lunes, 10 de septiembre de 2018

LA FRONTERA NORTE


LA FRONTERA NORTE

“El poder militar presta un grado de seguridad que es similar al papel del oxigeno para la respiración: no se nota hasta que falta. Una vez que eso ocurre su ausencia domina todo lo demás”. [1]



La Geopolítica

Entre muchas de las definiciones dadas a esta ciencia, me parece que ésta se ajusta más al motivo del presente ensayo: “Estudio de la influencia del espacio geográfico sobre los estados y su política”.[2]  Tiene su origen en las ciencias políticas y en la geografía política. La primera estudia la influencia de los factores históricos, políticos, sociales y económicos en la vida del Estado, es útil para ayudar en la determinación de sus objetivos . La geografía política por su lado, es la ciencia madre de la geopolítica y hace parte de la ciencia geográfica ; es una ciencia estática que estudia la tierra como hábitat del hombre en un momento dado y sus conclusiones son geográficas. Es útil para conocer condiciones específicas de un problema. La geografía se constituye en el factor fundamental sobre el cual debe girar el pensamiento estratégico.[3]

Las conclusiones de un adecuado estudio geopolítico encauzan  la conducción de un Estado hacia el mantenimiento y/o logro de los objetivos políticos. Estos objetivos pueden lograrse por medios pacíficos o por la fuerza; en el segundo caso, entra en juego la estrategia militar que analiza si los medios humanos y materiales de los cuales dispone, a más de las condiciones geográficas, son suficientes para mantener o conquistar el objetivo político. Entonces, la estrategia militar asoma como una ciencia, cuyo fin es la conducción de la guerra y la organización defensiva de una nación. Su estrecha relación con la geografía da paso a la geoestrategia definida “como parte de la geografía política que analiza la organización en el espacio, de las fuerzas militares, políticas y económicas implicadas en una guerra o en las operaciones de defensa de un territorio”[4] Este proceso fundamental en la conducción de un Estado, que debe ser analizado, discutido y aprobado  en el seno del Consejo de Seguridad Nacional, no se ha dado, si tomamos en consideración la forma en que se enfrentó los acontecimientos suscitados en la frontera norte de nuestro país.

El escenario

La Provincia de Esmeraldas ocupa un territorio de  14893 km2 y su límite Norte es la Provincia de Tumaco-Barbacoas, Departamento de Nariño perteneciente a Colombia. Está constituida por 7 cantones , entre ellos San Lorenzo de Pailón, ubicado en la parte más septentrional del país. Al Norte limita con el departamento colombiano de Nariño. Está conformado por 12 parroquias rurales, entre ellas Mataje, considerado como el cantón más violento de Esmeraldas (96,2 homicidios por cada 100.000 habitantes). Su población aproximada es de 42.000 habitantes, con un tasa significativa de crecimiento, la misma que se ve incrementada por el proceso migratorio. Un 35% de ellos no son originarios del cantón.
La mayoría de los moradores viven de la pesca  y del trabajo agrícola en las plantaciones de palma. Su pobre condición económica les ha llevado a entablar nexos con la guerrilla colombiana, los paramilitares o los narcotraficantes para poder subsistir. Su relación con militares y policías es bueno, pero distante, ellos en sus cuarteles, los pobladores en sus negocios.

La Provincia de Sucumbíos está situada en la región amazónica, en los flancos externos de la cordillera occidental en el oeste y la extensa llanura amazónica al Este. Limita al Este con el Departamento de Loreto perteneciente al Perú y por el Norte con los Departamentos de Nariño y Putumayo pertenecientes a Colombia. Su capital Nueva Loja es un importante centro administrativo, económico y financiero de la Amazonía, gracias a la presencia del petróleo. Está constituida por 7 cantones, entre ellos, el cantón Putumayo cuya cabecera es Puerto El Carmen. La espiral de distribución de la cocaína se inicia aquí, con puntos de acopio de la coca, con el apoyo incondicional de los grupos de narcotraficantes. La droga viaja por carreteras de segundo orden hasta llegar al departamento de Nariño, en donde es refinado. Regresa a Ecuador por vía fluvial o terrestre para ser enviado al exterior.

Nariño es uno de los 32 Departamentos de Colombia. Su capital es San Juan de Pasto ubicado en el extremo suroeste del país. Se compone de 64 municipios, entre ellos Barbacoas y Tumaco. Según informe de la ONU publicado en 2017, este Departamento es el mayor productor de hoja de coca en el país, cuyos cultivos aumentaron un 52% en el año 2016, y es blanco de ataques terroristas que buscan controlar los sembradíos para la fabricación de la cocaína.

Putumayo es parte del Departamento 32 de Colombia. Su capital Mocoa limita al sur con Perú y Ecuador. Es uno de los Departamentos con mayor cultivo de hoja de coca y al igual que Nariño es blanco de los traficantes de la cocaína.. Es sede de la Brigada de Selva 27 del Ejército de Colombia. Puerto Asís se encuentra sobre la margen izquierda del río Putumayo. Es la ciudad de mayor población del Departamento de Putumayo, con cerca de 70000 habitantes.


El proceso de paz con las FARC y sus consecuencias en el Ecuador

El conflicto interno colombiano se inició en 1948 con el asesinato del líder liberal Jorge Eliecer Gaitán. De la división liberal entre “limpios” y “comunes”, los segundos de orientación comunista, nacen las FARC. El acuerdo de paz se firma en Cartagena el 26 de septiembre de 2016. Participan  el Presidente Juan Manuel Santos y el líder  del movimiento guerrillero Rodrigo Londoño, alias Timoshenco.
El proceso de paz genera un nuevo orden ilegal de naturaleza económica, liderado por bandas criminales que han alcanzado un alto nivel de especialización, con una dependencia cada vez menor de los actores que las impulsan. Los disidentes de las FARC conservan la capacidad de control del territorio sembrado de coca, en tanto que las bandas criminales se responsabilizan de su procesamiento y distribución. Su objetivo principal es la apropiación de beneficios económicos mediante la explotación sistemática de las economías criminales. De este mismo proceso, posiblemente el ELN ha sido el grupo que mayores beneficios  ha alcanzado, al haberse apoderado sistemáticamente de los antiguos territorios de las FARC, a menudo con la anuencia de los mismos. De esta manera ha heredado las economías criminales en estas áreas, en especial los cultivos de coca, los corredores de tráfico y los puntos de despacho que hacen parte de la primera etapa del comercio de cocaína. Inicialmente, el ELN dudaba si debía involucrarse en el narcotráfico, debido a asuntos ideológicos, pero más tarde vio que las FARC, que solían ser sus iguales, los dejaban rezagados en términos militares y territoriales, gracias principalmente a las ganancias del narcotráfico. Sin embargo, fortalecido por la expansión territorial y por los elementos disidentes de las FARC, el ELN se está convirtiendo rápidamente en el actor más importante de la primera etapa del narcotráfico colombiano, especialmente a lo largo de la costa del Pacífico (Chocó, Cauca y Nariño).
También asoman como beneficiarios del proceso de paz, especialmente en la zona de Nariño, los frentes 29, 32 y 48, el frente “héroes y mártires de Barbacoas”, los “Comuneros del Sur”, los Urabeños, los Rastrojos de las Bacrim y otros de menor importancia. Estas nuevas bandas tienen una naturaleza híbrida que dificulta enormemente los esfuerzos por contenerlas. Por un lado, se trata de verdaderas estructuras armadas, más que de simples cárteles de actividades ilícitas. Es decir, pueden llegar a constituir una amenaza militar. Pero por el otro, sus actividades esencialmente predatorias y delincuenciales, a veces como agentes directos de delitos o como proveedores de servicios especializados para los grandes capos de tales delitos, hacen de ellas una amenaza básicamente policial.[5] El Clan del Golfo, uno de los carteles más grandes y peligrosos de Colombia,  también actúa frente a la frontera con Ecuador, y mantiene un contacto permanente con el cártel de Sinaloa de México.
Analistas colombianos y de inteligencia suman 12 los grupos que operan en la zona fronteriza con Ecuador; entre ellos, el denominado Oliver Sinisterra al mando de alias Guacho, que tanto dolor de cabeza le ha dado al Estado ecuatoriano. En El Pan tienen el punto de origen de la cocaína producida en cristalizadores al otro lado de la frontera. La pasta de coca va a los centros de producción de Llorente, antes de la distribución. Los puntos de salida están entre San Lorenzo (Ecuador ) y Terán (Colombia). Tumaco, regado por esteros que conectan por el Pacífico, es un punto estratégico y en disputa con otros grupos. Allí, el 2017 ha sido el año más sangriento desde 2012, con el doble de asesinatos que en 2016.[6] Rechazan la sustitución y erradicación de los cultivos de coca .

La fase de “post conflicto” y su hondo agravamiento están íntimamente relacionadas con un nuevo actor, el paramilitarismo y la presencia de recursos financieros sin antecedentes, provenientes del tráfico de drogas , el secuestro y la extorsión.[7]

Violencia

Varios investigadores buscan explicar el flagelo de la violencia a partir de las características históricas de la construcción de los Estados-Nación latinoamericanos. Sería-dicen- una consecuencia de Estados débiles, fallidos o incompletos que no imponen ni orden ni legalidad y no logran integrar sociedades fragmentadas. Concuerdo con ellos. El crimen organizado y el narcotráfico son los generadores más importantes de violencia; el segundo, a más de ser un problema de salud pública, es de seguridad. Los gobiernos se ven abocados a destinar un mayor presupuesto para combatir un flagelo de difícil contención y de una enorme capacidad corruptiva en las instituciones democráticas. América Latina en general paso de ser productora de coca a transformadora de materia prima en productos de consumo, tránsito y lavado de dinero.[8]

Una década atrás el terrorismo y la delincuencia constituían dos asuntos diferentes. Cada una perseguía sus propios objetivos y a cada una de ellas les combatían instituciones diferentes. La atracción que se tenían entre ellas  les hizo confluir en un momento dado, a tal punto que, los terroristas utilizan herramientas criminales y la delincuencia hace uso de  las tácticas del terror. La tecnología ha hecho posible que el crimen organizado aporte con servicios al terrorismo y éste a su vez acceda a fuentes de financiación, o de cobertura criminal, sin necesidad de que sus comandos, células o activistas se vean vulnerables ante la ley.[9]

Una de las principales pretensiones del terrorismo es la de afectar psicológicamente a la sociedad. Es una guerra psicológica de carácter racional por la probabilidad que se le asigna a la existencia del evento, e irracional el momento de sobredimensionar la posibilidad de ser una víctima. Por su parte, la repetición de los ataques terroristas puede llevar  a lo que se conoce con el nombre de “efecto de acomodación”[10] es decir, producir una desensibilización social de tal manera que los hechos producidos parezcan normales y causen a la larga una anomia social. Colombia en sus 50 años de terrorismo es un ejemplo a estudiar. Los medios de comunicación por su parte, tienden a realizar una exhaustiva cobertura de los hechos terroristas , incrementando la posibilidad de ser influenciado, al dotar de mayor importancia de la que merece el hecho cometido.

El crimen organizado está asociado a dos objetivos: su protección y la venta de bienes y servicios ilegales.[11] Su estrategia para conseguirlo se basa en la penetración social mediante actividades beneficiosas para la comunidad, presentándose además como filántropos, apoyando el deporte y la cultura, realizando inversiones que proporcionan beneficio económico, promoviendo puestos de trabajo, hasta conseguir el ingreso en la política, dentro de la cual, todo es permitido. Esta interacción ha crecido de forma exponencial y compleja. Este tipo de asociación generalmente puede suceder en regiones  en donde la presencia del Estado está colapsado o inoperante por estar copado por la criminalidad.
También asoman en espacios plurifronterizos con lindes porosas , con etnografías diversas y heterogéneos vínculos patrios, y corrupción generalizada. Para controlarlas, el Estado debe elaborar leyes y reglamentos que impliquen condenas por terrorismo a hechos criminales de soporte terrorista, amparadas en normas jurídicas sustantivas y adjetivas. Impulsar el intercambio de información policial, judicial y fiscal; y, potenciar los servicios de inteligencia.[12]

La ausencia del Estado genera escenarios de violencia multitudinaria que se expresa a través de formas muy diferentes. No se duda en señalar que la desigualdad social, el bajo nivel de la educación, el escaso ingreso monetario son factores que inciden directamente en el nivel de violencia; sin embargo, éstas estigmatizaciones pueden ser consecuencia de un fenómeno que se pretende combatir con una misma receta, sin tomar en cuenta los escenarios particulares en cada una de las jurisdicciones en las cuales la violencia se vuelve un problema de seguridad.[13]


La Defensa Nacional
Un manejo irresponsable

Se fundamenta en el ordenamiento constitucional y vincula a la sociedad en la consecución de los objetivos nacionales; es responsabilidad del Estado e involucra a la defensa militar mediante la organización, preparación y empleo del instrumento militar, que son las Fuerzas Armadas, para cumplir con los objetivos de la defensa nacional. Hasta antes del 15 de enero de 2007, los objetivos de la defensa nacional eran: ejercer un control efectivo del espacio territorial, proteger la vida de la población y los recursos del país, garantizar el ordenamiento jurídico del Estado, fortalecer  las Fuerzas Armadas para el cumplimiento de sus misiones, fortalecer la unidad y conciencia nacional en torno a los temas de seguridad y defensa; y, participar en operaciones de mantenimiento de la paz.[14]

El 1 de marzo de 2008, la violenta incursión del Ejército colombiano sobre el campamento de las FARC, en Angosturas, territorio ecuatoriano, pasa a constituirse en un antes y después,  en la forma de entender la seguridad y defensa nacional por parte del gobierno de Correa. Se inicia el proceso de elaboración de una nueva ley de seguridad en el seno de una Asamblea Nacional con absoluta mayoría del partido de gobierno y dócil a las disposiciones del Presidente de la República.  En el mes de junio, la Comisión Legislativa dio paso al proyecto de Ley de Seguridad Pública y del Estado y lo envía al Ejecutivo. Reformar una ley vigente por cerca de 46 años es un cometido importante que ameritaba un proceso de discusión y elaboración serio, con la presencia de representantes de las funciones del Estado, entre ellas  las Fuerzas Armadas. Su ausencia y la ignorancia en temas tan complejos como la seguridad nacional, más la predisposición ideológica de un gobierno empeñado en policializar a la Institución militar, en cumplimiento a las disposiciones del Foro de Sao Paulo, dieron como resultado un mamotreto en el cual a la defensa nacional se le pone en el mismo saco de la seguridad pública o seguridad interior, o de otros tipos de seguridad que dependen de políticas públicas que llevan a armar estructuras paralelas.

Cierto es que el tema de seguridad nacional venía siendo objeto de un severo análisis en diferentes instancias del pensamiento académico mundial, especialmente, al terminar la Guerra Fría. Parte de una visión humanista de acuerdo a la cual, el derecho de las personas está por sobre cualquier otra consideración, incluso por sobre la seguridad nacional; entonces, se inicia un proceso de desmilitarización y toma el nombre de seguridad humanitaria, seguridad ciudadana, seguridad integral, entre otros de los calificativos que ya constan en ensayos y en muchas constituciones. Visto de esta manera, la seguridad abarca ángulos y matices diferentes que la hacen multidimensional y deja de ser exclusiva de los militares. Lamentablemente, en los países en los cuales la democracia toma un giro autoritario, la seguridad humana o ciudadana se cae al suelo, de la mano de la delincuencia y la corrupción generalizada. Ejemplos: Nicaragua, Venezuela, Ecuador.

La ley de seguridad pública y del Estado se elabora bajo premisas eminentemente ideológicas, no existe, al menos no han sido publicadas apreciaciones que permitan establecer los escenarios que determinen  una Estrategia de Seguridad Nacional, entendida ésta, como el “arte y ciencia que permite desarrollar, aplicar y coordinar los instrumentos del poder nacional, para alcanzar los objetivos que contribuyan a la seguridad nacional.”[15] Una rápida lectura de los principios en los cuales se sustenta la ley , nos llevan a la conclusión de que ninguno de ellos podrían ser aplicados. A más de atentar al idioma, termina por eliminar la presencia de los militares, y subordina bajo un Ministerio Coordinador(que ya no existe por burocrático e ineficiente) todo el sistema de seguridad nacional. Bajo su responsabilidad estaba la preparación del Plan Nacional de Seguridad Integral. Me pregunto: Existirá el Plan?. Lo conocerá el Consejo de Seguridad?. En cuanto a sus órganos ejecutivos, la Dirección Nacional de  Movilización, importante por el lado que se le mire, pasó a ser una unidad administrativa del Ministerio del Interior; la Secretaría Nacional de Inteligencia a órdenes del Presidente de la República, con autonomía total, dedicada a espiar a los enemigos de su revolución. La Secretaría de Riesgos, interesante en cuanto a reemplazar a la Dirección Nacional de Defensa Civil, cuya reestructuración era necesaria, pero con una autonomía que le hace proclive a la corrupción. La conducción descentralizada de estos importantes componentes de la seguridad nacional, desde un ministerio cuya permanencia en la organización estructural del Estado era improbable, como efectivamente sucedió, reflejaba la poca o ninguna importancia que el régimen anterior le daba a la seguridad de la nación.

Estamos enfrentando un grave problema en la frontera Norte, y ésta ley denominada de seguridad pública y del Estado sigue vigente. Grave contradicción en términos de seguridad nacional. Súmese a la vigencia de ésta ley, el acoso sistematizado hacia las Fuerzas Armadas, planificado desde el gobierno de la revolución ciudadana y ejecutado por políticos sectarios que fungían de Ministros de Defensa, con la finalidad de convertir a ésta Institución, una de las más prestigiadas del país,  en el brazo armado del movimiento político del gobierno. Incidieron directamente sobre los valores fundamentales de la profesión militar y las debilitaron en su infraestructura operativa y logística, a pretexto de una paz firmada con el Perú y de un contubernio con las FARC luego del apoyo recibido para la campaña electoral que le llevó al poder a Rafael Correa.

Muchos eventos propiciados por el gobierno del Presidente Rafael Correa demuestran fehacientemente, que los actos de violencia que hoy están presentes en la frontera Norte, son fruto del manejo inadecuado de la defensa nacional. En ellos se encuentran elementos de convicción suficientes  para iniciar un proceso judicial encaminado a demostrar  que, el gobernante y sus cercanos colaboradores, civiles y militares, podrían ser responsables del delito de traición a la Patria, por “omisión o sumisión”[16]. Revisemos algunos:

^﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽n el ambito  Integral. Me pregunto: Existir Coordinador(que ya no existe por burocr  en el ambito
·      Raúl Reyes y el Mono Jojoy, dirigentes de las FARC, dieron cuenta del apoyo en dólares a la campaña electoral del Sr. Correa. Las FARC ocuparon el territorio nacional para curarse, descansar y planificar. La SENAIN volvió sus ojos al frente político interno[17].

·      El plan “Patria I” presentado por el Jefe del Comando Conjunto luego del ataque en Angostura, contemplaba la adquisición de armamento y equipo que le permita cumplir con las tareas impuestas a los escalones subordinados, y facilitar el abastecimiento logístico necesario para este tipo de operaciones. El plan no se ejecutó. EL Comando Conjunto se sometió a la autoridad. Se atentó a la seguridad interna.
·      Ante el pedido del Presidente de Colombia Álvaro Uribe, en la inauguración de la Asamblea Constituyente de Montecristi, de que no se permita que el Norte del Ecuador sea territorio de descanso y reaprovisionamiento de las FARC, y de corredores de droga, el Presidente Correa consolidó el statu quo de protección a las FARC bajo el supuesto de que eran combatientes y no terroristas. Se atentó a la seguridad interna

·      Se recibió seis aviones Mirage de Venezuela, donados por Hugo Chávez para entrenamiento de los pilotos de la Fuerza Aérea ecuatoriana. Vino como chatarra y como tal sigue embodegada. Puso en riesgo la vida de los uniformados y la seguridad de la nación en caso de empleo.

·      La adquisición de helicópteros Dhruv procedentes de la India, sin considerar objeciones de calidad realizados por la Fuerza Aérea, fue causa de varios accidentes aéreos en los cuales perdieron la vida los militares pilotos. Hay serias presunciones de que el asesinato del ex comandante de la FAE, Gral. Jorge Gabela, tiene que ver con la compra de estas naves. El informe final del perito argentino Roberto Meza desapareció en el Ministerio de Justicia, en la Presidencia de la República, en la Fiscalía. Su compra atentó a la seguridad nacional.

·      En agosto del 2010, la presión de Correa sobre la Asamblea Nacional, para alterar derechos establecidos del personal militar y policial, degeneró en protestas de los uniformados y un escalamiento de la violencia , con el desenlace trágico, innecesario y criminal de muertos y heridos en personal de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Atentó contra la seguridad interna de la nación inventando un golpe de Estado que nunca fue una realidad.

·      El 15 de agosto de 2014 llegaron a Guayaquil 10.000 fusiles AK-47 donados por China. No existe un pedido oficial de armamento por parte de FF.AA. Se informó de un convenio reservado por petición del gobierno chino, y que estos convenios de entendimiento no se deben notificar a la Asamblea Nacional. La presencia de armamento no solicitado por las Fuerzas Armadas es atentatorio a la seguridad interna del Estado.

·      La utilización del correo electrónico para comunicarse directamente con miembros de las Fuerzas Armadas, por parte del Presidente de la República, y la judicialización de las resoluciones de los Consejos de disciplina atentaron contra la disciplina al interior de la Institución militar.

·      El 11 de septiembre de 2016 circula un video en el cual dos militares imparten instrucción a jóvenes pertenecientes a Alianza País, con la presencia de un legislador y una coordinadora del mismo movimiento político, sobre formas de comportamiento cuando la fuerza pública controla una manifestación. “El uso de la fuerza solo le corresponde jurídica y legalmente al Estado”. Constituye un atentado a la seguridad interna del Estado.

·      A partir de enero del 2016 y durante todo el año, en intervalos de tres a cinco meses, fueron defenestrados 24 generales de las diferentes Ramas, en cuyas manos estaba la conducción de la seguridad interna y externa del país.

·      Durante la década perdida se destruyo a la industria militar destinada a actividades inherentes a la defensa nacional, tales como vestuario, calzado, explosivos, hierro, munición, orientadas a fortalecer la capacidad logística y administrativa de la institución. Se intento desaparecer del orgánico de guerra al Arma de Ingenieros, en su empeño de tener bajo el control del Presidente, como empresa pública, al Cuerpo de Ingenieros del Ejército.

·      El 10 de mayo de 2017, la Asamblea Nacional, cumpliendo ordenes expresas del Presidente de la República, aprobó un nuevo esquema de seguridad del Estado, al margen de la Constitución, reactivando el proyecto de Código Orgánico de Entidades de Seguridad Ciudadana y Orden Público. Se crean cuerpos civiles armados para la protección de autoridades. Se atenta gravemente a la seguridad interna del Estado.

·      El 3 de marzo del 2016 se expidió el decreto 945 ordenando que no haya distinción ni discriminación entre oficiales y tropa de las Fuerzas Armadas, lo cual, racionalmente, no es posible, por ser una Institución disciplinada y jerarquizada, sujeta a leyes y reglamentos que por su naturaleza le dan a la profesión militar su carácter de especial. Se atentó a la disciplina militar.

A manera de conclusiones

·      La defensa nacional requiere de un análisis geopolítico serio y permanente que le permita prevenir y enfrentar los conflictos internos y externos. Los objetivos políticos deben ser replanteados a fin de elaborar una estrategia militar de largo alcance para apoyar al Estado en la recuperación de la seguridad y la paz. La ideología política no va con la defensa nacional.
·      La Estrategia de  Defensa se deriva de una adecuada política y estrategia de seguridad nacional, y se desarrolla bajo lineamientos consustanciales con la profesión militar, entre ellos: el fortalecimiento de las Fuerzas Armadas para lograr eficacia en el empleo de los medios; actualización de la normativa legal que le faculte actuar en los diferentes escenarios de la seguridad interna y externa de la nación; apoyando a la Policía Nacional en su lucha contra el narcotráfico, el crimen organizado y el terrorismo, en todas sus formas y en todos los escenarios; fortaleciendo una cultura de defensa mediante la participación activa de la sociedad; respetando al poder político legalmente constituido y exigiendo a ese poder el respeto que se merece la Institución militar; apoyando al desarrollo nacional, especialmente en las áreas fronterizas, para generar presencia del Estado; participando en las actividades de prevención, mitigación y reconstrucción en zonas afectadas por inundaciones, terremotos y otros que atenten a la vida de las personas.
·      El poder se refleja en la libertad de acción que tengan sus actores; es decir, la capacidad para rehusar o aceptar lo que el otro lo pida. La sumisión y la omisión pueden devenir en actos de traición a la patria.
·      El Ejército no debe ser el actor principal del conflicto en la frontera Norte. Su presencia puede mostrar una mejora de la situación en el corto plazo, en términos de seguridad, hasta que las organizaciones terroristas y narco traficantes se adaptan a su estrategia.


A manera de recomendaciones

-       Elaboración de una nueva ley de seguridad nacional, con la participación profesional de la Institución militar, basada en estudios geopolíticos serios, alejada de  ideologías políticas y orientada a facilitar la preparación administrativa, logística y del conocimiento de los profesionales de la defensa, con miras a enfrentar los retos de la Nación en los campos interno y externo. Es indispensable retomar y consolidar la relación entre seguridad y desarrollo. Toda ley que tenga direccionamiento tiene que ser reformada.

-       Elaborar una doctrina militar conjunta que oriente adecuadamente el empleo de las Fuerzas Armadas en apoyo a una seguridad integral. Ello implica definir nuevos retos en las relaciones internacionales, en la justicia, en los sistemas de información e inteligencia, en las acciones de prevención, respuesta y mitigación de riesgos y desastres de origen natural y los provocados por el ser humano, en el servicio militar, en la movilización nacional.

-       Fomentar el desarrollo de políticas públicas que estén acordes con las necesidades de la defensa nacional. Entre ellas, por su importancia, la inteligencia estratégica, orientada a un manejo por procesos y procedimientos que le permitan al Estado tomar decisiones, acorde a la realidad nacional en los escenarios internos y externos. Para ello será necesario disponer de especialistas civiles y militares con formación de grado y de postgrado.

-       Modelar una Institución militar cimentada en el conocimiento adecuado de los nuevos roles y amenazas, a fin de establecer con claridad su estructura y sus misiones.

-       Emprender en un programa de largo aliento, orientado a recuperar los valores de la profesión militar, especialmente en el aspecto disciplinario y de pertenencia institucional, desde las escuelas de formación y perfeccionamiento de oficiales y tropa de las Fuerzas Armadas, hasta los escalones administrativos, logísticos y de operaciones de la Institución militar.

Ensayo publicado en la Revista “Presencia” de la Asociación de Generales y Almirantes. Edición No 34. septiembre de 2018.



[1]Joseph Nye Jr. “The Future of Power. - IEEE.  Feb. 2016
[2] López Trigal. Geografía Política. Madrid, 1999
[3] Ibídem
[4] Ibídem
[5] Democracia, Seguridad y Defensa. PUCE. Boletín 33
[6] Diario Expreso. 17 de abril 2018
[7] Contribución al entendimiento del conflicto armado en Colombia. Bogotá. Comisión histórica del conflicto y sus víctimas. Ed 2015.
[8] Panorama Estratégico 2018. Instituto Español de Estudios Estratégicos
[9] Criminalidad y Terrorismo. Juan López Muñoz. Ieee.es
[10] Ibídem
[11] Ibídem
[12] Criminalidad y terrorismo. Juan López Muñoz. IEEE
[13] Juan Mario Solis/Marcelo Moricone . Universidad Autónoma de San Luis de Potosí-Lisboa. 2017
[14] Política de la Defensa Nacional del Ecuador. MDN. 2002
[15] Carlota García: Instituto de estudios geoestratégicos y asuntos públicos.
[16] Omisión: Derecho.- Infracción penal cometida por haber dejado voluntariamente de hacer una cosa que la ley manda realizar. Sumisión: Acción de someterse, sin cuestionarlos a la autoridad o a lo que las circunstancias imponen.
[17] 4 Pelagatos. 20 de abril de 2018