostilidades, que respetada por el Ecuador dio
paso a la ocupación de la provincia de El Oro.
La política del gobernante
fue de silencio absoluto, de enclaustramiento, de sometimiento, incapaz de
viajar y hacer conocer la situación del país en el ámbito internacional,
incapaz de hablar con quien le prometió seguridad, incapaz de disponer la
movilización nacional por el temor de ser sacado del poder. Los informes
militares, la prensa nacional, el fervor cívico de sus ciudadanos, los hechos
sucedidos en la frontera, especialmente en la región Oriental, desde 1936, por
parte de los peruanos, no fueron suficientes para que el gobernante entienda que la invasión venía siendo preparada y
anunciada desde 1938. Su despropósito lo quiso endilgar al Ejército Nacional a
través de su “lacrimoso”[64] libro que lo tituló “Por
la pendiente del sacrificio”, al cual con la altura y conocimiento de la historia lo contestó el
general Marcos Gándara Enríquez, en su obra “El Ecuador del año 1941 y el
Protocolo de Río”. Con sobrada razón el general Gándara lo encuentra “gran
culpable de abandono del cumplimiento de su deber, como gran culpable había
sido, antes, de omisión de la preparación de la Defensa Nacional, susceptible,
por tanto, de ser juzgado por Traición
a la Patria en grado máximo”[65]
Después de la agresión. El Tratado de Río de Janeiro.
El año de 1942 se inicia con
un reconocimiento a la acción naval de Jambelí, mediante el ascenso, por mérito
de guerra, a capitanes de corbeta: Rafael Morán Valverde y Abraham Game; a
alférez de navío: César Endara Peñaherrera, Manuel Nieto Cadena, Humberto Game
Piedra, Efraín Cornejo Sánchez y Sergio Pazmiño Egas.[66] Por acciones de guerra se
asciende al grado de teniente a Carlos Meneses; a subtenientes, Manuel Pinto y
Oswaldo Montaño[67]
Con fecha 27 de enero de
1942 se nombra como ministro de Defensa Nacional al coronel Alberto Romero, en
reemplazo del coronel Carlos Guerrero, quien en su renuncia aconseja al presidente firmar el Protocolo de Río, dadas las circunstancias de ocupación de
la provincia de El Oro y la absoluta falta de presupuesto para las Fuerzas
Armadas. Como Comandante Superior del Ejército se nombra al coronel Ricardo
Astudillo.[68]
En el aeropuerto de Salinas se crea la Escuela Militar de Aeronáutica con fecha 26 de enero de 1942.[69]
La absoluta falta de
responsabilidad de Arroyo para defender el país, convencido de que “su amigo”
los Estados Unidos impediría cualquier acto de guerra contra el Ecuador, nos
llevó a la firma del Protocolo de Río de Janeiro. “El Ecuador ha cumplido hasta
hoy (25 de julio 1941) su palabra dada a las tres naciones americanas que, en
nombre de la fraternidad continental, le pidieron no hacer nada que pudiese
perjudicar la armonía del nuevo mundo.”[70]
Estos mismos países
mediadores, a la cabeza de los cuales se encontraba Estados Unidos, se
olvidaron de la agresión peruana. Le recordaron al Ecuador que “era imposible
dejar de tener en cuenta ciertos hechos” […]
y que “sería inamistoso ocultarnos la imposibilidad de prescindir de las
realidades”[71]
, con lo cual, se dio paso a que el tema limítrofe sea tratado al margen de la Conferencia Interamericana y se obligó
a nuestro país a ceder a las pretensiones peruanas, manteniendo como garantía
de cumplimiento al territorio ocupado de la provincia de El Oro.
A las dos de la mañana del 29 de enero, como colofón de la Tercera Reunión de Consulta, se firmó el Protocolo de Río de Janeiro. Las consecuencias de su firma llevaron a la
pérdida de nuestro territorio, respecto al establecido en 1936, al uso de su
infamia en beneficio de una política barata y mentirosa, al conflicto de 1981 y
al famoso “Pacto de Caballeros” que fue en última instancia el documento sobre
el cual se trabajo en la firma de la paz, luego del triunfo militar ecuatoriano
en el conflicto del “Cenepa”. El doce de febrero de 1942, a las 3 y 25 de la
tarde se suscribió en Machala el Acta de devolución de El Oro. “Aquello que
pudo pensarse que constituiría una asamblea de la solidaridad hemisférica que
empezaría por restablecer el derecho vulnerado casa adentro, se tornó para el
Estado ecuatoriano en el antro de una innoble conjura”[72]
El Congreso Nacional aprueba
el Protocolo de Río de Janeiro, con
fecha 26 de febrero de 1942. F) Julio E.
Moreno[73]. En la Cámara del Senado
votaron en contra, el coronel ingeniero Sergio Játiva, el mayor Luis Benigno
Gallegos y el Dr. Luis E. Vela. En la Cámara de Diputados hubo 9 votos en
contra, entre ellos, el del coronel Humberto Albán.
Los años posteriores al conflicto.
La firma de un infame
Protocolo de paz, luego de un conflicto en el cual nunca pudo emplearse el
Ejército en su plena capacidad, debe haber dejado huellas muy profundas en los
oficiales y tropa; sin embargo, las actividades que se desarrollan a partir de
su firma, al interior de la Institución militar, no revelan un deseo de mejora
sustancial en cuanto a su organización, funcionamiento y preparación de sus
miembros para el cumplimiento de la misión dispuesta en la Constitución de la
República.
En el área de preparación de
las reservas se organiza dos cursos para oficiales de Infantería y Caballería,
y dos cursos para sargentos de Artillería e Ingenieros. (74)
En la legislación militar se
decreta una nueva Ley de Situación Militar y Ascenso[75], con muy pocos cambios
respecto de la anterior. Una Ley de Guardias Nacionales con la finalidad de
instruir a los ecuatorianos que no hayan servido en la Institución militar[76], la Ley Orgánica de
Justicia Militar y el Código Penal Militar, con fecha 4 de abril[77], una Ley de Servicio y
Trabajo Obligatorio en las Fuerzas Armadas con fecha 4 de mayo[78], un reglamento para
Cursos Intensivos de Información para oficiales de Sanidad[79], y un reglamento para el
Empleo y Adiestramiento de los Menores Repartos de Infantería.
Se publica la Ley Orgánica para las Fuerzas Armadas, en
la cual se mantienen los mismos órganos de mando y las mismas funciones y
responsabilidades del Comando Superior del Ejército y la Aviación, del Estado
Mayor General y de las Zonas Militares[80]; es decir, no se realizó
ninguna evaluación de los hechos ocurridos en la frontera, de los que tanto se
quejaba el coronel Urrutia. Entre lo destacable está la graduación del primer
curso de pilotos en la Escuela Militar de Aviación, con sede en Salinas, bajo
la supervisión técnica de la Misión Militar de los Estados Unidos, en enero de
1942; en junio se gradúa un segundo curso y en julio se inicia un tercero en la
ciudad de Quito. A finales de año se aprueba el presupuesto para el ministerio
de Defensa Nacional por 35,9 millones de sucres.
En los primeros días de
enero de 1943, llegan desde los Estados Unidos, tres aviones AT-6 adquiridos
por el Gobierno, al mando de pilotos ecuatorianos entrenados en dicho país, en
base al acuerdo de cooperación vigente. Asimismo, a la ciudad de Guayaquil
llegan por vía marítima 12 tanques Marmon Harrington “de doble comando y motor
de seis cilindros a gasolina”[81]. El arribo de este
material da lugar a la formación del primer curso de Caballería mecanizada para
oficiales y tropa, a funcionar en el grupo de Caballería No 2 “Gral. Dávalos”.
Sus instructores son oficiales preparados en los Estados Unidos: tenientes
Reinaldo Varea, Carlos Arregui, Andrés Arrata, Alberto Serrano. Entre los
alumnos consta el subteniente Alberto Donoso. La duración del curso fue de
cuatro meses.[82]
Un segundo curso solo para tropa se inicia en julio, con una duración de cinco
meses. Se organiza la Escuela de Transmisiones, anexa a la Escuela de
Artillería e Ingenieros, con personal de tropa y civiles.[83] El 4 de junio de este
año, ingresan al puerto de Guayaquil, dos unidades navales que se incorporan al
servicio de la Marina de Guerra, entregadas por los Estados Unidos para funciones
de patrullaje. Pasan a denominarse como “9 de octubre” y “5 de junio”.[84]
La influencia de la Misión Militar
de los Estados Unidos, más la participación de esta nación en la II Guerra
Mundial da lugar a disposiciones que se emanan desde los altos organismos de
defensa. En el Registro Oficial 800 de 28 de abril 1943 se publica el siguiente
decreto: “Por resolución de la Junta Interamericana de Defensa se prohíbe que
ningún departamento gubernativo ecuatoriano publique, transmita o emita
noticias que se relacionen con la Defensa Continental o con las Fuerzas Armadas
nacionales”. Organismos supranacionales gobernando el país.
Mediante decreto ejecutivo,
se declara obligatoria la instrucción premilitar para todos los
establecimientos públicos o particulares de educación durante los periodos
lectivos del primero al cuarto curso, con alumnos de doce años en adelante;[85] mientras tanto, por los
malos resultados obtenidos por el Colegio Militar, como colegio de enseñanza
secundaria, y no haber correspondido al fin único de formar subtenientes, se
deroga el decreto supremo de 7 de agosto de 1937. Se mantiene el nombre y
pasará a ser el Instituto de reclutamiento de oficiales para las Fuerzas
Armadas.[86]
La misión militar pasa a asesorar a este instituto.
La materialización de la
Escuela de Aviación en Salinas, la graduación de algunos cursos de pilotos, y
las necesidades administrativas para su funcionamiento, determinan la necesidad
de desligar del Ejército a la Inspectoría de Aviación, la misma que,
conjuntamente con el Departamento de Aviación del Ministerio de Defensa, pasan
a constituir el Tercer Departamento, con el nombre de Comandancia General de Aeronáutica, mediante
decreto ejecutivo 2091 de 31 de diciembre de 1943. Fue nombrado como comandante,
el oficial del Ejército, mayor Bayardo Tobar Albuja.
El 16 de diciembre de 1943,
el gobierno de Arroyo, que nunca se preocupó siquiera de evaluar las
consecuencias del conflicto con el Perú, decreta la formación de una Comisión
Nacional “que se encargue de examinar los problemas de la postguerra mundial
que concierne al Ecuador, tanto desde el punto de vista particular como en
relación con los demás países americanos y con los de otros continentes”[87]. La constituye con los
ministros de RR.EE, Hacienda y Previsión Social. Un delegado de la Corte
Suprema de Justicia, presidente, un delegado de la Junta Consultiva, ex
ministros de Relaciones Exteriores, Hacienda y Previsión Social de los
regímenes constitucionales que hubieren ejercido sus funciones en los seis
últimos años.
También se integran el rector de la Universidad Central, el Presidente de la Comisión Ecuatoriana
de Cooperación Intelectual, el presidente del Banco Central, un delegado de los
bancos particulares, consultor jurídico de Relaciones Exteriores, un miembro de
la Comisión Nacional ecuatoriana para la codificación del Derecho Internacional,
el Presidente del Instituto Nacional de Previsión y un delegado del Consejo
Nacional de Economía. Que cinismo verdad? El análisis de la guerra y sus
consecuencias en manos de la burocracia.
No contento con ello, en contribución
a la defensa continental, permite el alistamiento de voluntarios ecuatorianos
para enrolarse en las fuerzas armadas norteamericanas, previa autorización del
ministerio de Defensa Nacional.[88] Que contradicción del mandatario, en la
guerra con el Perú, no permitió el empleo de las unidades militares. Se aprueba el presupuesto de
las Fuerzas Armadas para el año próximo, en 49. 2 millones de sucres
La caída del gobierno traidor. 1944
.
Los registros oficiales
correspondientes al mandato de Arroyo del Río se publican hasta el 10 de mayo
de 1944. En este lapso, no hay noticias importantes relacionadas con las
Fuerzas Armadas. La revolución de mayo da al traste con el gobierno traidor a
la patria, comandado por Carlos A. Arroyo del Río.
El alzamiento de armas se
inicia en Guayaquil, el domingo 28 de mayo. El grupo de Artillería “Villamil” y
el batallón de Infantería “Carchi”, atacaron el cuartel de Carabineros, el
mismo que opuso una cerrada y planificada defensa. Apoyaron el ataque, el batallón de
Ingenieros “Chimborazo” y un reparto de la Infantería de Marina. En Riobamba
plegaron el batallón de ingenieros “Gral. Córdova” y el grupo Mecanizado. En Cuenca se pronunciaba el batallón de ingenieros Esmeraldas.
El martes 30 se constituye una Junta civil y militar en Guayaquil. Por el Ejército se nombra al capitán Sergio Enrique Girón, del batallón Carchi. El coronel Humberto Rosales, jefe del Estado Mayor General de las FF.AA., nombra al coronel Aquilino Vásconez como jefe de las fuerzas militares con la misión de develar el golpe en Guayaquil. Se intentó llevar tropas desde El Oro y Riobamba para contrarrestar el alzamiento, pero nunca se logró conseguir que estas tropas sean trasladadas hasta Guayaquil.
Enfrentamientos entre militares y carabineros se produce en varias ciudades del país, al igual que enfrentamientos de ciudadanos civiles con los carabineros, en los cuales se dan muertos y heridos. Arroyo dimite ante el Consejo de Estado. El ministro de Defensa, a nombre de las Fuerzas Armadas hace conocer al país sobre su renuncia. Se estima que el resultado de la toma del cuartel de Carabineros
causó 120 muertos y 200 heridos; de estos, 7 muertos y 34 heridos correspondían a las Fuerzas Armadas. [89]. Muertos y heridos que podían haberse evitado si el principal culpable de la traición a la patria hubiese dimitido su cargo, luego de su ruin papel en la defensa nacional; en vez de ello, los carabineros y los pesquisas, cumpliendo las ordenes dictatoriales del Presidente de la República , persiguieron a tirios y troyanos.
Inicio de la época velasquista.
“Que el Ejército ecuatoriano
interpretando el unánime deseo del pueblo, destruyó un aparente orden legal,
basado en el Decreto Legislativo de Facultades Omnímodas, violatorio de la
Constitución de la República, en el que se apoyó un Gobierno, fruto del fraude
electoral, para atentar contra las libertades políticas y preparar el más
escandaloso escarnio del sufragio, llegando a impedir que uno de los candidatos
a la Presidencia de la República entrase al Ecuador”[90], reza uno de los considerandos que contiene el decreto mediante el cual, asume la jefatura suprema de la Nación, el Dr. José María Velasco Ibarra.
Convoca a una Asamblea Constituyente
para el 10 de agosto y pone en vigencia la Constitución de 1906. Nombra
como ministro de Defensa Nacional al teniente coronel Carlos Mancheno. Se da de
baja a dos generales, 11 coroneles y 4 tenientes coroneles, inicialmente. Se
derogan las leyes expedidas por Arroyo, el 11 de mayo de 1942, relacionadas con
la Institución militar. Se ponen en vigencia las leyes de 1938 y el Código de Procedimiento Penal de 1923”[91]
Se desconoce el grado de
general a los señores Alberto Enríquez Gallo, Alberto Romero, Ricardo Astudillo,
Marco León, Aurelio Baquero, Ricardo Villacreces y Guillermo Freile. Igual
camino para 11 coroneles, entre ellos Octavio Ochoa, Virgilio Guerrero. Se
quita pensión militar por un año a varios oficiales, se declaran desleales a
las FF.AA. a los ex miembros de la Corte de Justicia Militar y se les quita las
condecoraciones recibidas a partir de
1935.[92] Estos distinguidos
oficiales se opusieron al intento dictatorial de Velasco en 1935. El general
Enríquez sacó varios remitidos en la prensa nacional, poniendo en orden a
quienes intentaban desmerecer sus actuaciones.
Se crea mediante decreto, una comisión investigadora de manejos punibles en los que se incluye asuntos de carácter político y militar.Se crea un Tribunal de Justicia Especial para su juzgamiento. El 6 de junio se transforma el Cuerpo de Carabineros en Policía Civil.El 21 de junio el Ministerio de Defensa informa que se enjuiciará al comando militar que actuó en los "incidentes de la frontera". Anuncia la detención del coronel Urrutia y la eliminación de generales y coroneles "para poder emprender en la reestructuración del Ejército con oficiales jóvenes". Se procede a detener a Julio Tobar Donoso, Vicente Santisteban Elizalde, coronel Aquilino Vásconez. Fueron llevados al cuartel del grupo de caballería Dávalos y al grupo de Artillería Mariscal Sucre. Se los coloca a ordenes de la comisión investigadora. Fueron puestos en libertad días después, con prohibición de salir de la ciudad.
El decreto afirma que las Fuerzas Armadas han sido víctimas de la traición y deslealtad de un grupo de sus propios miembros, quienes desde sus altos puestos de mando entraron al campo vedado de la política para obtener grados y prebendas. Que permitieron el abandono de las guarniciones militares . Al ser tan general la acusación, es difícil entender hacia donde se dirigen los dardos de la política. Arroyo del Río salió del país hacia Bogotá el 1 de julio acatando el derecho de asilo que le corresponde.
Se dispone mediante decreto el juzgamiento de
todos los ciudadanos que participaron en la dirección de los acontecimientos
militares y diplomáticos que culminaron con el desastre sufrido por el Ecuador
en 1941, a cargo del Presidente de la Primera Sala de la Corte Superior de
Justicia. Se nombra un Tribunal Supremo de Honor integrado por los presidentes
de la Segunda y Tercera Salas, y por los señores Ángel Modesto Paredes, Manuel Benjamín Carrión, Pedro Saad, y por los coroneles Pedro Concha y Rafael Puente.[93]
Se suprime la Jefatura de
Seguridad de El Oro.[94]Se decreta la Ley Orgánica
de las Fuerzas Armadas[95], en la cual se incluyen,
por primera vez, las tres fuerzas: Ejército, Marina y Aviación. Las Fuerzas
Militares están constituidas por Fuerzas Armadas Permanentes, Reservas,
Guardias Nacionales, Guardia Territorial. Se consideran como Armas al Estado
Mayor, Infantería, Caballería, Artillería, Ingeniería y Tropas Especiales. Como
Servicios: Intendencia, Sanidad, Justicia, Veterinaria y Remontas, Químico y
Material de Guerra.
Se mantiene la Comandancia Superior del Ejército y el
Estado Mayor General. Como centros de formación y perfeccionamiento: Academia
de Guerra, Escuelas de Armas, Colegio Militar, Escuela de suboficiales y
clases. Como organismo adscrito, el Servicio Geográfico Militar. Como
organismos de colaboración del ministerio de Defensa Nacional: Junta
Consultiva, Corte Suprema Militar, Auditoria General de Guerra, Junta
Calificadora de Servicios. Si comparamos con la anterior Ley Orgánica, no hay cambios sustanciales producto de un análisis serio delas Fuerzas Armadas después del conflicto con el Perú.
Se crea un Consejo Táctico
en el Ministerio de Defensa Nacional bajo la presidencia de Luis Larrea Alba, a
quien se le reconoce el grado de general[96].Se crea el Grupo de
Caballería No 2 “General Dávalos”, compuesto por el Escuadrón de Caballería No
2 General Dávalos y el Escuadrón Sables creado por decreto 236 de 30 de junio
de 1944.
Mediante decreto de 14 de
julio, se declara que los grados
adquiridos por los oficiales generales, superiores e inferiores que
pertenecieron al Cuerpo de Carabineros no podían ni pueden ser reconocidos como
grados militares, de aquellos que forman la escala constitutiva de la jerarquía
de las Fuerzas Armadas. Años más tarde, un gobierno militares les devolvería los grados militares Toma auge el nombramiento de oficiales asimilados para
ocupar las vacantes de profesiones civiles. Las dos primeras antigüedades del
curso de perfeccionamiento de tropa de las diferentes armas se hacen acreedores
al ascenso a la categoría de oficiales de arma.
Con fecha 10 de agosto de
1944, el doctor José María Velasco Ibarra asume el cargo de Presidente
Constitucional de la República. Se nombra Fiscales del Supremo Tribunal de
Honor Nacional a los señores: coronel José Gómez González, Dr. Emilio Uscátegui
y Sr. Leopoldo Benítez. Se declara día de la Marina de Guerra nacional, el 25
de julio, fecha en que se libró el combate naval de Jambelí.[97]
Nuevamente se reorganiza al
Colegio Militar para el bachillerato fundamental de Ciencias y Letras, con el
cuarto, quinto y sexto curso de enseñanza secundaria y curso militar posterior
al bachillerato, bajo la exclusiva dependencia del Ministerio de Defensa
Nacional. Los alumnos serán becados y supernumerarios. Los supernumerarios no
podrán hacer el curso militar, salvo casos excepcionales.[98]
Mediante decreto se
concede amplio indulto por el resto del tiempo de las respectivas condenas a
todos los miembros de las Fuerzas Armadas que hubieren sido sentenciados por la
comisión de infracciones militares ocasionadas en los meses de julio y agosto
de 1941, durante los incidentes fronterizos. No siempre es conveniente ampararse en procedimientos de esta naturaleza, dejando en su interior, aspectos que podrían haber merecido las condenas correspondientes.
El 1 de agosto 1944
se reincorpora al servicio activo al general Luis Larrea y se le nombra Adjunto
Militar a la Embajada del Ecuador en Washington. Se reincorporan oficiales al
Ejército, en todos los grados.[99] En realidad, estas reincorporaciones, todas ellas de carácter político, le hicieron mucho daño al Ejército, al igual que los nombramientos de adjuntos militares luego de haber sido separados de cargos importantes, por parte del gobierno de turno.
Se crean con los nombres
de mayor Galo Molina, capitán Cesar Chiriboga, capitán Carlos Díaz, tres
batallones de infantería, y las que se organizaren en el futuro, con los
nombres de Teniente Hugo Ortíz, Tnte Maximiliano Rodríguez, sargento Juan
Torres.[100]
Se crean en el Ministerio de Defensa Nacional, las subsecretarias de Marina y
Aviación. Se nombra Comandante Superior del Ejército al teniente coronel Ángel Vaquero.
Los Estados Unidos devuelven la base militar de Salinas, prestada por
Arroyo del Río, a inicios del año 1942. Sus instalaciones construidas con el carácter de temporal serían ocupadas por los repartos del Ejército hasta el advenimiento del gobierno militar del general Guillermo Rodríguez Lara, quien dignificó la permanencia de sus miembros en dichas instalaciones, y en otras de igual procedencia en diferentes repartos del país.
Se organiza con carácter de
estable el curso de la Academia de Guerra, bajo dependencia del ministerio de
Defensa. En lo que concierne a nombramiento de alumnos, con decreto ejecutivo,
y la parte económica bajo dependencia del Estado Mayor General. Empieza a funcionar
el 15 de octubre de 1944.[101] Se aprueba un nuevo
reglamento de uniformes para el Ejército[102]
Por ser gestores del
movimiento de reivindicación y reconstrucción nacional, llevado a cabo el 28 de
mayo de 1944, se condecora los estandartes de los batallones: grupo de
Artillería No 5 “Villamil”, batallón de Infantería No 10 “Carchi”, batallón de
Ingenieros No 2 “Chimborazo” y grupo de Reconocimiento, con la medalla de Servicios
Republicanos 28 de mayo de 1944.[103] Carlos Mancheno,
ministro de Defensa Nacional, es
ascendido al grado de coronel, el 7 de octubre 1944.
En Octubre, un nuevo curso
de Fuerzas Blindadas es organizado por la misión militar, con una duración de
seis meses.[104]
El Comandante Superior del Ejército, Ángel Vaquero Dávila y el Jefe del Estado Mayor, Benjamín Aguirre
Sánchez son ascendidos al grado de coronel.[105] En el orgánico del
Ejército se crea el cargo de Intendente General de las Fuerzas Armadas.
La
doctrina militar de los Estados Unidos comienza a ser el eje sobre el cual se
organizan los cursos y se elaboran los reglamentos; entre otros, curso de artillería antiaérea, cursos en las escuelas de infantería y caballería, con una duración de 10 meses, reglamento
de saludos y honores militares, reglamento para el Servicio Sanitario. Los
pases de los oficiales se comienzan a dar mediante acuerdo ministerial. El 5 de
marzo de 1945 se aprueba la nueva Constitución de la República.[106]
La Asamblea Nacional, en acto que le dignifica, deja
sin efecto el decreto ejecutivo mediante el cual se desconocía los grados a
oficiales generales y coroneles de la República. Se publica en el Registro
Oficial, la carta remitida por Enríquez Gallo al presidente del Perú, en su
calidad de Jefe Supremo de la República, sobre asuntos limítrofes. Por esta
razón hay objeciones del Ejecutivo para
reconocer su grado, y de los otros oficiales, excepto Vaquero. Además le acusan
de haber puesto al Ejército nacional en un plano de inferioridad frente a los
Carabineros convertidos más tarde en fuerza de sustentación de la oprobiosa
tiranía que concluyó el 28 de mayo, y que además, ellos no dieron prueba de
sacrificio e iniciativa y contribuyeron al fracaso de la patria en 1941.[107] Las cosas de la
política.
Desde Enero queda vacante el
cargo de Comandante Superior del Ejército, quien es trasladado a Washington
como segundo adjunto militar a la Embajada. La función es encargada al ministro
de Defensa Nacional. El 23 de junio se nombra al coronel Abelardo Aguirre
Sánchez como Comandante Superior del Ejército y al teniente coronel César
Augusto Alfaro Alarcón como jefe del EMG. El 18 de julio este oficial es
colocado en disponibilidad,[108] y reemplazado el 12 de
abril del año siguiente, en forma interina por el teniente coronel José
Frechou.[109]
Que poco importantes se volvían estas funciones desde el punto de vista
militar, pero difíciles de llenar sus vacantes desde la óptica política del
país.
Es de destacar la
organización, con carácter de estable, de una Escuela de Clases para todas las
armas, con una duración de seis meses para cada curso. El perfeccionamiento de
la tropa siempre había sido dejada de lado por las autoridades militares.[110] Se nombra como Director
Técnico de esta escuela, al mayor
Lawrence Lahm de la Misión Militar de los Estados Unidos.[111] El grupo de Caballería
No 3 “Alhajuela” cambia su nombre por el de “Cazadores de los Ríos”.[112]
Por resolución de la
Asamblea Nacional, se condena ante la historia, al régimen de Arroyo del Río,
como atentatorio a los más elevados intereses de la patria, e ingrato por tanto,
al pueblo ecuatoriano. Impone al Dr. Arroyo la pena de reclusión mayor
extraordinaria, de 16 años, la perdida de los derechos de ciudadanía y la
confiscación de todos sus bienes. A Aurelio Aguilar Vásquez, ministro de
Gobierno, la pena de 4 años y suspensión de sus derechos por 16 años.
Impone
dos años de prisión, suspensión de derechos de ciudadanía por 8 años y multa de
200.000 sucres a: Carlos Roca Carbo, Vicente Illingworth, coronel Alberto
Romero, Wright Vallarino, comandante Héctor Salgado, Pedro Hidalgo González, ,
José Ricardo Chiriboga V, Fausto Navarro, Catón Cárdenas, Luis Calisto, Manuel
Benigno Cueva, mantenedores y usufructuarios del régimen de Arroyo.
Estas
sentencias no podrán ser revocadas y tendrá valor de sentencia ejecutoriada en
última instancia.[113] Ninguna de ellas se
cumplió. El falso patriotismo de los políticos de turno en su intento de quedar
bien con el pueblo que se sentía defraudado luego del Protocolo de Río. Esta
resolución fue derogada mediante decreto legislativo de 17 de agosto de 1946.
Los bienes incautados a Arroyo fueron devueltos en su totalidad, incluido
dinero por un valor de $ 20.145,05[114]
Se reforma el reglamento de
la Ley de Situación Militar y Ascenso en el sentido de que los oficiales
superiores, previo a su ascenso, deben presentar una tesis, la misma que debe
ser defendida en un plazo de 30 días.[115] Se aprueba el reglamento
de los Altos Órganos de Mando de las Fuerzas Armadas y el reglamento Orgánico
de las Fuerzas. Estos reglamentos pasan a ser documentos reservados y como
tales, dejan de ser publicados en el Registro Oficial.
Se organiza la Escuela
de Comando y Estado Mayor, bajo la dependencia directa del Ministerio de
Defensa Nacional. Inicia sus actividades el 1 de marzo de 1946.[116] Se rebaja el tiempo de
servicio para obtener pensión de retiro, a 12 años para oficiales y 15 años
para la tropa. En el caso de los pilotos, su tiempo se rebaja a 10 años. Se
crea el Cuerpo de Señales de las Fuerzas Armadas, con fecha 15 de julio de
1946.
Dictadura de Velasco Ibarra y nuevo periodo constitucional.
El 30 de marzo de 1946, Velasco Ibarra se proclama dictador, al interrumpir el orden legal y convocar a una Asamblea Nacional Constituyente que se encargue de elaborar una nueva Constitución. Se expulsa del país, por atentar al orden constitucional, entre otros, al general Alberto Enríquez Gallo
La Asamblea Nacional reunida
en agosto de este año, resuelve designar al Dr. Velasco como Presidente
Constitucional de la República hasta el 1 de septiembre de 1948. Además,
concede amnistía general a todos los enjuiciados, detenidos y expatriados por causas políticas.[117] El 21 de octubre se
nombra un nuevo Comandante Superior del Ejército en la persona del teniente
coronel Jesús Ordóñez Grijalva.[118]
La Misión Militar
mantiene la especialización de Comisariato para los oficiales y organiza bajo
su dirección, nuevos cursos de especialización.
En el R.O. 773 de 31 de diciembre
de 1946 se publica la nueva Constitución de la República, la número 16. Por primera vez, la Constitución asigna ala fuerza pública , una representación funcional en la Cámara del Senado. El presupuesto para
la Defensa se aprueba en 69,1 millones de sucres.
El año de 1947 se inicia con
la renuncia del coronel Carlos Mancheno a su función de ministro de Defensa
Nacional. En su reemplazo se nombra al coronel Alfonso Jaramillo Zumárraga.[119] Se deja sin efecto la
baja de oficiales dispuesta por Velasco Ibarra al asumir el mando de la Nación,
el 28 de mayo de 1944. Se tiene que reincorporar al servicio activo a 70
oficiales.[120]
Por lo general, las decisiones tomadas políticamente luego de producirse la
ruptura de regímenes democráticos o dictatoriales, generados por una elite
política defensora de sus intereses partidistas y muchas veces personales,
acababan por desestabilizar la
organización y disciplina de la clase militar. El Velasquismo fue siempre
proclive a tomar decisiones que por lo general dejaban sin mandos a las Fuerzas
Armadas, sin entender que la formación de los mismos es un asunto de mucho
tiempo.
El 2 de julio se acepta la
renuncia del ministro de Defensa y vuelve al cargo el coronel Carlos Mancheno
Cajas. Se nombra como miembros de la Corte de Justicia Militar al general Ángel
I. Chiriboga y coronel Federico Gortaire. Se cambia la insignia del Cuerpo de
Señales por la utilizada en el Ejército de los Estados Unidos; es decir, dos
banderas cruzadas y unidas por una antorcha.[121]
Golpe de Estado del coronel Carlos Mancheno.
El nombramiento del teniente coronel Ernesto Villacis, ex miembro del Consejo de Estado, como subsecretario interino del ministerio de Defensa , realizado por el ministro de esa cartera, coronel Carlos Mancheno, produce un estado de tirantez con el Presidente de la República . El 23 de agosto Mancheno ordena el arresto del Dr. Velasco Ibarra en el grupo mecanizado y le obliga a renunciar su cargo de Presidente de la República. Parte rumbo a Colombia. Mancheno se encarga de la presidencia y además continúa como ministro de Defensa . [122]. Se
declara vigente la Constitución de 1906.[123]
El coronel Ángel Vaquero Dávila , recogiendo el pensar de la institución armada, se pone al mando de las fuerzas que partiendo de Quito, traban combate en Yambo, contra un batallón al mando del teniente coronel Ernesto Villacís.
Se declara acción de armas para las fuerzas que defendieron la Constitución, en el combate del Socavón, jurisdicción del cantón Ambato, librado el 1 de septiembre de 1947. "En las inmediaciones de Ambato hubo un pequeño combate , casi un simulacro" dice Alfredo Pareja; sin embargo, fallecen el capitán Juan Ignacio Pareja y teniente Ángel Eudoro Donoso Arias, del grupo mecanizado No 1 y del batallón de ingenieros Ricaurte. La prensa habla de 12 muertos y 24 heridos. El 3 de septiembre Mancheno se refugió en la embajada de Venezuela.
Se eleva a categoría de Instituto al Servicio Geográfico Militar, con fecha 15 de agosto de 1947. Sus estatutos son publicados en el Registro Oficial. Se suprime el destacamento naval del Oriente, con fecha 1 de julio, y lo trasladan a Galápagos.
El 1 de septiembre, el
Consejo de Estado dispone que el Vicepresidente de la República, Dr. Mariano
Suárez Veintemilla asuma el cargo de Presidente, por abandono de cargo del Dr.
Velasco.[124]
Se nombra como ministro de Defensa Nacional al coronel Ángel Vaquero Dávila.[125]. El 17 de septiembre, es
decir, 17 días después, añorando quizá la política de los años treinta, un
Congreso Extraordinario acepta la renuncia del Presidente de la República y
coloca en ese puesto a Carlos Julio Arosemena Tola. Se mantiene en el cargo al
ministro de Defensa, y se coloca en disponibilidad a Carlos Mancheno Cajas.
El gobierno de Carlos Julio Arosemena Tola.
El Gobierno de Arosemena Tola nombra como jefe del
Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas al coronel Miguel Ángel Estrella
Arévalo; [126]
sin embargo, pocos días más tarde este cargo es ocupado por el general Luis
Larrea Alba, quien venía desempeñando el cargo de Presidente del Consejo
Táctico creado en el ministerio de Defensa. El coronel Estrella pasa a ocupar
el cargo de Comandante del Ejército.[127]
Se crea en Quito, anexa
a la Escuela de Artillería e Ingenieros, la Escuela de Sanidad Militar.[128] No hay razón para esta anexión. En el ámbito de Fuerzas
Armadas, es importante la incorporación a la Marina de Guerra, de la fragata PF-56 adquirida en los Estados
Unidos, a la misma que se le bautiza con el nombre de “Guayas”.[129] Pocos días después, se
incorpora el remolcador de procedencia americana, de nombre coronel Richard
Ellis, al mismo que se le bautiza con el nombre de “Cotopaxi”. [130]
En la promoción de oficiales que se
gradúa el 18 de diciembre de 1947, se incluye por primera vez el juramento
colectivo de los nuevos subtenientes: “Juraís por vuestro honor y prometéis a
la Patria defender su bandera, la Constitución y las leyes de la República, la
integridad nacional y no abandonar al que os está mandando en acción de guerra
o predisposición para ella?. De igual manera se dispone el juramento
individual.[131]
El presupuesto del ministerio de Defensa para 1948 se aprueba en 77 millones de
sucres.
El 7 de enero de 1948 se
acepta la renuncia del ministro de Defensa Nacional, coronel Ángel Vaquero, en
su lugar se nombra al Ing. Manuel Adrián Navarro Gardín. El coronel Vaquero es
nombrado Adjunto militar en Washington. [132] Como es un procedimiento
normal, se aprueba el Reglamento Orgánico de Formaciones de Paz para las
Fuerzas Armadas.[133]
Se adquieren tres
aviones Douglas C-47 para la Fuerza Aérea, en los Estados Unidos.[134] Asume el mando del
Ejército el general César Alfonso Jaramillo, en reemplazo del coronel Estrella
Arévalo, quien es designado adjunto militar en Argentina.[135] El general Larrea Alba
deja su cargo de Jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas y se le
designa adjunto militar en Chile. Con fecha 11 de mayo se nombra Comandante del
Ejército al coronel Julio Miguel Játiva León.[136]
Galo Plaza, Presidente de la República.
Asume el mando de la
República el Sr. Galo Plaza Lasso[137]. Nombra como ministro de
Defensa Nacional al Sr. Manuel Díaz Granados,[138] Comandante Interino del
Ejército al teniente coronel José Félix Vega Dávila[139]. En noviembre asume el
cargo como titular. El Congreso resuelve señalar el 27 de octubre de cada año
como día de la Fuerza Aérea, en vista de que el decreto legislativo de 27 de
octubre de 1920 crea la primera Escuela
de Aviación.[140]
Se instituye la condecoración Cruz de Guerra en honor a la campaña de 1941 y dispone
se entregue condecoraciones al personal combatiente y los fallecidos tengan sus
retratos en el museo militar.[141] El presupuesto del
Estado para el ministerio de Defensa Nacional asciende a la suma de 80,1
millones de sucres.
1949 es un año de penuria para
las Fuerzas Armadas, el presupuesto no termina por cubrir los gastos
primordiales de vestuario y equipo. Los miembros de la Institución se ven
obligados a aportar el 1% de su sueldo para sostener al Servicio Sanitario
Militar.[142]
En su organización se declara compañía independiente de la Escuela de
Artilleros e Ingenieros, a la compañía de Ingenieros No 7 “Chimborazo”
destacada en Riobamba. Se crea con fecha 13 de mayo, la Escuela de Caballería
Mecanizada para oficiales y tropa, adscrita al escuadrón Mecanizado No 3 Azuay.[143] Se crea la Escuela de
Perfeccionamiento de Oficiales de Transmisiones, adscrita a la Escuela de
Artilleros e Ingenieros, con fecha 31 de octubre.[144]
Para regular la
reincorporación de oficiales, que se había convertido en cuota política que
desvirtuaba la carrera militar, se dispone mediante decreto, que solo el Ejecutivo, previo cumplimiento de la ley que
para el efecto se reforma, pueda autorizar las reincorporaciones de generales y
coroneles.[145]
Se establece las jerarquías de grumete y marinero en la Fuerza Naval. Se crea
el Seguro de Cesantía para el personal de tropa del Ejército y Aviación,[146] y se aprueba el
reglamento a la Ley. El presupuesto general del Estado para el año de 1950, en
el rubro del ministerio de Defensa, es aprobado en 75,6 millones de sucres; es
decir, se disminuye en 5 millones respecto del año anterior.
El 28 de febrero de 1950 se
crea la Escuela de Artillería, adscrita al grupo de Instrucción No 3 “Mariscal
Sucre” y se aprueba su reglamento interno[147]. Su creación da origen a
la separación de los Ingenieros y su transformación en la Escuela Técnica de
Ingenieros. Un decreto de 24 de marzo de 1950 dispone que la Escuela de Comando
y Estado Mayor lleve el nombre de
“General Francisco de Miranda”.[148] El 23 de octubre el
Congreso aprueba el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).[149]
Como un homenaje más a los
héroes del 41 y con el fin de solventar las necesidades de sus familiares, se
dispone la asignación de un sueldo integro que corresponde a los militares de
su jerarquía en actual servicio, a los deudos de los oficiales y tropa
fallecidos en combate o a consecuencia
de ello.[150]
El presupuesto para el año de 1951 se aprueba en 83 millones de sucres.
A manera de conclusiones:
·
En su forma más simple, la teoría situacional
del liderazgo sostiene que la situación crea el líder apropiado. La permanente
penetración peruana en territorio nacional no tuvo la virtud de crearlo, ni
siquiera cuando la agresión era una realidad, ni en el ámbito militar y peor en
el civil.
·
El Gobierno de Arroyo del Río estuvo
convencido, a pesar de que todos los eventos previos a la invasión peruana
demostraban lo contrario, que los Estados Unidos no iban a permitir jamás un
ataque al Ecuador. Empeñó su palabra ante los países mediadores, de no hacer
nada que enturbiara las negociaciones que se habían propuesto. Se abstuvo de
movilizar al Ejército, cumpliendo así su compromiso, en aras de la
confraternidad americana y en desmedro de su patria. Pretendió escudarse en el
pasado afirmando que su gobierno se preocupó en todo momento por la defensa
nacional, haciendo todo lo que estaba a su alcance, “aunque es de lamentarse
que no se haya podido hacer mucho o nada en 10 meses, cuando antes tampoco se
hizo nada”[151] Le faltó la ética que caracteriza a un líder, cuando se tiene que adoptar en algún momento , las más difíciles decisiones que puede enfrentar un ser humano.
· La guerra, si se puede llamarla así, había
terminado y sus resultados fueron
acordes a la forma en que el gobierno ecuatoriano había sido capaz de
responder desde los campos político, diplomático y militar. El conflicto no fue
evaluado en ninguno de estos campos del poder, ni se hizo empeño alguno para
enmendando errores, empezar a prepararse convenientemente para defender la
patria. De este conflicto hasta 1981 pasaron cuarenta años en que la
despreocupación de los ecuatorianos a las cuestiones esenciales de la nación,
alentaron en gran medida el proceder de la política internacional peruana. El
conflicto del 81 volvió a desnudar nuestras debilidades.
· El análisis de los hechos desde el punto de
vista político, diplomático y militar, llevan a concluir que el gobierno de Arroyo del Río fue responsable por error u omisión del delito de traición a la
patria.
·
“Las
cruentas y, también, las incruentas convulsiones políticas que han aquejado al
Ecuador durante casi todo el tiempo de su vida autónoma, han empequeñecido y
debilitado la contextura, inicialmente menguada, de la nación ecuatoriana: ni
gran población, ni fuerte economía, ni cultura cívica hemos podido oponer a los
dos vecinos que desde 1824, han venido cercenando en su provecho el territorio
de la Audiencia de Quito, base históricamente legítima de nuestra nacionalidad.
Sin población cívicamente organizada, la economía tiene que ser deficiente; sin
riqueza en marcha no es posible el fortalecimiento de un país y, por tanto, de
su ejército; sin patrimonio bien aprovechado y ejército respetable, nunca ha
sido eficaz la acción diplomática”[152]
·
“Solo una mínima parte de nuestra población
forma la nacionalidad: el resto es peso muerto, valla continua, traba
indefectible de la acción de los estadistas y conductores de esta desventurada
tierra” [….] “La controversia limítrofe exigía tres cosas, a mi ver capitales:
1º creación de un ejército, que fuese la encarnación viva de la patria; 2º
atención solícita del elemento posesorio, para robustecer con los hechos la
fuerza inmanente de nuestros títulos; y 3º, estudio integral del derecho
ecuatoriano y de los medios diplomáticos para ponerlo en ejecución, lo que, a
su vez, demandaba el conocimiento preciso de los elementos, actitud y
procedimientos de nuestro rival” […] “ de cien años de indisciplina solo podía
resultar la decadencia de la patria, su postración moral, su invalidez militar”[153]
Notas de pié de página
[1] Sobre el tema, revisar "El Ejército delos años treinta" cuya autoría es del general Patricio LLoret O, publicado en el Boletín No 5 de la Academia Nacional de Historia Militar.
[2]
Diario “El Comercio” de 13 de octubre de 1940
[3]
Nace en Guayaquil el 27 de noviembre de 1893. De padre colombiano y madre
guayaquileña. Doctor en jurisprudencia. Director Supremo del partido Liberal.
Legislador y Presidente del Congreso. Encargado del Poder en 1939
[4] Se
gradúa en el Colegio Militar como subteniente de Artillería. Jefe de Estado
mayor de la IV Zona Militar. Director del Colegio Militar en 1938.
Subsecretario de Defensa en 1939.
[5] R.O.
30 de 5 de octubre de 1940
[6] En
los registros oficiales no se encuentra publicado este acuerdo.
[7]
Urrutia Suarez Francisco. Coronel. Apuntes para la Historia: la agresión
peruana. Quito, Ecuador, 1968
[8]
R.O. 54 de 6 de noviembre de 1940
[9]
R.O. 101 de 1 de enero 1941
[10]
Publicado en el R.O. 123 de 27 de enero de 1941
[11] R.O. 101 de1 de enero de 1941
[12]
Ibídem
[13]
Ibídem
[14]
R.O. 151 de 25 de febrero 1941
[15]
El Comercio, viernes 9 de mayo de 1941
[16]
La Prensa de Lima, 9 de mayo de 1941
[17]
La diplomacia peruana se respalda en el arbitraje del Rey de España. Estas
provincias pasaron al Perú con el Tratado de 1890
[18]
El Comercio de Lima. 9 de mayo de 1941
[19]
Cornejo y Osma, plenipotenciario peruano
[20]
El Comercio. Editorial del lunes 12 de mayo 1941
[21]
Discurso pronunciado por el Comandante Superior del Ejército en la ceremonia
del 24 de mayo
[22]
El Comercio de Quito, 24 de mayo de 1941
[23]
Ibídem
[24]
Comunicado del ministro de Relaciones Exteriores del Perú a las cancillerías de
América.
[25]
Arango Vélez Carlos, ex ministro de Guerra de Colombia. Lo que yo sé de la
guerra. Publicación aparecida en el Comercio de Quito de 28 de mayo 1941
[26] Comunicado oficial del ministerio de Defensa
Nacional del día 7 de julio de 1941
[27]
Intervención del Presidente de la República. 7 de julio 1941
[28]
Se gradúa en el Colegio Militar como subteniente de Infantería en agosto de
1921. Durante su carrera militar es destinado a los batallones: Imbabura,
Vencedores, Quito, Colegio Militar, España, Tungurahua. Por segunda ocasión al
Colegio Militar en donde ejerce la cátedra de Táctica en 1938. Como teniente
coronel es comandante del Vencedores y luego destinado a la sección edecanes
del MDN. En octubre de 1939 es nombrado comandante del batallón Jaramijó, desde
donde se le traslada al comando del Escalón de Seguridad con fecha 23 de abril
de 1941.
[29]
La especialidad de Andinos se crea en septiembre de 1937, en el gobierno de
Federico Paéz.
[30]
R.O. 248 de 26 de junio 1941
[31]
Intervención de Arroyo del Río. 8 de julio de 1941
[32]
Ibídem
[33]
Editorial de El Comercio de Quito de 10 de julio de 1941
[34]
El Comercio de Quito, 10 de julio de 1941
[35]
Comandante de la Zona Militar de Guayaquil.
[36]
Editorial de El Comercio de Quito. 12 de julio 1941
[37]
El Comercio de Quito, 14 de julio de 1941
[38]
Benjamín Carrión. Artículo de opinión publicado en El Comercio de Quito. 14 de
julio 1941
[39]
El Comercio de Quito. Editorial del 24 de julio de 1941
[40]
Se gradúa en el Colegio Militar en 1927, como subteniente de Infantería. Su
primera unidad es el batallón “Carchi”. En febrero de 1929 es llamado a
realizar un curso de Caballería y asciende a teniente. En 1932 se encuentra en
el batallón “Constitución”. En julio de 1933 es colocado en disponibilidad por
participar con el batallón “Carchi” en un alzamiento en armas contra el
presidente Juan de Dios Martínez, propiciado por Vanguardia Revolucionaria
Socialista, de la cual era miembro el coronel Larrea Alba. Se reincorpora en
diciembre de 1935. Sus siguientes unidades fueron el “Vencedores” el “Alfaro”,
el “Tungurahua” y el Colegio Militar en 1939, en el grado de capitán. (Revisar
bibliografía)
[41]
El Comercio de Quito. Viernes 25 de julio de 1941
[42]
Editorial de El Comercio. 25 de julio 1941
[43]
Titular de El Comercio de 27 de julio de 1941
[44]
Editorial de El Comercio de Quito. 27 de
julio 1941
[45]
El Comercio de Quito. 28 de julio 1941
[46]
Editorial de El Comercio de 31 de julio 1941
[47]
Editorial de El Comercio de 30 de julio 1941
[48]
Comunicado del Comando Superior del Ejército, publicado en la prensa nacional
[49]
R.O. 282 de 6 de agosto de 1941
[50]
R.O. 311 de 9 de septiembre 1941.
[51]
R.O. 316 de 15 de septiembre 1941
[52]
Ministro de Defensa en el Gobierno del Dr. Ayora. Inspector del Ejército,
Senador Funcional, Vocal del Directorio liberal-radical.
[53]
R.O. 318 de 17 de septiembre 1941
[54]
R.O. 319 de 18 de septiembre 1941
[55]
Declaraciones procedentes de Colombia
[56]
Comunicado de la Cancillería peruana, el 14 de septiembre 1941
[57]
Lima, 5 de octubre de 1941
[58]
R.O. 336 de 8 de octubre 1941
[59]
En la foto aparecen los tenientes Telmo
Vargas y Alejandro Agurto.
[60]
R.O. 330 de 1 de octubre 1941
[61]
R.O. 336 de 8 de octubre 1941
[62]
R.O. 365 de 13 noviembre 1941
[63]
El Comercio. Quito, viernes 7 de noviembre de 1941
[64]
Calificativo dado a su obra por el general Marcos Gándara Enríquez.
[65]
Gándara Enríquez Marcos. General. El Ecuador del año 1941 y el Protocolo de
Río.
[66]
R.O. 414 de 12 de enero de 1942
[67]
R.O. 418 de 16 de enero 1942
[68]
R.O. 457 de 3 de marzo 1942
[69]
R.O. 458 de 4 de marzo 1942
[70]
Escrito que Arroyo dirigió a los jefes de Estado de los países mediadores.
Tobar Donoso. La invasión peruana y el Protocolo de Río. Banco Central del
Eciador. Quito 1982
[71]
Palabras del subsecretario de Estado de los E.U. señor Welles
[72]
Bossano Luis: Lo que aconteció en Río de Janeiro. Ecuador y Perú: Futuro de
paz. Fundación El Comercio. Pág.112.
[73]
R.O. 459 de 5 de marzo 1942
[74]
R.O. 460 de 6 de marzo 1942
[75]
ibídem
[76]
R.O. 504 de 29 de abril 1942
[77]R.O.
513 de 11 de mayo 1942
[78]
R.O. 515 de 13 de mayo 1942
[79]
R.O. 556 d 2 de julio 1942
[80]
R.O. 564 de 13 de julio 1942
[81]
Andrade Piedra Jorge. Gral.
Historia de las Fuerzas Blindadas
en el Ecuador. Quito. Abril 2008
[82]
R.O. 729 de 1 de febrero 1943
[83]
R.O. 957 de 9 de noviembre 1943
[84]
R.O. 836 de 12 de junio 1943
[85]
R.O. 956 de 8 de noviembre de 1943
[86]
R.O. 979 de 4 de diciembre de 1943
[87]
R.O. 1002 de 1 de enero de 1944
[88]
R.O. 1003 de 3 de enero de 1944
[89]
Diario “El Comercio” de 3 de junio 1944
[90]
R.O. 1 de 1 de junio de 1944
[91]
R.O. 33 de 10 de julio de 1944
[92]
R.O. 33 de 10 de julio de 1944
[93]
R.O. 41 de 19 de julio 1944
[94]
R.O. 49 de 29 de julio 1944
[95]
R.O. 72 de 26 de agosto de 1944
[96]
R.O. 76 de 31 de agosto de 1944
[97]
R.O. 81 de 7 de septiembre 1944
[98]
R.O. 83 de 9 de septiembre 1944
[99]
R.O. 84 de 11 de septiembre 1944
[100]
R.O. 92 de 20 de septiembre 1944
[101]
R.O. 117 de 21 de octubre 1944
[102]
R.O. 122 de 27 de octubre 1944
[103]
R.O. 129 de 7 de noviembre 1944
[104]
R.O. 175 de 2 de enero 1945
[105]
R.O. 191 de 20 de enero 1945
[106]
R.O. 228 de 6 de marzo 1945
[107]
R.O. 238 de 17 de marzo 1945
[108]
R.O. 476 de 9 de enero 1946
[109]
R.O. 590 de 22 de mayo 1946
[110]
R.O. 297 de 1 de junio 1945
[111]
R.O. 679 de 6 de septiembre 1946
[112]
R.O. 367 de 24 de agosto 1945
[113]
R.O. 370 de 28 de agosto 1945
[114]
R.O. 259 de 29 de julio 1948
[115]
R.O. 488 de 21 enero 1946
[116]
R.O. 559 de 13 de abril 1946
[117]
R.O. 657 de 12 agosto 1946
[118]
R.O. 717 de 23 de octubre 1946
[119]
R.O. 785 de 16 enero 1947
[120]
R.O. 848 de 1 de abril 1947
[121]
R.O. 950 de 4 de agosto 1947
[122]
R.O. 1 de 25 de agosto 1947
[123]
R.O. 5 de 29 de agosto 1947
[124]
R.O. 1 de 3 de septiembre 1947
[125]
R.O. 4 de 6 de septiembre 1947
[126]
R.O. 2 de 18 de septiembre 1947. El
mayor Estrella participó como parte del batallón de Ingenieros “Montúfar”, en
la acción de Cune o Porotillo el 11 de septiembre de 1941.
[127]
R.O. 12 de 30 septiembre 1947
[128]
R.O. 23 de 14 de octubre 1947
[129]
R.O. 38 de 31 de octubre 1947
[130]
R.O. 40 de 4 noviembre 1947
[131]
R.O. 99 de 15 de enero 1948. Consta en el Reglamento de Disciplina Militar.
[132]
R.O. 98 de 14 de enero de 1948
[133]
R.O. 119 de 7 de febrero 1948
[134]
R.O. 181 de 23 de abril 1948
[135]
Ibídem
[136]
R.O. 208 de 28 de mayo 1948
[137]
Galo Plaza nace en New York, el 17 de febrero de 1906. Hijo del general
Leonidas Plaza Gutiérrez y Avelina Lasso Ascázubi. Ministro de Defensa en el
gobierno de Mosquera Narváez en 1938.
[138]
R.O. 1 de 1 de septiembre de 1948
[139]
En el grado de mayor fue el Comandante del batallón “Montecristi”, cuyo puesto
de mando estuvo en Quebrada Seca, en Julio de 1941
[140]
R.O. 53 de 5 de noviembre 1948
[141]
R.O. 61 de 15 de noviembre 1948
[142]
R.O. 103 de 6 de enero 1949
[143]
R.O. 236 de 14 junio 1949
[144]
R.O. 403 de 2 de enero 1950
[145]
R.O. 350 de 28 de octubre 1949
[146]
R.O. 391 de 19 de diciembre 1949
[147]
R.O. 454 de 2 de marzo 1950
[148]
R.O. 503 de 2 de mayo 1950
[149]
R.O. 654 de 31 de octubre 1950
[150]
R.O. 681 de 5 de diciembre 1950
[151]
Discurso del Presidente en el Congreso Nacional, al finalizar el conflicto.
[152]
Carta del Dr. Leonidas García a Julio Tobar Donoso. Heridas abiertas. 1941. El
protocolo una larga pesadilla.
[153]
Respuesta del Dr. Julio Tobar Donoso al Dr. Leonidas García.
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