lunes, 26 de diciembre de 2022

LOS INICIOS DE LA AVIACIÓN MILITAR

Gral. Patricio Lloret Orellana

Introducción


Volar fue un anhelo permanente del hombre en su empeño por satisfacer la curiosidad de conocer su hábitat más allá de lo que le permitía el horizonte. Dédalo, padre de Ícaro, para huir del laberinto en el cual lo puso el rey Minos fabricó alas para él y para su hijo. Las adhirió con cera a los hombros de Ícaro y luego en los suyos e iniciaron el vuelo hacia la libertad. Ícaro se sintió dueño del mundo y se acercó demasiado al sol. Se derritió la cera y perdió sus alas. Se precipitó al mar, donde murió. La historia de la aviación nace el día en que el hombre prehistórico se paró a observar el vuelo de las aves.

Alrededor del año 400 a.C., Arquitas de Talento, construyó un artefacto de madera que lo bautizó con el nombre de Peristera que tenía forma de ave y era capaz de volar a unos 180 metros de altura. La linterna de Kong Ming, precursora del globo aerostático era conocida en China desde la antigüedad. Su invención se atribuye a un general y fueron usadas para asustar a las tropas enemigas. Los geniales diseños de máquinas voladoras de Leonardo de Vinci, que recién en el siglo XX se demostró que eran factibles de volar, fueron a no dudarlo, el primer esbozo serio de una aeronave.

El primer vuelo de un humano se remonta a Paris en octubre de 1783, en un globo cautivo. El Instituto Smithsoniano reconoce a Langley como el inventor del avión, cuyos planos con modificaciones conseguiría alzar vuelo en 1910. En el siglo XIX se construyeron los primeros dirigibles, planeadores y los primeros aeroplanos equipados con motor. Al inicio del siglo XX, los hermanos Wright se convirtieron en ser los primeros en realizar un vuelo en un avión controlado; sin embargo, algunos afirman que ese honor le corresponde al brasileño Santos Dumont, quien realizó un vuelo público en París en 1906.

El primer país que usó aviones en servicios militares fue Bulgaria, en ataques sobre posiciones otomanas durante la guerra de los Balcanes. En 1914 se colocó una ametralladora fija en la parte frontal de una aeronave. Los avances tecnológicos que se alcanzaron en los aviones entre la I y II Guerra mundiales, determinaron de alguna manera que, este periodo sea considerado como la era de oro de la aviación. Durante la II Guerra Mundial se desarrollaron los primeros bombarderos de larga distancia, los aviones de reacción y los aviones caza con reactores.

Con la carrera espacial, el cielo dejó de ser el límite de los vuelos controlados. En 1957, el Sputnik se convirtió en el primer satélite en orbitar la tierra, y en 1961 Gagarin fue la persona que volaría por primera vez al espacio. En la década de 1990, la aviación comercial desarrollaría tecnologías que convirtieron al avión en un aparato cada vez más automatizado, con la intención de reducir los accidentes causados por fallas humanas. El presente siglo posiblemente será una segunda época de oro de la aviación. 

El siglo XX y la aviación en el Ecuador


El año de 1920 se convierte en el inicio de una década de gran significación para el ejército nacional; posiblemente, la más fructífera en lo que corresponde a su organización y tecnificación, a pesar de que el país sufría los coletazos de la Primera Guerra Mundial y la inescrupulosa presencia de la bancocracia costeña. El sucre se había desvalorizado y el costo de la vida había subido enormemente. El Banco Comercial y Agrícola hacía de las suyas con la reserva monetaria. Las asociaciones obreras iniciaron su camino hacia el sindicalismo, hasta culminar en la trágica fecha del 15 de noviembre de 1922.

La presencia del coronel Ángel Isaac Chiriboga en la Subsecretaría de Guerra permite que el Congreso Nacional disponga al Ejecutivo crear las secciones de ingenieros, contratar una misión militar europea para la instrucción del ejército, crear una Escuela de Aviación en la ciudad de Guayaquil, entre otras.  (R.O. 51 de 6 de noviembre de 1920) 

José Luis Tamayo y el inicio de la aviación nacional

El 1 de septiembre de 1920, otro liberal de talla, honesto guayaquileño, dedicado a las leyes y muy cercano al general Leonidas Plaza, asumió la presidencia de la República, era el Dr. José Luis Tamayo, quien procuró restablecer el orden administrativo del país. El año de 1921 es pródigo en la realización de  acciones destinadas a dar cumplimiento a las disposiciones del Congreso Nacional, para poner en ejecución  la Ley Orgánica Militar que, desde 1905 no había sido implementada. Se considera a la aeronáutica como uno de los ramos de la ingeniería militar y se dispone al Ministerio de Guerra proceda a organizar y reglamentar los servicios de aviación en la República (R.O. 123 de 7 de febrero 1921). Para esta organización se asimila a los empleos de teniente y subteniente del ejército a los señores Elia Liut y Giovanni Fidelli, piloto aviador y mecánico respectivamente (R.O. 123 de 7 de febrero 1921)

Elía Antonio Liut, piloto italiano, nacido en Fiume el 6 de abril de 1894, fue contactado en Roma por el cónsul ecuatoriano Miguel Valverde para que viaje a Ecuador y converse con miembros del gabinete presidencial, y con oficiales del ejército, para hacerles conocer de las ventajas que representaba para el país la presencia de la aviación. José Abel Castillo, propietario del rotativo “El Telégrafo” se interesó del proyecto presentado por Liut y compró un avión al que puso el nombre de su periódico. Cruza por primera vez la Cordillera de los Andes a bordo del biplano Macchi Hanriot HO-1 denominado “Telégrafo 1”en el raid aéreo Guayaquil-Cuenca, en homenaje al primer centenario de la independencia de las provincias Azuayas.

Cuenca le declaró, a su debido tiempo, Hijo Adoptivo y Predilecto, y conserva en el museo Remigio Crespo los objetos personales del aviador, sus medallas y sus condecoraciones, el vestuario que usó en el histórico vuelo, algunas de las piezas del biplano, cartas suyas y otros recuerdos de su vida. El 4 de noviembre  de 1920, a las once de la mañana, Elia Liut aterrizaba en el campo Jericó  en medio del alborozo general de una multitud de veinte mil personas  que lo aclamaron jubilosamente el 3 de noviembre (Lloret Bastidas). Días después, el 10 de noviembre, Ferruccio Guicciardi, voló de Cuenca a Riobamba en una hora, y el 12, Elia Liut lo hizo de Riobamba a Quito. Se había completado el primer viaje aéreo por sobre los Andes e inaugurado el correo aéreo entre Guayaquil, Cuenca, Riobamba y Quito.
En marzo de 1921,  llegaron desde Francia, a la ciudad de Quito, el teniente Marc Guittene  y el subteniente André Jannin, oficiales del ejército francés, a quienes se les reconoce sus grados y su calidad de piloto aviador y mecánico, respectivamente, con el fin de que presten sus servicios en la organización de la aviación en el Ecuador (R.O. 166 de 1 de abril de 1921).

La Escuela de Aviación “El Cóndor” en Guayaquil

Los empresarios azucareros de la costa cedieron terrenos y material de construcción para un hangar, y así se estableció en la ribereña población de Eloy Alfaro, Durán, frente a Guayaquil, el primer campo de aviación ecuatoriano, “El CÓNDOR”. Los soldados de la guarnición militar de Guayaquil trabajaron levantando el primer hangar y la nivelación del terreno. Don. Manuel Granja Cevallos hizo el traslado gratuito en los vapores de su empresa de transporte, de todos los oficiales y tropa, así como de los materiales, herramientas y componentes necesarios que se requerían para preparar el aeródromo.  Acto seguido, el Congreso Nacional dispone la creación de la Escuela de Aviación.


El Congreso de la República del Ecuador
Considerando:

Que el servicio de Aviación es de indispensable necesidad en la República;

Decreta:

Art 1.- Autorizase al Poder Ejecutivo para que, a la brevedad posible, proceda a crear una Escuela de Aviación en la ciudad de Guayaquil. Tan pronto como sea posible procederá también a establecer otra Escuela en la Capital.
Art 2.- El Ejecutivo podrá contratar expertos extranjeros para los servicios que demandan la dirección, enseñanza, talleres y sostenimiento técnico de la mencionada Escuela.
Art 3.- Los alumnos de la Escuela podrán ser Oficiales del Ejército y de la Marina, Cadetes de la Escuela Militar o particulares, siendo preferidos en igualdad de condiciones, los de las primeras categorías.
Art 4.- El Congreso faculta al Ejecutivo para que dicte los Reglamentos de Planta, Instrucción, Talleres y los más que requiere la organización de la citada Escuela.
Art 5.- Se destina para la Escuela, además de las colectas especiales acordadas por los ciudadanos para la Aviación, la parte de fondos recogidos en la República para la Defensa Nacional, que la Junta Central de Defensa Nacional, de acuerdo con el Poder Ejecutivo, pondrá en el Presupuesto de Guerra a partir del año de 1921.
Dado en Quito, Capital de la República, a veinte y siete de octubre de mil novecientos veinte.
El Presidente de la Cámara del Senado –José J. Andrade –El Presidente de la Cámara de Diputados –Luis Vernaza 
El secretario de la Cámara del Senado, (f) Antonio Sáenz, El secretario de la Cámara de Diputados, (f) Luis A. Larenas.”
Palacio Nacional, en Quito, a 30 de octubre de 1920
EJECÚTESE, (f) JOSÉ LUIS TAMAYO, EL Ministro de Guerra y Marina (f) 
Octavio G. Icaza. Es copia – El Coronel Subsecretario, (f) J. Chiriboga N. (R.O. 51 de 6 de noviembre de 1920)

El 5 de junio de 1921, mediante decreto ejecutivo, se publica el orgánico de la Escuela de Aviación de Guayaquil. El 21 del mismo mes se publica la nómina del personal directivo y docente de la escuela. Se dispone que a partir del 15 de julio de 1921 se de inicio a los cursos teóricos y prácticos, en la ciudad de Guayaquil, con el número de alumnos y en la forma determinada en los decretos ejecutivos del 5 y 17 de junio de 1921 (R.O. 521 de 20 de junio de 1921)

El personal directivo de la escuela quedó conformado de la siguiente manera: capitán de corbeta Juan Francisco Anda como director; sargento mayor asimilado Gilberto Icaza Valverde, subdirector; teniente Marc Guitteny, consultor técnico; teniente asimilado Elia Liut, jefe de pilotos; teniente asimilado Tulio Petri, piloto profesor;  tenientes Alberto Suárez Dávila  y Pedro Traversari, pilotos instructores; Dr. Carlos Espinosa y Dr. Jorge F. Cornejo, médicos (R.O. 232 de 21 de junio de 1921). 
Se aprueba el reglamento de admisión a la escuela. Entre otros requisitos para ingresar constaba la estatura y peso, acordes a las condición aerodinámica de los aviones: la estatura no podía ser superior a 1,80 m, y el peso no  mayor de 80 kilos. (Ibídem)

Resalto la figura de Pedro Traversari Infante, pionero de la aviación en el Ecuador, que nace en Quito el 25 de diciembre de 1896. Sus padres Pedro y Elvira se radican en Chile, y consiguen el ingreso de su hijo en la Escuela Militar, en el año de 1911. Obtuvo el grado de subteniente en el año de 1914. Su afición por la aeronáutica le lleva a ingresar a la Escuela Aeronáutica Militar, en Santiago de Chile, en el año de 1916. El curso se inició el 27 de abril de 1916, con trece oficiales del ejército, siete de la armada y un ecuatoriano.  (Donoso Game).  Obtuvo su brevet de Piloto Aviador Militar el 16 de agosto de 1917. A más de constituirse en el primer piloto militar nacional, incursionó en el campo de la investigación y logró fabricar la primera bomba de propósito general, que al ser aprobada por el Ministerio de Guerra en 1934, autoriza su uso en los aviones de guerra ecuatorianos (Ibídem)

El proceso de admisión a la Escuela de Aviación se complementa con los exámenes físicos y de conocimiento general. Son nombrados en calidad de alumnos los siguientes oficiales del ejército:  Tenientes Francisco Portilla, Pablo Borja y Carlos Franco; Subtenientes Agustín Zambrano, Alejandro Saá, Luis Arízaga, Carlos Cueva, Juan Gallegos, Luis A. Mantilla, Santiago Duarte, César Gavilanes, Carlos Proaño, Juan J. Rivera, León B. Malo, Jacinto Vélez y Luis A. Valdez.  

Los cinco aviones para que los instructores enseñen a los jóvenes aspirantes a pilotos fueron donados tras una bien encaminada gestión. Un Salmson 2 comprado en Italia por la colonia siria de Guayaquil. Un Ansaldo 10 a doble comando donado por la colonia italiana. Un hidroplano Macchi M 18 donado por la colonia china. Un Avattick B.1. y un Salmson 2 regalado por los universitarios de Guayaquil. (Donoso Game)

El domingo 12 de julio de 1921, se realizó la inauguración del aeródromo y de la Escuela de Aviación “El Cóndor”, en Durán. En ese día se estrenaron los aviones donados por las colonias extranjeras. Se realizó un espectáculo aéreo ante la presencia de aproximadamente cuatro mil personas. El primer vuelo se realizó en el avión Ansaldo, piloteado por Elia Liut y llevando como pasajero al señor Rafael Frugone, en representación de la colonia italiana. Luego se elevó el piloto Tulio Petri con el avión Salmson 2, llevando como pasajero al señor Gabriel Kronfle, en representación de la colonia siria. 

El aporte de la Misión Militar Italiana

El año de 1922 consolida con plenitud el deseo del mando militar de mejorar la organización del ejército en base a la Ley Orgánica Militar vigente. El presidente de la República, en uso de la facultad otorgada por el art, 2 del decreto legislativo de 19 de octubre de 1920, sancionado el 26 del propio mes y año, acerca de la contratación de una misión militar europea para la instrucción del ejército; y de conformidad con las disposiciones establecidas en los artículos 9, 13 y 22 de la Ley Orgánica Militar y 25 de la planta de sueldos para el personal del Ejército Permanente, decreta:

“Art.1. Para los efectos del mando, prerrogativas, honores y más derechos que establecen las leyes ecuatorianas para los miembros del Ejército, reconócese en los grados que a continuación se indica, a los siguientes oficiales italianos, que componen el primer contingente de la misión militar que ha llegado al país: Señor sargento mayor Cav. Federico de Giorgis, capitán Cav. Mario Carasi, capitán Cav. Romano Cattaneo, capitán Ettore Lodi, Cap. Cav. Giovanni Giurato, Tnte. Doctor Pietro Salvestroni. 

“Art. 2 Los citados oficiales extranjeros, cuya jerarquía militar es la misma que les acredita en el Ejército de Italia, quedan incorporados al Ejército Permanente, debiendo prestar sus servicios profesionales en todo lo relacionado a la mejor organización e instrucción de la Institución Armada nacional, de conformidad con el contrato que tiene celebrado con el Gobierno del Ecuador.

“Art. 3 Dispónese que todo lo concerniente a la gestión económica de la expresada misión militar, se encargue la habilitación del Ministerio de Guerra y Marina. F) José Luis Tamayo, Octavio Icaza; A.I. Chiriboga. Ministro de Hacienda E. Cucalón ” (R-O- 415 de 31 de enero 1922)

No he encontrado documentos que me permitan aseverar respecto del o los motivos por los cuales el mando militar de la época, recomendaron al presidente de la República la contratación de la Misión Militar Italiana. A la llegada de la misión, la Escuela de Aviación contaba con 30 alumnos, 10 mecánicos y 10 armadores. Se asimila al empleo de subtenientes del ejército a los señores mecánicos Attilio Castano, Lorenzo Albano y Giovanni Malnati, y se los destina a la Escuela de Aviación (R.O. 432 de 20 de enero de 1922) Pocos meses después, un nuevo contingente de oficiales italianos llega al país, entre ellos, el general Alessandro Pirzio Biroli en su calidad de jefe de la misión y el capitán Enmanuel Campagnoli como piloto de hidroaviones.  (R.O. 508 de 3 de junio de 1922)

La presencia de la misión militar no pasa desapercibida para la prensa nacional. Bajo el título de “Impresiones Militares”, el diario El Comercio decía: “Con perfecta regularidad se están llevando a cabo, desde el 10 de julio último, las conferencias militares sustentadas por los profesores italianos en cada uno de los cursos intensivos destinados a la especialización de las armas pesadas, ligera y montada. Además las escuelas para oficiales de Ingeniería y de Aviación han iniciado también el periodo de sus actividades dentro de un programa ajustado a los  modernos principios de pedagogía, medio al cual debe aplicarse, y a los elementos de que se dispone. (El Comercio. Quito. 8 de agosto de 1922)

A inicios de agosto se reforma el decreto de creación de la Escuela de Aviación disponiendo que el comandante de curso sea un oficial ecuatoriano en el grado de coronel o teniente coronel, y que el Director de la Escuela sea un jefe italiano. (R.O. 574 de 26 de agosto de 1922) Se destina  a la Escuela de Aviación a los siguientes oficiales, en los cargos que se indica: Comandante de Curso, capitán de corbeta Juan Francisco Anda; Asistente Técnico, sargento mayor Francesco Vece; Director Técnico, sargento mayor Vincenzo Lombardi; Jefe de Talleres, teniente Tullio Petri; Jefe de Marina, capitán Enmanuel Campagnoli; Jefe del Grupo de Observadores, capitán Ettore Lodi; Jefe de Pilotos, capitán Romano Cattaneo; Pilotos Instructores, capitanes Antonio Eolo Faulin y Angelo Rizzi; técnicos e instructores mecánicos motoristas, Bruno Ceccovilli, Atilio Castano y Giovanni Malnati. ( R.O. 584 de 8 de septiembre de 1922)

A inicios del año 1923 se organiza un curso de radiotelegrafía para oficiales aviadores, en la ciudad de Quito, anexo a la Escuela de Oficiales Ingenieros creada también por la Misión Militar italiana. El curso estuvo bajo la dirección técnica del capitán Ettore Lodi., quien cumplía la función de Director Técnico de la Escuela de Aviación. (R.O. 861 de 25 de agosto de 1923.) Como ayudante de curso es nombrado el teniente Pedro Traversari. Se nombra director de la Escuela de Aviación al teniente coronel Augusto Cobo. (R.O. 1054 de 19 de abril 1924) Se autoriza a los ayudantes y alumnos de la escuela, así como también a los oficiales que prestan su servicio en el litoral, para que puedan usar el uniforme modelo inglés, el mismo que lo llevarán con camisa blanca o color kaki y corbata negra. ( R.O. 1085 de 28 de mayo de 1924). 
A fin de año, Ettore Lodi regresa a Italia. Se incorporan a la misión militar el capitán Giulio Martinet y el teniente aviador  piloto ingeniero César Carmigniani, que reemplazan al capitán Guido di Luca y teniente de navío Enmanuele Campagnoli que regresaron a su país. (R.O. 1069 de 8 mayo 1924) Al poco tiempo, Carmigniani es contratado en forma particular con el grado de sargento mayor, para ocupar el puesto de Director de la Escuela de Aviación, cargo en el que permanece hasta diciembre, fecha en la cual regresa a Italia. (R.O. 1119 de 10 de julio 1924) Se le entrega la condecoración Abdón Calderón de Tercera Clase.
Se publica el Reglamento Orgánico y Disciplinario de la Escuela Nacional de Aviación en él cual se establece su objetivo: formar pilotos de aeroplanos e hidroaviones; motoristas, mecánicos, armadores, armeros; y, además, estudiar las varias posibilidades de la aeronáutica militar y civil de la República. Estará confiada a un oficial superior del Ejército o la Marina.( R.O. 1120 de 11 julio 1924)

Los presidentes en la vida de la aviación militar

Gonzalo S. Córdova

El 1 de septiembre de 1924, en medio de una fastuosa ceremonia de transmisión de mando, asume la Presidencia de la República el Sr. Gonzalo S. Córdova. Con la posesión del nuevo presidente, se nombra Ministro de Guerra, Marina y Aviación (es la primera vez que se da este calificativo) al señor Leonardo Sotomayor. La presencia de Córdova no es de buen augurio para la institución militar. Se reforma la Ley Orgánica Militar dirigida a administrar a las fuerzas armadas desde el Ministerio de Guerra. (Lloret Orellana Patricio.La Misión Militar Italiana.) Ante las denuncias de actos fraudulentos durante la elección del presidente, se produjo una conservadora que obligó a la intervención del ejército. El ejecutivo aumentó a 400 plazas la dotación de cada una de las unidades militares, las declaró en campaña y reincorporó a muchos oficiales al servicio activo.

El 2 de junio de 1924 se publica un llamamiento para un segundo curso de aviación militar. Luego de los exámenes de rigor, conforme a reglamento, ingresaron en calidad de alumnos los tenientes Octaviano Valdivieso y César Borja. También fueron aceptados los subtenientes Carlos Guarderas, José Salazar, Francisco Andrade, César Concha y Jorge Valdivieso.  Se nombra como Director Técnico al capitán Atilio Canzini, laureado piloto de caza en la Primera Guerra Mundial e instructor de vuelo de la Escuela de Aviación Gabardini de Cámeri, en Italia, durante la postguerra. Canzini arribó con cuatro monoplanos Gabarda biplaza tipo Albi de 80 HP; un biplano Gabardini biplaza de 110 HP y dos biplanos monoplazas de 120 HP (Historia FAE). El capitán Canzini implementó el método de adiestramiento gradual Gabardini, con óptimos resultados. En el mes de octubre se graduaron y recibieron su brevet de pilotos de aviación, los tenientes Jacinto Vélez, Carlos Franco, Santiago Duarte, Juan Francisco Gallegos, Agustín Zambrano, Luis Mantilla y César Gavilanes, los mismos que se constituyeron en los primeros aviadores ecuatorianos graduados en la Escuela de Aviación “El Cóndor”. 

La Revolución Juliana

La conciencia de clase adquirida por el ejército con las misiones militares extranjeras que habían sido contratadas, se hizo presente en una serie de oficiales cuya formación mental sobresalía de entre los antiguos militares hechos solo en el campo de batalla o en la servidumbre política al partido imperante.  (Cevallos) Era el inicio de la Revolución Juliana, de renovación social y económica.

El 9 de julio de 1925, es una fecha histórica para el Ejército Nacional y para el país, por la importancia del levantamiento militar que derrocó al gobierno de Córdova. Revolución incruenta que dejó un pasado oprobioso y generó una nueva época en lo político, en lo económico y en lo social. (…) Pocas transformaciones se han realizado con propósitos más concretos ni han obedecido a causas más claramente conocidas. (…) y nuestra buena suerte quiso que se realizara en forma incruenta y sin dolores, merced a la colaboración patriótica del Ejército quien, como clase preponderante en el conglomerado social, se sintió solidario de causa tan eminentemente social como la dicha. (Luis Napoleón Dillon)

Asume el mando supremo de la República la Junta de Gobierno Provisional. El decreto es firmado por Luis Napoleón Dillon, José Rafael Bustamante, general Francisco Gómez de la Torre y general Moisés Oliva. Había llegado al poder un movimiento revolucionario propiciado por oficiales jóvenes del ejército, muchos de ellos, alumnos de la Escuela de Ingenieros. El general Francisco Gómez de la Torre es nombrado Ministro de Guerra, Marina y Aviación. El programa juliano inmerso en el acta de reunión del 20 de mayo de 1925, contemplaba desde el punto de vista militar, la organización del ejército, para que responda a las aspiraciones y necesidades del país, y la completa revisión de leyes militares y la creación de las que eran necesarias, de manera especial el servicio militar obligatorio.

En la Escuela de Aviación se nombra al teniente coronel Luis Peñaherrera como Director, al inicio del año 1925. (R.O. 101 de 7 de enero de 1925) Permanece en el cargo hasta los primeros días de enero de 1926, cuando se produce la clausura de la escuela, con la finalidad de mandar a sus alumnos a perfeccionarse en el exterior. Se declara en comisión de servicios a seis oficiales. La escuela es adscrita a la VI Zona Militar, con asiento en Guayaquil, en condición de Sección de Aviación, con la finalidad de preservar el material existente. Pedro Traversari queda encargado de dicha sección.( R.O. 9 de 13 abril 1926)

Dr. Isidro Ayora

La Junta provisional nombra al Dr. Isidro Ayora como Presidente Provisional del Ecuador, al considerar inconveniente la forma de gobierno plural, no solo porque se presta a frecuentes crisis, con peligro de la paz de la República, sino porque no consulta suficientemente el principio de unidad y responsabilidad gubernativas.(R.O. 2 de 5 de abril de 1926). Se promulga la Carta Política número trece de nuestra vida republicana, el 26 de marzo de 1929. En ella se dispone de representantes funcionales en el Congreso Nacional; entre ellos, el del Ejército. ( R.O. 189 de 24 de febrero de 1926).

Mediante decreto ejecutivo se publica una nueva Ley Orgánica Militar según la cual, en tiempos de paz, el Ministerio de Guerra, Marina y Aviación ejerce el mando y la administración militar. La aviación sigue siendo parte del ejército  Se constituye una sección de Escuadrilla de Aeroplanos de Guerra, adscrita al Ministerio de Guerra. Se nombra comandante de la escuadrilla al capitán asimilado Cosme Renella. (R.O. 17 de 22 de abril de 1926)

Los padres de Cosme Rennella Barbatto fueron Salvatore y Enriqueta, importadores de productos para ventas al mayor, en la ciudad de Guayaquil. Cosme nació en Italia. Estudió en la Escuela de Aviación de Pau, Francia, y se graduará de piloto aviador en Italia. El 9 de enero de 1913 llega a Guayaquil. En su segundo viaje a Europa obtiene un segundo brevet que lo reconoce como militar y lo faculta para manejar dirigibles y aeroplanos militares. En 1924 se incorpora a la Escuela de Aviación. El 26 de diciembre realizaría el raid Loja-Cuenca. Al aterrizar en Jericó el viento levanta de lado al avión y se destruyen sus alas. El célebre Telégrafo I que tuvo su primera cita con la gloria en ese mismo campo de aterrizaje terminó destrozado en el mismo lugar.  Fue restaurado en Quito y pasó al museo del Colegio Militar Eloy Alfaro. Actualmente se encuentra en el Museo Aeronáutico de la Fuerza Aérea ecuatoriana.

En la Ley Orgánica Militar publicada en diciembre de 1927, en el Ministerio de Guerra se cambia su organización, pasando de secciones a departamentos; entre ellos, la Sección de Aviación pasa a ser el III Departamento al cual pasan a prestar sus servicios Pedro Traversari y Cosme Renella. Como parte del Consejo de Defensa consta como uno de sus miembros el jefe del Servicio de Aviación.  (R.O. 495 de 24 de noviembre de 1927)
Se clausura la Escuela de Aviación en Guayaquil. Los alumnos salieron a la Escuela de Aviación Gabardini en Italia: Capitán Santiago Duarte; tenientes Agustín Zambrano, Luis Mantilla, Jacinto Vélez; subteniente César Borja, alférez Carlos Guarderas y alférez José Salazar. Fallecieron en accidentes de vuelo el alférez Carlos Guarderas en enero, el capitán Santiago Duarte en junio y el alférez José Salazar en julio de 1927. El 1 de octubre de 1928   falleció en Durán el capitán Agustín Zambrano. 

Producto de la clausura se trasladan todos sus elementos de vuelo y su correspondiente logística hasta la ciudad de Latacunga. Se dispone la apertura de un nuevo curso para pilotos en la mencionada ciudad. Sus instructores son los oficiales que se graduaron en Italia. Se integran también Traversari y Rennella que se encontraban en el Departamento de Aviación. Se autoriza al Ministro de Guerra la compra de los terrenos pertenecientes a la hacienda San Isidro y La Posta, en la parroquia de Cotocollao, para la construcción de un campo de aviación.  ( R.O. 417 de 6 de septiembre de 1929)

Los años treinta, sus gobiernos y la Aviación Militar

La Constitución número trece del país, seudo parlamentaria, con sucesión en el mando de la república en la persona del Ministro de Gobierno, trae como consecuencia la presencia de 17 gobiernos, entre constitucionales, dictaduras, encargados del poder entre civiles y militares, que durante los años treinta convulsionaron el panorama político de la nación. El Ejército Nacional fortalecido desde la refundación de la Escuela Militar asimila la embestida política y se dedica a sus funciones primigenias. (Lloret. Anahimi Boletín 5) La Escuela de Aviación formando parte del orgánico del ejército, se empeña en la difícil misión de formar pilotos que puedan surcar la geografía ecuatoriana, con el menor número de accidentes posibles. Su educación se cimenta con valores propios de la profesión militar que les permite superar el difícil momento político respecto a su consolidación como Escuela Militar de Aviación.

La aviación pasa a depender directamente del Ministerio de Guerra, Marina y Aviación y traslada sus instalaciones a la ciudad de Latacunga. Se autoriza la compra de un terreno para el campo de aviación en Quito, ubicado en la parroquia Cotocollao. Los terrenos pertenecían a la hacienda San Isidro y La Posta. (Ibídem)  El 2 de enero tiene lugar el primer vuelo directo Guayaquil-Quito. Los aparatos Travel Air fueron alistados. El R-1 estuvo al mando del capitán Luis Mantilla, acompañado por el capitán Jacinto Vélez. El R2 fue piloteado por Cosme Rennella y como pasajero el teniente César Borja.

En agosto de 1930 se inaugura el Correo Aéreo militar a diferentes ciudades del país. Los pilotos fueron Cosme Renella y Luis Mantilla. Su primer vuelo tuvo como destino Tulcán en donde se entrego la correspondencia mediante la utilización de un paracaídas que llegó a la plaza central de la ciudad. Su siguiente destino fue Riobamba en septiembre. El objetivo fue el de conseguir experiencia de sus pilotos. Se firmó un contrato con Correos del Ecuador, lo cual financiaba en parte la logística de vuelo. En febrero de 1931 se incorpora el teniente César Monge, brevetado en la Habana-Cuba como piloto militar.  

En marzo de 1931 se compra un avión Ryan B.5 de propiedad de un piloto americano que buscaba establecer en el país un servicio de aviación civil. No encontró las condiciones necesarias para dicho propósito, y propuso al Departamento de Aviación del Ejército su compra. Se le puso el nombre de Ecuador y se le asignó al correo militar. El primer reglamento de Navegación Aérea en el Ecuador se expide en el año de 1932. (R.O .224 de 14 de julio de 1932)

El interinazgo del coronel Luis Larrea Alba

Se inicia con el levantamiento del Batallón de Ingenieros Chimborazo, comprometido a defender el Congreso de una posible disolución por parte del Ejecutivo. Se preparaban las unidades militares Yaguachi y Constitución para actuar contra el Chimborazo. El presidente Isidro Ayora, luego de visitar esas unidades, presenta la renuncia a su cargo. Se nombra al coronel Luis Larrea Alba como Ministro de Gobierno y Previsión Social y asume el Poder Ejecutivo. Se nombra como Ministro de Guerra, Marina y Aviación, al coronel José Antonio Gómez González. ( R.O. 3 de 27 de agosto de 1931)

Larrea busca la jefatura suprema de la nación con el apoyo de algunos legisladores y casi ningún apoyo militar, puesto que, solamente, el batallón Carchi se pronuncia a favor. Esa falta de respaldo le lleva a dimitir de su cargo, no sin antes nombrar como Ministro de Gobierno al Sr. Alfredo Baquerizo Moreno, y, por ende, su sucesor conforme a la Constitución, el 15 de octubre de 1932. Había permanecido en el poder 52 días. (R.O. 1 del 16 de octubre de 1931) Luego de su renuncia, la Vanguardia Socialista a la cual pertenecía Larrea, se ocupó, según lo afirma el propio general, durante todos aquellos agitados tiempos, de infiltrarse activamente en las filas del ejército-oficiales subalternos y tropa-, labor subversiva en la que fueron ayudados por el partido liberal, al nivel de las altas jerarquías militares. (Lloret. Obra citada) 

El 22 de julio de 1932, el avión Ecuador salió para el vuelo de circunvalación a la República. Se constituye en uno de los eventos más importantes de la aviación. La ruta trazada fue Latacunga-Cuenca- Loja- Guayaquil- Salinas- Manta- Quito. El piloto fue el capitán Cosme Renella, acompañado del capitán César Monge. El mecánico de vuelo el italiano Bruno Ceccovilli. Se entregaron 420 piezas postales en las diferentes capitales de provincia visitadas durante el vuelo. La circunvalación terminó el miércoles 2 de agosto a las 10:45 horas. El 19 de agosto el avión Ecuador se estrelló en las montañas de Calceta, en un sitio llamado Membrillo. Falleció el capitán César Borja, y quedaron gravemente heridos sus acompañantes, capitán César Monge y sargento Leonidas Serrano.  (Fuerza Aérea. Obra citada)

Alfredo Baquerizo Moreno

Baquerizo Moreno en su calidad de Presidente Encargado realiza una convocatoria para elegir al Presidente Constitucional, para los días 20 y 21 de octubre de 1931. La votación favoreció a Neptalí Bonifaz; sin embargo, no obtuvo mayoría en el Parlamento. De acuerdo a la Constitución, las elecciones en su segundo escrutinio tenían que realizarse en el próximo Congreso; es decir, en agosto de 1932. En esta fecha se lleva a cabo la segunda votación, en la cual se descalificó al presidente electo en octubre de 1931. 

En la madrugada del 27 de agosto se inicia la denominada “guerra de los cuatro días”. Dejó alrededor de 700 muertos y mil heridos. El encargado del poder Alfredo Baquerizo se asiló en la Embajada de Argentina. Este interinazgo había durado diez meses y 12 días. Durante el mismo se aprobó el reglamento de Navegación Aérea. El Consejo de Estado aprobó la adquisición de dos aviones de guerra, con su equipo y armamento completos.  (R.O. 157 de 26 de abril de 1932)

Alberto Guerrero Martínez

Asume el ejercicio del Poder Ejecutivo el presidente de la Cámara del Senado. Se ratifica en el cargo al Ministro de Guerra, Marina y Aviación, Leonardo Sotomayor. Se convoca a elecciones para el 30 y 31 de octubre. Hubo dos candidatos: Juan de Dios Martínez y Manuel Sotomayor Luna, hermano del ministro. Fue elegido Juan de Dios Martínez Mera en su calidad de Presidente Constitucional. Asume su cargo el 5 de diciembre de 1932. Guerrero estuvo en el poder tres meses y seis días.

Juan de Dios Martínez Mera

Nombra Ministro de Guerra, Marina y Aviación al general Juan Francisco Orellana. Llegan al país los aviones de guerra cuya compra fue dispuesta en 1932: un biplano Waco dotado de armamento ligero, el mismo que fue armado en Guayaquil y conducido a Quito. (R.O. 71 de 16 de enero 1934) Su compra la dispuso el Ministro de Guerra, coronel Alberto Romero. Dos aviones Curtis Wright pedidos por Don. Leonardo Sotomayor, quien había reemplazado al coronel Romero. Fueron trasladados a Latacunga como R-3 R-4, para entrenamiento. Se autoriza la compra de un aeroplano marca Bird por US$ 6500.  (R.O.153 de 7 de junio de 1933)
A consecuencia de un incendio producido en las instalaciones de Latacunga en enero de 1934, tripulaciones y aviones pasaron a Quito. Se conforma el Grupo de Aviación con su respectivo reglamento.  (R.O. 62 de 5 de enero de 1934) En julio de 1934 se realiza el primer vuelo directo Quito-Cuenca-Quito.

Entra en la escena política, desde el Congreso Nacional, el Dr. José María Velasco Ibarra. El tema limítrofe con el Perú entretiene a los políticos mientras la prensa nacional difundió rumores de guerra. El 15 de agosto el Congreso pide la renuncia del Presidente de la República. En octubre se destituye a Martínez y se hace cargo del Poder Ejecutivo el señor Abelardo Montalvo. En el intermedio, es decir, en diez meses y catorce días el ejército fue puesto en campaña. Varias unidades se levantaron en armas. Se producen renuncias de los ministros de Estado. Asume el Ministerio de Guerra el general Enrique Barriga. El enfrentamiento de unidades deja 12 muertos y 34 heridos.

Abelardo Montalvo

Su gobierno duró lo suficiente como para preparar nuevas elecciones presidenciales; es decir, 10 meses y nueve días. Se mantuvo en el ministerio de Guerra el coronel Alfonso Darquea. Para la aviación, se compra un avión de guerra Waco en US$ 17.997 dólares.

José María Velasco Ibarra 

Fue el sexto Presidente de la República en apenas cuatro años de la década de los treinta, la misma que terminaría con 17 ciudadanos, entre interinos, encargados, elegidos y dictadores, que se constituye en una década pérdida en el ámbito democrático del país. El presidente Velasco asume el mando de la República el 1 de septiembre de 1934. Se nombra Ministro de Guerra, Marina y Aviación al Sr. Anastasio Zaldumbide.

En julio de 1935 se abre nuevamente la Escuela de Aviación Militar con sede en la ciudad de Guayaquil, en las dependencias del aeropuerto Simón Bolívar, con un número de hasta 15 alumnos escogidos entre los oficiales en servicio activo del ejército y la marina. El decreto fue firmado el 3 de julio de 1935.  (R.O. 14 del 15 de octubre de 1935) En el ministerio de Guerra, Marina y Aviación se encontraba el coronel Ricardo Astudillo. 

Asume la dirección de la Escuela de Aviación el mayor Luis A. Mantilla y como subdirector el mayor Jacinto Vélez. Se termina el año con la compra de tres aviones trimotores por un valor de US$ 40.000 dólares. (R.O. 66 de 17 de diciembre de 1935) Se dispone la compra de ocho aviones Curtis-Wright y se construyen hangares para mantenimiento de aviones, edificios administrativos, villas para oficiales y aerotécnicos. La compra de estas naves para la aviación, y de material bélico para el ejército fue autorizado por el Consejo de Estado, en sesión secreta del 16 de abril. Asume las funciones de jefe del Departamento de Aviación el mayor Pedro Traversari. En el mes de diciembre se inaugura oficialmente la Escuela Militar de Aviación, con la presencia del coronel Alberto Enríquez Gallo, quien había asumido la función de Ministro de Guerra y Marina. 

Una vez más, la pugna política al interior del Congreso y la amenaza de destituir al presidente llevó a Velasco a intentar asumir los plenos poderes. Acudió a los militares para conseguir su apoyo. El teniente coronel Alberto Enríquez, comandante del grupo de caballería Yaguachi, le negó el apoyo. Se sumaron otras unidades. El Inspector del Ejército dispuso la prisión del presidente. El Congreso acordó (…) “Recomendar ante la historia la actitud noble y decidida del Ejército”. Quien firmaba el acuerdo era nada menos que Arroyo del Río. Cosas de nuestra política. Velasco Ibarra había gobernado por primera vez el país, por el tiempo mágico de diez meses y 21 días.

Antonio Pons 

Aceptada la renuncia de Velasco se encarga el Poder Ejecutivo al Dr. Antonio Pons. Nombró como Ministro de Guerra, Marina y Aviación al coronel Manuel Ernesto Cepeda. Ante la lista de nombres como posibles candidatos a la presidencia de la República, especialmente la del candidato conservador Alejandro Ponce, provocó la posibilidad de una dictadura, renunciando ante el mando militar. Había permanecido un mes y seis días al mando del país. Ese mismo día, el ejército designó al ingeniero Federico Páez como jefe supremo de la Nación.

Federico Páez

Asume el mando del país el 27 de septiembre de 1935. Pone en vigencia la Constitución de 1906. Se nombra como Ministro de Defensa Nacional (es la primera vez que se designa con este nombre al ministerio) al coronel Benigno Andrade quien es reemplazado tempranamente por el coronel Alberto Enríquez Gallo. 

A inicios del año 1936 se reforma la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas. Se cambia el nombre de Comando de las Fuerzas Armadas, por el de Comando Superior del Ejército. El Departamento de Aviación pasa a llamarse Inspectoría General de Aviación y sigue siendo parte del Comando Superior del Ejército. Se aprueban nuevos reglamentos y el Plan de Instrucción de la Escuela de Aviación, el mismo que comprendía pilotaje, entrenamiento y vuelo por instrumentos en su primera parte, y, Aplicaciones Militares. Se aprueba una Ley de Tránsito Aéreo.

Ante las necesidades de instrucción se decreta la organización del I Curso de Aviación con 30 alumnos bajo la dirección de Cosme Renella. (R.O. 159 de 6 de abril de 1936) Cuatro oficiales, entre ellos, Edmundo Carvajal, viajan a Venezuela, y se gradúan de pilotos militares. Este curso funcionó en el Colegio Militar de la Recoleta. En Cuenca se expropia la hacienda Machángara de propiedad de doña Hortensia Mata para la construcción del aeropuerto de Cuenca.  

En el mes de julio se produce una crisis de gabinete y renuncian los ministros de Estado. Se nombra a militares para ocupar sus puestos. De esta manera se conforma un gobierno militar al mando de Federico Páez, Las fuerzas armadas son involucradas en la política nacional. Asciende a general, el coronel Alberto Enríquez Gallo.

El 3 de mayo de 1937 fallece en Quito el Tcrnl. Cosme Rennella Barbatto. En este mismo mes se producen relevos en el mando de la Misión Militar italiana. Como jefe de misión llega el general de brigada Giacomo Negroni, acompañado de nuevos instructores para la aviación militar; entre ellos, Tcrnl. Alessandro Brutini, capitán Higilio Perotti y los tenientes Aurelio Laino y Pietro Palmerino. El general Negroni recibió la condecoración Abdón Calderón de primera clase por sus servicios prestados. Retornó a su país en el año de 1939, cuando terminó la presencia de la misión en el Ecuador, apenas los Estados Unidos ingresaron a la II Guerra Mundial, tras el ataque japonés a Pearl Harbor.  Se inician los cursos de aviación en Quito y Cuenca.  (R.O. 338 de 17 de enero de 1940)

La preparación recibida en los diferentes cursos de Aplicación de Aviación es puesta en práctica por los pilotos ecuatorianos a través de vuelos a largas distancias. Con motivo de la celebración del centenario de la batalla de Boyacá, en agosto de 1937, se realiza el raid Quito-Cali-Medellín-Bogotá, con una escuadrilla compuesta por tres aviones tipo Alfa Romeo RO-37. En septiembre se vuela Guayaquil- Chiclayo-Lima, por invitación para participar en la I Conferencia Internacional de Aviación. (FAE. Obra citada.)

General Alberto Enríquez Gallo

El 23 de octubre de 1937, Federico Páez presenta la renuncia de su cargo ante la Asamblea Nacional. Las fuerzas armadas resuelven entregar el mando de la nación al general Alberto Enríquez Gallo, hasta convocar a una nueva Asamblea Constituyente. El coronel Guillermo Freile es nombrado Ministro de Defensa Nacional. Se declara vigente la Constitución de 1906.   (R.O. 1 de 23 de octubre de 1937). El general Enríquez se preocupó de armar adecuadamente al ejército. En sus memorias, conforme lo relata el general Marcos Gándara Enríquez, afirma haber adquirido material para armar y equipar a diez brigadas en pie de guerra y que se compraron cuatro escuadrillas de aviones. (Lloret. Boletín No 5  Anahimi)
Los contratos no llegaron a ejecutarse.El 3 de agosto decoló el raid Quito-Cali-Medellín-Bogotá, con una escuadrilla compuesta por tres Alfa Romeo RO-37, en homenaje al centenario de la batalla de Boyacá. El 15 de septiembre volaron los mismos aviones en la ruta Guayaquil-Chiclayo-Lima, para asistir a la I Conferencia Internacional de Aviación. Fueron condecorados los pilotos mayor Nicolás López, capitán Galo Almeida y capitán Jaime Chiriboga.

Poco tiempo antes de que se retire la Misión Militar italiana, las actividades de vuelo fueron restringidas debido a la falta de repuestos para las aeronaves adquiridas, y por los continuos accidentes aviatorios que habían cobrado la vida de distinguidos oficiales. En octubre del 38 falleció el general Enrique Rivadeneira, Inspector General del Ejército, volando desde Guayaquil a Manta. El piloto, mayor Nicolás López y tres oficiales más murieron en el accidente. La falta de mantenimiento y la imposibilidad económica de remitir los motores hasta Italia, determinó que los biplanos italianos no vuelvan a despegar nunca más.

Manuel María Borrero 

Cumplida la misión encargada por las Fuerzas Armadas, la Asamblea Nacional Constituyente reunida conforme al decreto firmado por el general Enríquez nombró como presidente interino al cuencano Manuel María Borrero. La presencia del general al mando del país fue de nueve meses y días. Se nombra Ministro de Defensa Nacional al Sr. Camilo Andrade. El ministerio de Defensa se organiza con los Departamentos de Ejército y Aviación, y, de Marina y Galápagos. Se vuelve a la organización de 1930.Llegan al país ocho biplanos Alfa Romeo RO-37 y dos biplaza de reconocimiento y asalto con motor Piaggio P.IX adquiridos en el gobierno del Gral. Enríquez. Se organizan las unidades de defensa antiaérea en la IV Zona Militar, con dos baterías. Se crea la batería antiaérea en el grupo Atahualpa con el material comprado en Italia. Se inicia un curso de aplicación de aviación a funcionar en la base Mariscal Sucre con una duración de seis meses. 

Aurelio Mosquera Narváez

De manera intempestiva el presidente interino renunció a su cargo el 1 de diciembre de 1938, a los tres meses y 19 días de haber asumido la presidencia. El parlamento eligió esa misma noche al doctor Aurelio Mosquera Narváez, como Presidente Constitucional. Se nombra Ministro de Defensa a Galo Plaza Lasso, quien disuelve la Asamblea, dando paso a un gobierno dictatorial. (R.O.1 de 2 de diciembre de 1938) En el mes de noviembre enferma gravemente el Presidente de la República, por tal razón, asume interinamente el Poder Ejecutivo el Dr. Carlos Arroyo del Río, quien ejercía la presidencia del Congreso. En los 25 días que duró su interinazgo realizó el llamamiento a elecciones, las mismas que más tarde se convertiría en el mayor fraude de la historia nacional. El mandato de Aurelio Mosquera duró 1 año y 9 días.

Andrés F. Córdova

El lunes 11 de diciembre de 1939, se encarga el Poder Ejecutivo al Dr. Andrés F. Córdova. (R.O. 308 de 11 de diciembre de 1939) Se da el pase al capitán de aviación Gonzalo García, desde el grupo de caza Guayaquil, a la segunda escuadrilla del grupo de bombardeo liviano y de reconocimiento en Quito.  (R.O. 340 de 19 de enero de 1940) El grupo de bombardeo liviano se integra con un mayor comandante y 16 oficiales. El grupo de caza de la base aérea Simón Bolívar, con un comandante, el capitán Galo Almeida Urrutia y 15 oficiales.  (R.O. 360 de 12 de febrero de 1940) Prestan servicios en los otros aeropuertos los oficiales subtenientes.  Se inicia el V curso superior de vuelo instrumental en febrero de 1940.
A la lid electoral se presentaron los señores José María Velasco Ibarra, Carlos Alberto Arroyo del Río y Jacinto Jijón y Caamaño. Arroyo fue el candidato vencedor. La protesta no tardó en presentarse, inicialmente en Guayaquil y luego en todo el país.

El fraude escandaloso fue el motivo para la rebelión de la Base Aérea “Simón Bolívar” de Guayaquil, al mando del capitán Galo Almeida Urrutia. La rebelión fue sofocada por los carabineros apoyados por algunas unidades militares. Velasco Ibarra acudió a la base aérea, acompañado del coronel Rafael Astudillo, siendo apresados y conducidos al buque “Presidente Alfaro”, y posteriormente, fueron trasladados al penal García Moreno. Velasco fue deportado a Colombia. El comandante de la base y sus oficiales fueron juzgados. El capitán Almeida fue condenado a dos años de prisión y trasladado al pabellón de la serie E, No 11 del penal.   (R.O. 338 de 17 de enero de 1940) El 3 de mayo de 1940 se da de baja del servicio activo a los siguientes oficiales: capitán Galo Almeida, subtenientes Víctor Meneses, Carlos Dávila, José Becerra, Ernesto Larrea y Sigfredo Alava. 

Habían concluido los años treinta, configurando una “década perdida” para la democracia ecuatoriana, sin embargo, el Ejército había logrado un alto grado de organización. Fue comandado desde el Ministerio de Defensa Nacional a través de la Inspectoría General del Ejército, responsable de la preparación y eficiencia del Ejército para la guerra; un Estado Mayor General encargado de planificar y elaborar los planes de guerra, y las zonas militares como entes ejecutores de la instrucción y de la movilización. En las unidades operativas se habían consolidado las armas consideradas como nuevas, esto es, la ingeniería y la aviación.
El inicio de los años cuarenta fue el principio de la debacle nacional. El análisis de los hechos desde el punto de vista político, diplomático y militar, llevan a concluir que el gobierno de Arroyo del Río, incluido su mando militar, fue responsable por error u omisión, del delito de traición a la patria. El Ejército Nacional, excepto su Escalón de Seguridad, no combatió en el año de 1941.

Conclusiones

La participación victoriosa de Italia en la Primera Guerra Mundial, en el periodo 1915-1918, dejó lecciones aprendidas de enorme importancia para el desarrollo profesional de sus fuerzas armadas. La decisión del presidente José Luis Tamayo de contratar a la Misión Militar a instancias de su ministro de Guerra, el coronel Octavio G. Ycaza y de su subsecretario, coronel Ángel Isaac Chiriboga, permitió que los componentes de dicha misión trajeran consigo un cúmulo de conocimientos profesionales que permitieron apuntalar el crecimiento de la aviación en el Ecuador, graduando a los primeros diez pilotos, que partieron a Italia en uso de becas de perfeccionamiento.

La carta política de 1929 fue el inicio de una de las épocas de mayor desprestigio de la endeble democracia ecuatoriana, que daría paso a la presencia de 17 mandatarios, quince civiles y dos militares, que se revelaría funesto para el país, para el ejército, y en este caso, para el mejor desarrollo de la naciente aviación ecuatoriana. La creación de la Escuela Militar de Aviación, en el gobierno del general Alberto Enríquez Gallo, (R.O. 160, de 7 de abril de 1936) es el punto de partida para la consolidación de una Institución que se cubriría de gloria el 10 de febrero de 1995, defendiendo el territorio nacional en el conflicto del Cenepa.

Bibliografía:


- Registros Oficiales del periodo 1 de enero de 1920 al 30 de enero de 1940
- Lloret Bastidas Antonio, 3 de Noviembre. Revista del Concejo Cantonal de Cuenca, No 162. 1995
- Fuerza Aérea Ecuatoriana. Historia Ilustrada. 27 de Octubre de 1999
- Donoso Game Juan. Pedro Traversari Infante. Academia Nacional de Historia Militar. Boletín No 4. Año 2012
- Cevallos García Gabriel, Historia del Ecuador. Texto. 1987
- Lloret Orellana Patricio. Gral. La Misión Militar Italiana. Boletín No 4 de la Academia Nacional de Historia Militar.
- Lloret Orellana Patricio. Gral. El Ejército de los años treinta. Boletín No 5 de la Academia Nacional de Historia Militar. Año 2013


domingo, 9 de octubre de 2022

Breve Resumen Histórico del Ejército Ecuatoriano en los siglos XIX y XX

                                                                                                    Gral. Patricio Lloret Orellana


                                            El Ejército en el siglo XIX


El siglo XIX fue un siglo dinámico caracterizado por cambios acelerados en las estructuras económicas, políticas y sociales de los países europeos. La independencia de América sumada a la reorientación del colonialismo sobre África y Asia, reorganizaron el mapa geopolítico del mundo. Se consolidó el sistema republicano y democrático como forma de gobierno en Occidente, y el inicio de la decadencia de las monarquías absolutistas. Consolidada la independencia, las nuevas repúblicas se vieron con serios problemas en la conducción política, al no existir la experiencia de autogobierno, como se quejó amargamente Bolívar. Los primeros intentos de establecer algún grado de soberanía popular fracasaron casi en todos los países, dando paso a décadas de turbulencia política en las cuales asomaron los caudillos, la mayoría de ellos desde el estamento militar que, condujo o participó en las guerras de la independencia. Los primeros esfuerzos de organización del gobierno demostraron lo lejos que había quedado la revolución que había conmovido a las colonias inexpertas para obedecer y para intervenir en las funciones de la república.


El nacimiento del Ejército ecuatoriano


La disposición emitida por Bolívar en el año de 1827, de crear el ejército que combatiría con el Ejército peruano, se constituye, sin lugar a dudas, en el origen del Ejército ecuatoriano. La conformación de una División en base de la Tercera auxiliar de Colombia, relevada en Lima, y las unidades del Departamento del Sur, se encuentra lista, el 28 de enero de 1829, para iniciar la campaña de treinta días que le llevaría a la victoria de Tarqui. Este ejército fue el último de Colombia en el Distrito del Sur, transformándose, luego, en el primero de la nueva República. El 13 de mayo de 1830 se redactó el acta de separación de la Gran Colombia. El 14 de agosto se reunía, en Riobamba, la primera Asamblea Nacional Constituyente; y, el 11 de septiembre se dicta la primera Constitución, misma que, en lo que corresponde a la institución militar manifiesta: “Art. 51. El destino de la fuerza armada es defender la independencia de la patria, sostener sus leyes y mantener el orden público. Los individuos del ejército y armada están sujetos en sus juicios a sus peculiares ordenanzas.”


Se inicia el periodo Floreano, cuya duración avanza hasta 1845; es decir, largos quince años de alzamientos militares, muchos de ellos planificados y ejecutados desde el exterior a favor o en contra de quienes dirigían la política nacional. Nacen las tropas gobiernistas y las revolucionarias, cuyos encuentros, victorias y derrotas irán marcando la historia nacional hasta bien avanzado el siglo XX. Estuvo colmado de errores y de sacudimientos, siendo estos últimos la consecuencia de aquellos. (Cevallos. 392) Elegido Rocafuerte como Presidente de la República por la Convención de Ambato, se inicia un primer proceso de modernización del ejército. Se dicta la ley de 7 de abril de 1837 creando la conscripción militar, cuya finalidad fue la de depurar de extranjeros las unidades militares. Al siguiente año, convencido de que la seguridad del Estado es una responsabilidad del ejército, dispone, mediante decreto, la creación del Colegio Militar, el 8 de marzo de 1838. El general español Antonio Martínez Pallares fue su primer director.


La presidencia de Gabriel García Moreno


A la llegada de García Moreno a la presidencia de la república, en 1860, las fuerzas armadas, esto es, el ejército y la marina, venían de un proceso de formación y organización desde el inicio de la República, con una marcada influencia española reflejada en la escuela de formación de oficiales creada por Rocafuerte. Asoma en la palestra militar el general Javier Salazar, con el grado de teniente coronel y recibe la orden de marchar sobre Guayaquil contra el general Guillermo Franco. Desde ese momento las dos figuras quedarán unidas en lo personal y en la historia. Hombre culto por excelencia, militar formado académicamente en el exterior, visionario de un ejército dedicado al cumplimiento de su misión fundamental, la defensa de la soberanía nacional. Su presencia permitió alcanzar reformas fundamentales en la institución militar.


En 1869 se aprueba el primer Código Militar. En su contenido se encuentra, entre lo más importante, la composición de la fuerza armada y del Colegio Militar, la escala jerárquica que se emplea para los ascensos, manejo de fondos militares, funciones, obligaciones y atribuciones de cada grado jerárquico, instalación de  las cortes marciales y las leyes penales para los delitos militares.


El 2 de abril de 1869, siendo Ministro de Guerra y Marina el general Francisco Salazar, se reabre la Escuela Militar cerrada por Flores, con el nombre de Escuela Práctica de Cadetes, la misma que inicia su funcionamiento en el convento de San Agustín. Su director fue el sargento mayor Timoleón Flores. Tuvo estrecha relación con la Escuela Politécnica en la cual, empezaron a recibir clases de matemáticas. En los ocho años de funcionamiento se graduaron cincuenta y siete cadetes en los grados de subtenientes y alférez. El gobierno Garciano no pudo excusarse de acometer la tremenda empresa de reducir las tropas a su límite legal, a los oficiales a sus funciones técnicas, a los altos jefes a sus tareas de estudio, preparación y enseñanza. La tecnificación del ejército y el lustre de la carrera militar fueron un gran objetivo Garciano. (Cevallos 488).


Luego del asesinato de García Moreno, la institución armada permaneció aletargada, con cambios insignificantes en su pie de fuerza que, por obligación, más que por convenir a los intereses profesionales, se encargaban los Congresos de cambiarla cada año o cada dos, adecuando su organización a las necesidades de combatir a las montoneras de Alfaro. La presencia de Luis Cordero fue la excepción, pues fue su gobierno el que más contribuyó al mejoramiento de la clase militar. Especial atención tuvo la Escuela Militar. La Ley del 13 de agosto de 1888 facultó al Ejecutivo para restablecerla, asignándole personal de planta y autorizando a tener en su seno hasta 70 cadetes. En 1894 se crea la Comisión Codificadora de las Leyes Militares y se publican reglamentos y textos de conducción militar elaborados por el general Salazar.


El Ejército en el siglo XX


Nada describe mejor al siglo XX que el cambio, la velocidad, la urgencia, el deseo y el miedo de vivir. Siglo de profundas transformaciones sociales, de extraordinario crecimiento económico, de dramáticos sucesos políticos y de incontenible revolución cultural, hechos sin parangón en la historia de la humanidad. Nació y murió en medio de las guerras: las de trinchera, las de movimiento, de penetraciones profundas, de dobles y simples envolvimientos, las aéreas y las navales, las guerras de guerrillas, la guerra atómica, la guerra fría; todas ellas, de una u otra manera, disolvieron imperios, destruyeron generaciones, impulsaron los cambios tecnológicos y forjaron mitos de identidad nacional. El inicio del siglo para el Ecuador fue, ante todo, el comienzo de formas de gobierno, de sistemas sociales, de modalidades constitucionales diversas y aún opuestos a lo que sucedió en el inicio de la República. El Ecuador del siglo XX nace con la presencia del general Eloy Alfaro como Presidente Constitucional de la República, luego de haber asumido el mando supremo el 5 de junio de 1895 y ser nombrado Presidente Interino en octubre de 1896.


La Misión Militar Chilena


Eloy Alfaro realiza todos los esfuerzos posibles por incorporar al país una misión militar chilena que se encargue de organizar el ejército nacional, considerando especialmente, la refundación del Colegio Militar realizado el 11 de diciembre de 1899, de la Academia de Guerra el 31 de enero de 1900; y, de la Escuela de Clases para la instrucción de cabos y sargentos. El contrato de servicios militares de la misión chilena fue firmado en Santiago de Chile el 2 de septiembre de 1899, ante notario público, con el Cónsul del Ecuador en esa capital. La publicación de este contrato recién se hizo en nuestro registro oficial el 18 de enero de 1902, pese a que los contratados prestaban sus servicios profesionales desde el año de 1900. (Lloret 10.)


Una vez conformada la misión militar, sus integrantes se dedicaron a una exhaustiva revisión, análisis y evaluación de las leyes, reglamentos, orgánicos y más documentos que estaban rigiendo para el Ejército y la Armada del Ecuador, con el fin de presentar al ejecutivo un proyecto de Ley Orgánica Militar que, contemple jerarquías militares, división territorial militar, organización de los cuerpos de tropa, servicios anexos y auxiliares, establecimientos de formación y perfeccionamiento de oficiales y tropa, administración y mandos del Ejército. El mayor del Ejército de Chile Luis Cabrera Negrete, jefe de la Comisión, remite al Ministro de Guerra del gabinete del general Leonidas Plaza, don Flavio Alfaro, el proyecto de Ley Orgánica Militar, el 27 de junio de 1902. Fue en el gobierno de Don Lizardo García que se aprueba y publica en el Registro Oficial No. 78 del 11 de diciembre de 1905, en los mismos términos en que fue presentada por la Misión Militar Chilena, y se publica en el Registro Oficial No. 79 de 12 de diciembre de 1905. (Lloret. 13)


La Ley Orgánica recomendaba que los institutos castrenses destinados a la formación, preparación y perfeccionamiento de oficiales y clases del ejército sean: Escuela Militar, Academia de Guerra y Escuela de Clases. El 11 de diciembre de 1899, mediante Decreto Ejecutivo, se disponía la reiniciación de actividades. Al finalizar el gobierno constitucional de Leonidas Plaza Gutiérrez, en septiembre de 1916, concluye en la práctica el movimiento revolucionario de Alfaro, el mismo que sembró las semillas para el nacimiento de un Ejército profesional que lamentablemente se quedó en las buenas intenciones, salvo la

creación del Arma de Ingenieros, reapertura definitiva de la Escuela Militar, la creación del Estado Mayor General y de las Zonas Militares. Faltó el líder que consolide los objetivos trazados en la Ley Orgánica Militar presentada en 1902 y aprobada a tirones en 1905, y el colectivo social que defina las circunstancias y las posibilidades del cambio. Su ausencia determinó la falta de políticas institucionales que eviten las urgencias en la profesión militar. (Lloret .14)


La Misión Militar Italiana


El 19 de octubre de 1920 el Congreso Nacional emite un decreto fundamental para el ejército, disponiendo al ejecutivo que proceda a crear las secciones de ingenieros que a juicio del Estado Mayor sean necesarias y le autoriza a contratar una misión militar europea para la instrucción del Ejército. José Luis Tamayo, Presidente de la República pone el Ejecútese el 26 del mismo mes. A partir del 22 de mayo de 1922 llega al país la misión militar al mando del general Alessandro Pirzio Biroli, acompañado de distinguidos oficiales, con hojas de vida en las cuales constaban las participaciones en las guerras de Italia contra Turquía y Austria, profesorados en las escuelas de especialidades, jefes de regimiento de telegrafistas, zapadores, pontoneros, jefes de Estado Mayor, directores de institutos, etc.; es decir, preparados para la tarea de modernizar la institución militar ecuatoriana. Creyó pertinente, en primera instancia, crear y dar impulso a institutos y escuelas militares para la preparación de oficiales superiores, subalternos y personal de tropa.


Los resultados no se hicieron esperar: organizaron cursos intensivos para las armas de Infantería, Caballería y Artillería; crearon la Escuela de Oficiales Ingenieros, con la cual, nace la educación técnica en el ejército; la Escuela de Pilotaje de Aviación; cursos de radio telegrafía, educación física, hipología. Colaboraron en la instrucción y pensum de estudios de la Escuela Militar. En 1928 crean el Servicio Geográfico Militar y se inicia el levantamiento de la Carta Topográfica Militar. El 15 de abril de 1923 se crea la Academia de Guerra del Ejército y se designa director al coronel Ángel Isaac Chiriboga. El quinto y último curso de Estado Mayor tuvo lugar entre octubre de 1940 y octubre de 1941. El 25 de agosto de 1940, el ministro de Defensa, Galo Plaza, informaba sobre la decisión del gobierno de terminar la relación con Italia tras el ingreso de esta nación a la Segunda Guerra Mundial. El 19 de noviembre se oficializaba el retiro de la Misión Militar Italiana.


La Revolución Juliana


Fue la primera de las revoluciones incruentas que habían de librarse en el país,llevada a cabo por el ejército, como representación política con poder real, el de las armas, para defender los intereses de maestros, intelectuales, militares y burócratas, grupos que se adhieren, en gran medida, a las tesis socialistas. (Moncayo. 431.) No fue una revolución militarista, pues a poco de cumplida, entregó el mando a una junta de gobierno integrada por civiles que, a la postre, se convirtió en la dictadura de una sola persona representada por el doctor Isidro Ayora. El 9 de julio de 1925, el movimiento militar iniciado en la ciudad de Guayaquil y replicado en la ciudad de Quito, depuso a las autoridades provinciales del Guayas, instaurando una Junta Militar presidida por el sargento mayor Idelfonso Mendoza, quien suscribió un manifiesto a nombre de la institución militar. En Quito se instauró la Junta Suprema Militar compuesta por el teniente coronel Luis Telmo Paz y Miño que la presidía, mayores Juan Ignacio Pareja y Carlos A. Guerrero, el teniente Federico Struve y el subteniente Ángel Bonilla.


De la lectura de las firmas que asoman en el documento de creación de la “Liga Militar”, de 25 de octubre de 1924, se puede deducir que, el movimiento juliano se inició en las aulas de la Escuela de Oficiales Ingenieros, con los alumnos que ingresaron el 30 de junio de 1922. Como profesor y jefe de curso constaba Telmo Paz y Miño. El programa de gobierno era amplio y, por ello, difícil de realizarlo en su totalidad, sin embargo, lo conseguido a lo largo de varios años de gobierno personal y estable, estuvo respaldado por el ejército. Se destacó por notorios adelantos y por fundamentales innovaciones sociales, económicas y sanitarias. En lo económico recibieron el impulso de la misión Kemmerer. (Lloret. Boletín 4)


Se promulga la Carta Política No 13 en la vida republicana; en ella, se destacan dos aspectos importantes relacionados con el ejército: la presencia de representantes funcionales en el Congreso Nacional, entre los cuales está un oficial general; y, reaparece el Consejo de Estado, al cual se integra el Inspector General del Ejército como máxima autoridad militar. Los militares julianos inauguraron las intervenciones institucionales del Ejército, pues en adelante todos los gobiernos militares surgidos (1938, 1963, 1972) lo han sido como representantes de todas las Ramas de las Fuerzas Armadas. Al mismo tiempo, los militares se convirtieron en una fuerza política reformista, nacionalista, populista y hasta cierto punto mesiánica, pues asumieron, como institución, la orientación del Estado y la salvación del país cada vez que, el ejercicio gubernamental de los civiles les pareció caótico y grave para la continuidad de la democracia ecuatoriana. (Paz y Miño. 102)


Los años treinta


La Constitución número trece del país, seudo parlamentaria, con sucesión en el mando de la República en la persona del ministro de Gobierno, trae como consecuencia la presencia de 17 gobiernos, entre constitucionales, dictaduras, encargados del Poder, civiles y militares, que durante los años treinta convulsionaron el panorama político de la Nación. Las crisis políticas en las cuales el ejército tuvo participación directa, fueron el resultado de procesos eleccionarios fraudulentos o amenazas directas a la Constitución del Estado; a pesar de ello, en lo que corresponde a la preparación profesional del personal de oficiales y tropa, en sus respectivas armas y servicios, bajo la supervisión de la Misión Militar Italiana, se había logrado un alto grado de organización.


El ejército es comandado desde el ministerio de Defensa Nacional a través de la Inspectoría General del Ejército, responsable de la preparación y eficiencia del ejército para la guerra; un Estado Mayor General encargado de planificar y elaborar los planes de guerra, y las Zonas Militares como entes ejecutores de la instrucción y movilización. En las unidades operativas, se habían consolidado las armas consideradas como nuevas, esto es, la Ingeniería y la Aviación. Los Servicios que son fundamentales para la atención de las tropas en paz y en guerra estaban en proceso de formación con la presencia de la Intendencia, Sanidad, Químico, Justicia y Veterinaria.


En lo referente al equipamiento de material militar y armamento, si bien es cierto que, la situación fiscal del país no era de lo mejor, y la descomposición política no les permitía a los gobiernos que se sucedían cada “diez meses y días”, a dedicarse a analizar y buscar las mejores alternativas orientadas al desarrollo económico y social del país, el equipamiento y armamento aparecía como medianamente adecuado a las necesidades del ejército, con fusiles Máuser, cañones de artillería Krupp, artillería de montaña de 65 mm, el fusil ametrallador ZB, la ametralladora pesada Fiat, el material de artillería Ehrhardt 75 de montaña, artillería antiaérea con la cual se organiza unidades con dos baterías de defensa antiaérea en la IV Zona Militar, el grupo de caza de la base aérea “Simón Bolívar”, cuyo comandante se sublevó ante el fraude electoral propiciado por Arroyo. Claro que nos hizo falta para efectos de defensa nacional, la artillería moderna adquirida por el general Enríquez y cuyas cuotas de pago fueron suspendidas por Arroyo del Río. Igual nos hizo falta el equipamiento de diez brigadas que el mismo general Enríquez afirma haber adquirido y que posiblemente estuvieron almacenados en las bodegas de Intendencia. De todas maneras, había armamento, equipo y personal preparado para la defensa del país.


Por primera vez, el mando militar toma conciencia de la situación de abandono del Oriente y crea destacamentos militares y navales bajo la dependencia del Ministerio de Defensa, entre otros, en Montalvo y Zumba. Se organizan en el país los Centros de Instrucción parroquiales para la reserva, entre ellos, uno destinado al Clero Secular no ordenado. Se redoblan los esfuerzos por tener una reserva adecuadamente instruida y entrenada, cumpliendo anualmente lo dispuesto en la Ley de Servicio Militar Obligatorio; sin embargo, conociendo de los problemas presentados desde mediados de julio del año 1939 en la frontera con el Perú, el mando militar, sin una adecuada Apreciación de la Situación, dispone o ejecuta la orden de licenciar a la leva de 1939 que terminaba su conscripción en los primeros días del año 1941.


Al final del año 1940, bajo el mando del Comandante en Jefe del Ejército, Dr. Carlos Alberto Arroyo del Río, conforme lo establece la Constitución de la República, el Ejército, nuestro Ejército, estaba debidamente organizado en todos los niveles del mando, sus institutos de educación en pleno funcionamiento, sus unidades desplegadas en sus guarniciones de paz, con una fuerza de seguridad en la frontera Sur, con destacamentos en la frontera oriental, con reservas instruidas, con una conscripción militar estudiantil en apoyo a las reservas, y con un armamento y equipo que sin ser de lo mejor, estaba en condiciones de ser empleado adecuadamente para defender la soberanía nacional, por un tiempo lo suficientemente largo, para forzar a un enemigo a negociar la paz. La década de los años treinta fue para el Ejército, conforme lo comprueban los documentos oficiales, un periodo de permanente preparación de sus cuadros para el cumplimiento de su misión primigenia, defender la soberanía nacional.


Los conflictos bélicos con el Perú


El inicio de la guerra en Europa fue determinante para que la Misión Militar italiana que fue contratada en el gobierno de José Luis Tamayo, en enero de 1922, iniciara el proceso de retorno a su país. Con toda seguridad, la influencia de los Estados Unidos respecto de la permanencia en Ecuador, de una misión militar de un país aliado a Alemania, debe haber agilitado su salida, la misma que se dio oficialmente en agosto de 1940, conforme el anuncio realizado por el ministro de Defensa Nacional Galo Plazo Lasso, dando por terminado el contrato “por razones de carácter internacional”. Al finalizar el año cuarenta, la amenaza peruana estaba claramente identificada por todos los organismos civiles y militares del país, excepto por el Presidente de la República. No quiso ver en los informes militares, en la prensa, en los servicios de información del exterior, la preparación bélica del Perú. Creyó que los países “amigos” (léase Estados Unidos) iban a anteponer sus buenos oficios para impedir una invasión militar peruana.


La guerra, si se puede llamarla así, había terminado y sus resultados fueron acordes a la forma en que el gobierno ecuatoriano había sido capaz de responder desde los campos político, diplomático y militar. El conflicto no fue evaluado en ninguno de estos campos del poder, ni se hizo empeño alguno para enmendando errores, empezar a prepararse convenientemente para defender la patria. De este conflicto hasta 1981 pasaron cuarenta años en que la despreocupación de los ecuatorianos a las cuestiones esenciales de la nación, alentaron en gran medida el proceder de la política internacional peruana. El conflicto del 81 volvió a desnudar nuestras debilidades. El análisis de los hechos desde el punto de vista político, diplomático y militar, llevan a concluir que el gobierno de Arroyo del Río fue responsable por error u omisión del delito de traición a la patria.


Los resultados del Conflicto de la Cordillera del Cóndor fueron traumatizantes para los ecuatorianos, porque al tomarse la decisión de instalar los destacamentos en la vertiente oriental de la Cordillera del Cóndor, no se consideró debidamente el real poder nacional y militar del país frente al Perú; tampoco la muy probable reacción de ese país. (Gallardo. 532) El resultado del Conflicto del Cóndor se constituyó en el punto de partida para iniciar reformas fundamentales en la organización, equipamiento, entrenamiento y empleo de las fuerzas armadas.


La guerra del Cenepa


Al cumplirse 25 años de la última guerra del siglo XX en América, la Academia Nacional de Historia Militar presentó el libro “La Guerra del Cenepa: 25 años”, el mismo que incluye el testimonio de primera mano de los principales protagonistas de la guerra, así como el análisis de los escenarios geopolíticos en América del Sur, la situación del país y de las Fuerzas Armadas antes, durante y después del conflicto. El objetivo fundamental de este libro, a más de ser un aporte a la investigación histórica, era el de fortalecer la pertenencia, el civismo y el patriotismo de sus fuerzas armadas y del pueblo ecuatoriano.Para lograr este objetivo era necesario que el libro pueda estar en manos de las embajadas, agregadurías militares, comandos de fuerza, bibliotecas; y, en manos de cada uno de los miembros de la Institución Militar. Apenas fueron editados los necesarios para entregar a los invitados especiales, en Quito y Guayaquil, que asistieron al lanzamiento del libro en el mes de enero de 2020.


Quiero entender que, la prohibición de conocer la historia nacional, generada por el gobierno de la revolución ciudadana, y que aún se encuentra vigente, fue el motivo para evitar la circulación de tan importante obra. Para efectos de este ensayo, pondré a consideración del lector, algunas conclusiones consignadas por quienes estuvieron al frente de las operaciones militares:


- La victoria del Cenepa fue el resultado de un profundo anhelo de reivindicación nacional, y la culminación del trabajo que realizaron silenciosamente las Fuerzas Armadas por muchos años para estar en condiciones de cumplir su sagrado deber. Fue también la consecuencia de las aportaciones económicas que responsablemente realizaron los gobiernos, unos con mayor convicción que otros, para preparar oportunamente la defensa nacional. (Gallardo. 105).


- La conducción de la guerra la realizó el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Ecuador emitiendo órdenes a los teatros de operaciones terrestre, naval y aéreo. Durante la conducción, no se cumplieron los plazos establecidos en el plan de guerra, ya que primó el factor sorpresa, anticipándonos en la movilización, concentración y despliegue de nuestras fuerzas. (Bayas. 122)


- La Campaña de 1995 fue exitosa. La preparación de más de una década, la oportuna concentración y despliegue de las fuerzas y el amarre estratégico realizado por las unidades, que no estuvieron empeñadas directamente en operaciones bélicas, disuadió al agresor de ampliar el conflicto para tomarse una prenda territorial que fue la tesis de los “halcones” nacionalistas militaristas del Perú. En cuanto a los objetivos tácticos, operativos y estratégico militares, se los alcanzó a cabalidad, permitiendo a la conducción política nacional la suficiente libertad de maniobra para una negociación digna, en los días del conflicto armado y en la compleja trayectoria hacia la consecución del fin supremo de toda guerra: la paz digna, a fines del año 1998. (Moncayo. 217)


- Armar, equipar, entrenar a las reservas para enfrentar un conflicto bélico que pudo, en cualquier momento, convertirse en una guerra declarada entre Ecuador y Perú, no era un asunto de todos los días. Había que tomar decisiones inmediatas encaminadas a conseguir los fondos internos y externos que faciliten su adquisición. Era indispensable sortear el embargo internacional de armamento impuesto por los Estados Unidos. Era necesario recordar direcciones y recuperar amistades dispuestas a apoyar al país desde el exterior. Fue indispensable generar procedimientos que eviten las largas colas de vendedores de todo tipo, desde pañuelos hasta misiles. La exigencia de presentar garantías bancarias por los montos de las ofertas ahuyentó a una gran cantidad de ellos. (Lloret 137)


- En el Conflicto del Cenepa se volaron 1.500 misiones de combate que dejaron grandes experiencias para quienes participaron en ellas. Las valerosas y patrióticas acciones que se llevaron al cabo deben ser conocidas por todos los soldados de las Fuerzas Armadas y por toda la ciudadanía ecuatoriana para que sirvan de ejemplo y motivación para seguir adelante buscando la paz y la prosperidad del pueblo y de la Patria. (Bucheli. 273)


- La Patria está nuevamente amenazada, nos cabe el honor de defenderla en nuestra frontera marítima. Estoy seguro que todos y cada uno de nosotros oficiales y tripulantes seremos capaces de hacer renacer Jambelí: hito de gloria, no pasarán. ¡Viva la Patria! (Gálvez. 266).


- Cuatro siglos después, defendiendo su territorio, un ejército de soldados provenientes de todos los rincones del Ecuador, unas Fuerzas Armadas que contaban con el respaldo de su pueblo, enfrentaron la agresión de un ejército mucho más numeroso, propiciada por el delirio populista de un gobernante que no dudó en usar el conflicto armado para favorecer sus intereses políticos. (Andrade David. Editor. 356)


Una visión desde el exterior


- “La limitada victoria del Ecuador en el Cenepa origina una nueva entrada en el antiguo conflicto. Ecuador ha logrado una victoria militar sobre el Perú por primera vez desde la batalla de Tarqui en 1829. Los ecuatorianos integraron exitosamente estrategias militares, operaciones y tácticas con una acertada campaña de información en ambos niveles, lo nacional (diplomacia) y en lo militar (operaciones psicológicas) este es un logro significativo para la nación ecuatoriana.” (Gabriel Marsella. Escuela Superior de Guerra del Ejército de Estados Unidos. (Guerra del Cenepa. 25 años. 133)


- La peor derrota desde 1879: “Jamás nuestra Fuerza Aérea ha sufrido pérdidas de esa envergadura, y todo esto frente a un adversario al que Perú siempre había derrotado cuando se atrevió a agredirnos y desalojado cuando se infiltró en nuestro territorio, tanto en 1941 como en 1981, para no hablar de lo ocurrido en el siglo pasado.” (Fernando Rospigliosi. La peor derrota. Caretas. Guerra del Cenepa. 25 años. 133)


Bibliografía:


Academia Nacional de Historia Militar. Historia Militar del Ecuador. El Ejército Nacional. Moncayo Paco.

Academia Nacional de Historia Militar. Boletín 4. La Misión Militar Italiana. Lloret Orellana Patricio.

Academia Nacional de Historia Militar. Boletín No 5. El Ejército de los años treinta. Lloret Patricio

Academia Nacional de Historia Militar. Historia Militar del Ecuador. De Paquisha al Cenepa.

Gallardo José.

Academia Nacional de Historia Militar. La Guerra del Cenepa. 25 años. Quito, enero de 2020

Cevallos García Gabriel. Historia del Ecuador. 1987

Centro de Estudios Históricos del Ejército. Tomos 2,3,4,5. Macías Núñez Édison.

Lloret Orellana Patricio. 100 años de la Ingeniería Militar en el Ecuador. IGM. Junio 2002

Paz y Miño Juan. Revolución Juliana y salud colectiva.